martes, 26 de octubre de 2010

jubilation

Busqué en el diccionario de la Academia para ir sobre seguro, convencido de que mi jubilación, cada día más lejana al cumplir el Gobierno de ZP con las prioridades (se puede leer órdenes, imposiciones...) del dios Mercado, estaba emparentada etimológicamente con la jubilation inglesa. Encontré esto: (Del lat. iubilatĭo, -ōnis). 1. f. Acción y efecto de jubilar o jubilarse. 2. f. Pensión que recibe quien se ha jubilado. 3. f. ant. Viva alegría, júbilo. Ahí, en la tercera acepción, estaba el secreto. Donde pone "ant", que quiere decir "antiguamente". O sea, que el sabelotodo de la RAE podría definir jubilación de la siguiente manera: 1. f. Acción y efecto de jubilar o jubilarse con la pensión que recibe quien se ha jubilado, antaño causa de viva alegría y júbilo. Acertaban de pleno y se quedaban tan panchos.

No es que me encuentre yo ahora especialmente preocupado por el dudoso devenir de mis ingresos, que también, ni que siga con inusitado interés los aconteceres de las peregrinas razones que se invocan desde el poder para retrasar la edad de jubilación con el fin de que los viejos lo sean más tarde, coticen más, cobren sus pensiones después y se incremente el paro entre los jóvenes (hay que decirlo todo), que tampoco, sino que todo viene al hilo de una noticia que acabo de conocer aunque no es de ahora mismo, sino de febrero de este año. Cuando me la hizo llegar mi amigo Pepe, que se ocupa de mi conciencia política desde que compartimos celda en Carabanchel, el mismo Pepe a quien llamábamos el tuerto en un alarde de perspicacia e insensibilidad por culpa de un pavé (también llamado adoquín) que le devolvieron en Paris los CRSs (como los antiguos grises, pero más a lo bestia) en mayo del 68, con tan mala fortuna como buena puntería porque se le llevó un ojo sin acuse de recibo, cuando me la envió, decía, no daba crédito. La SGAE confirmaba que sí, que la jubilación de Teddy Bautista ascendía a los 24.500 euros mensuales que se denunciaba con escándalo por los pasillos, "que corresponde al 60% de su actual sueldo más una cuantía mensual fija", como concluía la nota.

Me he puesto a hacer números y casi prefiero no contar aquí mis conclusiones ni los adjetivos que me sugieren la voracidad y los escasos escrúpulos de este personaje que fuera en tiempos colega de cuando la música, que los brazos legales de esa asociación a la que todavía pertenezco son largos y asaz promiscuos. Sus años de gestión en la entidad que tan bien defiende ahora su derecho a una jubilación acorde con el rango directivo de su figura, han convertido a la SGAE en uno de los colectivos más odiados, peor comprendidos, menos valorados, más denunciados y malqueridos de esta España nuestra, aunque, eso sí, haya multiplicado por mil sus ingresos sociales y convertido en supermillonarios a los que deberían ser simples gestores de una empresa sin ánimo de lucro.

La verdad es que le salía cuadrao su papel de Judas en el Jesucristo superstar.

1 comentario:

nata dijo...

¿era judas?, es que no recuerdo.
muchos cánones tenemos que pagar para procurarles una jubilación dizna a estos gestores sin ánimo de lucro. colaboremos a su tranquilo retiro, hombre ya.