martes, 29 de mayo de 2012

alegoría del 15M

Mientras realizaba el vídeo que colgué hace un par de días, lo que tiene algún mérito porque hasta un segundo antes de empezar no había visto ni en pintura un programa de edición en este soporte, me dí cuenta de que una de las imágenes fijas, exactamente la que hace el número 20 de ellas, podía perfectamente ser una buena representación gráfica del movimiento que nos ha sacado a la calle desde hace más de una año. ¿Por qué?, -os preguntaréis, o no-. Pues porque sobre el fondo negro de la situación político-económica actual han aparecido y ahora están ahí porque se han quedado, miles de formas de colores que podrían representar las diferentes maneras de abordar la lucha común, contra el paro, las privatizaciones, los desahucios, por la igualdad de cualquier opción sexual..., y, además, sin nadie destacado, todas iguales, todas juntas, sin líderes ni organigramas. Entre ellas, que juntas hacen que el presente y el futuro sean menos negros, hay algunas amarillas, agrupadas al azar, que juntas componen ese 15M que está ahí porque es eso, gente como las demás, y que aparecen como unas más. Me ha parecido una correcta alegoría del movimiento, una especie de bandera de lo que no tenemos ni queremos banderas, eficaz porque cabemos en ella todos nosotros y todas las luchas que estamos llevando día a día.

domingo, 27 de mayo de 2012

vídeo para un aniversario

En la reciente manifestación del 12M de Málaga, a la que tuve el privilegio de acudir por razones que no vienen al caso, había un grupo de compañeros que enarbolaban unas banderas desconcertantes que pendían de largos y flexibles mástiles. Eran negras con cientos de topos rojos. Me acerqué para preguntarles acerca de su simbología y no supieron explicármela. Sí caímos de acuerdo en que el fondo negro podía perfectamente representar la situación actual en la que se encuentra la ciudadanía y que, acaso, los puntos rojos podríamos ser nosotros mismos.

De ahí me vino la idea de realizar este vídeo que cuelgo aquí. Encontré que tenía en el ordenata un programa para editar vídeo, me puse a probar y jugar y salió esto. He intentado colgarlo en Youtuve pero me dicen algo en inglés acerca de los derechos de alguien, que supongo yo serán por la canción que he puesto de fondo porque le pegaba un mogollón, aunque la letra traducida que he encontrado en la red me parece más bien flojilla. Espero que mi amigo Adrián me aconseje acerca de lo que puedo hacer sin tener que cambiar al viejo Rod por un todavía más viejo clásico pero, mientras tanto, os lo cuelgo aquí, en petit comité, y que no salga de España.

Espero que os guste.

Bueno, parece ser que lo de los derechos iba en serio, así que -sintiéndolo mucho, porque me encantaba- he tenido que cambiar la banda sonora por un clásico como Saint-Saëns, que tiene ya todos los derechos liquidados. No es igual, que no es lo mismo, pero tiene también su puntito. Ya me diréis:

viernes, 25 de mayo de 2012

pedid tierra

Publicado en ROTA INFORMACIÓN hoy 25 de mayo de 2012


Las cosas están fatal y no van a mejorar ni a corto ni a medio plazo. La economía española se deteriora irreversiblemente tras la estafa de la banca internacional y el endeudamiento de los estados, sobre todo del nuestro, para salvarles la cara a los mismos Bancos que causaron la crisis. Gracias a esta enorme deuda, son ahora también esos mismos bancos los que han aprovechado la situación para exigir una economía aún más a su servicio, que privatice los beneficios (a su favor) socializando las pérdidas.

En esas condiciones, los principales paganos somos usted y yo y todos los que no somos ricos, mi prima recién despedida y su tío de usted, el más querido, que ha tenido que cerrar el pequeño chiringuito con el que mantenía a su familia. El fantasma de la necesidad acecha y se cuela por cada rendija, aunque muchos hagamos por no mirarle a la cara creyendo que, si lo ignoramos, desaparecerá. Que no es lo que ocurre porque la realidad es tozuda como una mula.

Al mismo tiempo, las socorridas alternativas de las que echábamos mano antes, los alquileres de verano, tampoco van a ser ni seguras ni tan abundantes como hace años. La crisis alcanza también a los veraneantes y los que vengan tirarán más de las tres pes, pipas, playa y paseito.

Al final tendremos que volver los ojos a la tierra y al himno de Andalucía. Exactamente a esa parte que dice “pedid tierra y libertad” ya que, aquí en Rota, la parte de “andaluces, levantaos” queda aún demasiado remota. Habrá que volverse hacia la tierra, que siempre está ahí y nunca nos abandona, hacia esa generosa tierra que no hace tantos años sabíamos tratar con esfuerzo y cariño para que se dejara arrancar los frutos de sus entrañas, tempranos, en este mayo que caracterizaba al mayeto. Habrá que pedir tierra.

martes, 22 de mayo de 2012

Postre roteño

Cada semana escribo, en el único periódico de papel que se vende en Rota, una breve columna, de nombre genérico LA TERRAZA. Hoy he caído en la cuenta de que no queda recuerdo de ella en ninguna parte de la red, de modo que, para evitarlo, se me ha ocurrido colgarla aquí cada viernes, que es cuando el ROTA INFORMACIÓN sale a la calle. Hoy, como no es viernes, pues voy a colgar la de la semana pasada. Cualquier otro día meteré las cinco anteriores, desde que comencé esta aventura. Pero, así, ya rompo el fuego. Espero que no os parezcan demasiado locales.






A las puertas del verano, que suele traer por estos pagos la tan necesaria inyección de dineros y recursos para todo el año a costa del visitante, no estaría mal potenciar y desarrollar algunos elementos diferenciales de la oferta turística de Rota. En un mundo cada vez más globalizado, a menudo parece lo mismo estar en Singapur que en Ceilán, Ciudad del Cabo o Albacete. En cualquier destino encuentra el viajero las mismas marcas y  tiendas en una casi idéntica oferta masificada. Aburrida, vamos.
Precisamente por ello, el turista adora los hechos diferenciales y prefiere cada vez más disfrutar de lo que encuentra en un lugar y no en otro. La diversidad, la distinción, lo propio y autóctono prevalecen en las opciones de los viajeros. Estos eligen antes los lugares con personalidad, los que ofrecen particularidades atractivas, sobre aquellos donde todo es más de lo mismo. Esta es la tendencia que se impone con claridad en el turismo moderno.
Sería bueno para Rota desarrollar sus particularidades. No es de recibo que en buena parte de los bares de Rota no haya tintilla, o que no se ofrezca con carteles, promociones o directamente de palabra al visitante, tanto como aperitivo moderno, maridado con el queso “de aquí”, como al lado de un café acompañado por un par de deliciosos pestiños locales. ¿A qué espera el Ayuntamiento para potenciar estas o similares ofertas en todos los bares y restaurantes de Rota?
Otra posibilidad sería recuperar el excelente tomate autóctono, del que apenas pueden encontrarse, por desgracia, vestigios. ¿No sería imprescindible destinar algunos recursos a potenciar su renacimiento y comercialización, al menos local? ¿O inventar un “postre roteño” presente en todos los restaurantes? Propongo éste: crêpes de mousse de calabaza con helado de tintilla. O un moderno helado de arranque. A mí, al menos, me encantaría disfrutarlos.

lunes, 14 de mayo de 2012

pues reparte, Rajoy, reparte

Andas ahora, Mariano, hijo, deshojando la margarita de cómo sacar la pata del Rato de tus entretelas en el fracaso de la Bankia esa que estaba destinada a ser la flor de la corona y que esos otros bancos serios, de botines y gonzález, no han querido ni regalada. Andas cabizbajo, meditabundo, ojeroso y clandestino -como ningún otro presidente anduvo antes- valorando de qué recortes sacar los 10.000 millones del ala que necesitas para empezar a  reflotar esa cajamadrid deconstruida que te trae a mal traer..., y me pone mal cuerpo, hombre, verte así cuando tengo la solución de tus desvelos al alcance de la mano aunque el caso es que no sé si contártela porque no me caes nada bien y, bien pensado, lo mismo la publico y te la apropias porque es la bomba y tú tonto del todo no eres y sabes valorar una idea buena cuando es de otro, que ya estás acostumbrado porque es lo normal y luego está que podría hacerte pasar a la historia como el mejor presidente que ha habido y habrá en el mundo mundial que te lo tienes merecido por pertinaz, oyess, aunque solo sea por eso, que lo es. Mira, Mariano, escucha, que yo te digo lo que tienes que hacer en vez de seguir metiendo la pata como si fueras Rato con el agravante de que él es de familia bien, rico por su casa, y tu solo registras (y recortas) la propiedad y los derechos y los servicios ajenos, que no hay ni comparación, dónde vas a parar. Es muy sencillo y basta con saber dividir, que digo yo que aunque tú seas de letras algo sabrás de mates, sólo sea lo que te hayan contado el de Guindos y el Montoro, que no te fíes demasiado de ellos que te la dan con el queso ese que les quitaron para escribir un libro, dicho de ti para mí y que no salga de España. Pues mira tú, Rajoy, que si tu divides, oyess, los 10.000 millones de euros que les vas a dar por el morro a los de Bankia, que ni te lo van a agradecer y seguro que encima te la pegan luego con la prima del riesgo, si los divides, decía, entre los 40 millones de españoles paganini que somos, con carné y todo, que al fin y al cabo es dinero público, osea, que era nuestro, quiero decir, si lo divides y lo repartes entre todos y cada uno pues que sepas que entonces tocamos cada español a unos doscientos cincuenta millones de nada, ahí le has dao, bacalao, con la reactivación, que ríete tú de la crisis del consumo. Mira que yo te aseguro que con los doscientos millones de machacantes para cada uno pues acabas con el paro del tirón, oyess, y con la especulación, porque a los ricos no nos engaña nadie, te cargas la crisis esa de mierda que había, se terminan los desahucios, casas para todos, reanimas el ladrillo, relanzas el comercio, la inversión y la industria, aplacas de paso a los indignados, arreglas la sanidad, y además te juro que ni uno solo de los ahorradores de la bankia esa se te va a quejar cuando se hunda, ni los mismos empleados en la puerta de tu casa más que para agradecerte, oyess, el detalle, Mariano, que no pasa todos los días que te den una pastizara que parece una renta básica pero de caballo, vamos más que básica diría yo, universal, que te puedes comprar la tira, oyess, y no te digo nada si eres familia numerosa, que hasta la Merkel te va a tener envidia, Mariano, y lo mismo ya te reconoce cuando te vea aunque le hayas fastidiado el plan, que también, pero por lo menos te puede prestar policías para el tráfico, que nunca he visto a un millonario civilón, oyess, con la moto por las carreteras, Mariano y cuando lo hagas pues recuerda que la idea fue mía y de un tal Carlos Fernández que no le conozco pero le pillé la idea de esto de dividir en el caralibro ese, pues, cuando te acuerdes, que sepas que a nosotros con doblarnos la cuota ciudadana pues ya nos parece bastante bien pagada la idea salvadora, Rajoy, hijo. De nada.

En tales cavilaciones me andaba yo cuando llamaron a la puerta. Fui a abrir y era de Guindos. "Por alusiones", masculló, y se coló hasta la cocina. Sacarle de allí fue un suplicio porque se puso de inmediato a privatizarme un arroz con leche con el que estaba yo liado. Una vez en el salón sacó una calculadora más larga que un día sin pan. "Mire usted  -me espetó-, si yo divido diez mil millones..." Asombrado, contemplé con horror que en la suya sí que cabían todos los ceros. "...entre cuarenta millones, observe usted el resultado". Parpadeaban en la pantalla tres números, que se me clavaron en el alma fieros como puñales. Un dos, un cinco y un cero. Me estremecí. ¿Cómo es eso posible?, me pregunté en voz alta, si con manzanas me salen doscientas cincuenta al dividir diez mil entre cuarenta, ¿por qué cuando lo hago con millones no sale la misma cuenta? No se dignó siquiera responderme, y encima me miró displicente. Nada hay peor que un ministro displicente cargado de razón. Y más si se llama de Guindos. Se levantó. Ya se marchaba cuando le comenté, con un hilo de voz: ¿No le parecía maravilloso? En voz baja respondió, controlando al escolta para que no le oyera. "Si le digo la verdad..., lo soñé por un momento". Y cerró la puerta.

viernes, 4 de mayo de 2012

Lola


Te golpearon, Lola, cuando la guardia civil os desalojó de Somonte. No lloraste cuando lo hacían ni del dolor de las patadas, ni de la rabia mal contenida al comprobar que llevaban la cara tapada con pasamontañas, que se escondían de los mismos ciudadanos a los que juraron defender. Lloraste luego, como casi todos, cuando desde el estrado empezaste  a contarles a tus compañeros, este primero de mayo que en tierras ocupadas recuperaba su auténtico significado, cómo había sido el desalojo. Ellos te aplaudieron y te animaron para que pudieras terminar tu emocionado relato, que tanto y tan bien comprendían las gentes llegadas de los campos de Andalucía, que saben tanto y tan bien de lucha y de resistencia.

Habías vuelto, Lola, a tu sitio, a reclamar tu derecho a cultivar la tierra en la que naciste, esa misma tierra que no aman ni comprenden, sin duda, quienes la venden a la especulación o los transgénicos. Volviste la noche siguiente, con cien compañeros más. Otra ocupación, la misma que desde aquel estrado reclamaba “para quedarse” Juan Manuel. A ver si esa que dicen nueva Junta surgida del pacto, que se proclama de izquierdas, presenta mañana otra denuncia contra su propia gente. A ver si se atreven a preservar la ‘legalidad vigente’ por encima de las personas sin que se les ponga la cara colorá. Que es tierra pública, no tierra suya. Que ni sirven para trabajarla ni nos dejan defenderla, como cantaba entonces La Bullonera.

Pero no estuviste sola, Lola, ni ese día ni los siguientes, ni volverás a sentirte sola más, ni tu lucha será silenciada. Hablaremos de ella los de debajo de las piedras, los sin voz, los indignados, los desahuciados, los parados, los hartos y todos los que antes callaban. Aunque también pretendan silenciarnos, clasificarnos, denunciarnos, reprimirnos, ilegalizarnos, aunque nos busquen por la red como hurones en la conejera, aunque publiquen nuestras fotos y busquen a nuestros inexistentes líderes, toda la gente de bien hablará y no callará de la finca de Somonte, de vuestra valerosa y pacífica ocupación, de las lechugas que ya están asomando y de los jilgueros que por fin volvieron.

Hasta volvieron a cantar los de ‘Gente del pueblo’, sevillanas como “La esquina de los paraos”, o aquella hermosa “Tienes que aprender”. Pero, sobre todo, esa que habrá de convertirse en vuestro himno y el nuestro, “Toma tu tierra” dice. Recuerda Lola, que pueblo que canta no morirá. Lo cantábamos cuando tú todavía no habías nacido.