sábado, 22 de octubre de 2011

aquí te pillo...

Cuando, el 19 de febrero de 2009, Gaddafi pidió a los libios que le apoyaran en su propuesta de destituir al gobierno y entregar los beneficios del petróleo directamente a los 5 millones de ciudadanos del país, en un discurso televisado ante los representantes del Congreso Popular Libio, estaba firmando su sentencia de muerte. Su plan de tres puntos diseñado para acabar con la corrupción generalizada de su propio gobierno, contenía la nacionalización del petróleo, el desmantelamiento de la burocracia ministerial sustituyéndola por la gestión directa del ejecutivo por órganos populares y la distribución directa y equitativa de los ingresos del petróleo a los ciudadanos. Ni más ni menos. Los que piensen que aquello podía ser tan solo propaganda del régimen, que se lean y traduzcan en esta página nada sospechosa de gadafista lo que aquí afirmo. Rebuscando, podrán encontrar así mismo un grupo de noticias muy curioso que va desde mediados del año 2010 hasta casi el día de antes de la revuelta en las que se nos cuenta que BP no hace más que posponer la riquísima prospección marítima que estaba anunciada para 2010. Con gente tan desprendida, que ni explota ni nada, es que da gusto.

Sin embargo, el 4 de marzo de 2009, contra todo pronóstico mínimamente coherente, aquel ambicioso plan fue aplazado "sine diae", para no decir rechazado, por la mayoría de los representantes populares, como el Primer Ministro Al-Baghdadi Ali al-Mahmoudi o el Gobernador del Banco Central, Farhat Omar Bin Guidara. El propio Gaddafi ya advertía a los libios de que aquel plan, que prometía rentas igualitarias de hasta 23.000 dólares anuales para el millón de ciudadanos con menores ingresos, podría provocar al principio un cierto caos. No tengáis miedo a experimentar nuevas formas de gobierno dijo, antes de proceder a la votación y advirtió: Este plan es para ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos. Si lo hacéis fracasar, yo me lavaré las manos, pues será responsabilidad vuestra. En las votaciones efectuadas, curiosamente, solo 64 de los 468 miembros del Congreso del Pueblo (que no en vano vivían de lujo en las petroleras élites estatales) votaron por el plan de apropiarse del dinero inmediatamente. Del total de congresistas, apenas 251 aceptaron el plan en principio, pero pidieron que se retrasara hasta que fueran tomadas las medidas apropiadas, lo que en realidad permitiría retrasar el proyecto por lo menos unos cuantos meses, dando así tiempo a desactivarlo.

El resto, ya lo conocemos. Se inventan manifestaciones democráticas al estilo de los vecinos, se acusa sin una sola imagen a Gaddafi de bombardearlas, los llamados rebeldes resultan tener armamento pesado de todo tipo pero son respaldados por los demócratas del mundo entero, la OTAN interviene obligada ante la gravedad de los hechos que los medios pregonan (no diremos nada de las masacres de hace poco y de ahora mismo en Siria, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes, Bahrein y Omán, donde al parecer la cosa no es para tanto) y después de unos 100.000 muertos van acorralando poco a poco al Presidente hasta que le cogen y le linchan y asesinan, al estilo Bin Laden, que un juicio es costoso y, aunque fuera una pantomima, algo se le oiría decir al reo. Aquí te pillo, aquí te mato -dice el refrán- y nada más próximo a la realidad. Hasta se escucha a algunos presuntos rebeldes que le están apaleando exclamar, en perfecto castellano con acento cubano o similar, un "dejadles que le fusilen" mientras se reparten los botines del ensangrentado líder.

Ya está el gato en la talega y el petróleo donde debe, en manos de los dueños del mundo. Podéis dormir tranquilos los bienpensantes, que así no se escribirá la Historia.

miércoles, 12 de octubre de 2011

acerca del dichoso escudo antimisiles

En cuanto se supo la noticia, comenzó en nuestro pueblo un hervidero de comentarios que sigue aumentando en estos días. Todos participan y, en general, todos aplauden la decisión de Zapatero y se frotan las manos echando cuentas de lo mucho que la llegada de la dotación y el acompañamiento de los cuatro destructores va a beneficiar la precaria economía de la gente de Rota, machacada por el paro. Como mucho, el argumentario general asume que, puesto que la Base está ahí y nadie la va a quitar, que al menos su crecimiento deje en Rota más dinero y puestos de trabajo. Ahí coinciden, puestos a coincidir, la alcaldesa y su PP, el PSOE de Zapatero, los RRUU y hasta IU con la mano derecha (con la izquierda afirman que están en contra), los de AECIRO y el portero de mi casa.

Lamento disentir con este general criterio y sentirme en la obligación de argumentar contra esta decisión ilegítima, traicionera, antipopular, reaccionaria y, sobre todo, enormemente peligrosa. Lo hago a título personal, amparándome en aquella cita de Marco Tulio Cicerón, que es la que me impulsa a menudo a nadar contracorriente:"Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo". Acaso por eso me pasa lo que me pasa. Explicaré mi abundante adjetivación del comienzo de este párrafo. Ilegítima, porque en ningún caso estaba contenida esta decisión en la oferta electoral de la que surgió su candidatura a la Presidencia del Gobierno; traicionera porque ha sido negociada y anunciada a espaldas del pueblo y con el Parlamento disuelto; antipopular porque se pasa por el forro al 59% de la población española que acudió a las urnas en el referéndum del 86, tanto a los que votaron a favor (recordad que en la redacción atrabiliaria de la consulta se condicionaba el sí a la progresiva disminución de la presencia militar norteamericana en España) como a los que votaron en contra; reaccionaria por sí misma, sin entrar en más explicaciones, y enormemente peligrosa porque situa a España en general y a Rota en particular como objetivo preferente de cualquier ataque, incluso "preventivo", de los enemigos actuales y/o futuros de la OTAN o del imperialismo yanqui y, desde luego, por multiplicar en nuestro suelo el almacenamiento de misiles SM-2 y SM-3 junto a sus correspondientes cabezas de todo género, probablemente también nucleares.

Lamento no coincidir tampoco en los argumentos de los que afirman que van a traer trabajo y dinero a la Bahía. Las cosas ya no son como antes. Los americanos ya no atan los perros con longanizas, hay centenares de casa unifamiliares vacías en la Base, el súper de allí es mucho más barato que los de Rota, el dólar menos fuerte que el euro al cambio y la experiencia demuestra que las obras que se han estado realizando en el puerto (la construcción del muelle 4, para ser exactos), no han generado puestos de trabajo entre los roteños. Así que no aprecio, para nada, que un nuevo mister Marshall vaya a llamar a nuestras puertas. ¿Merece la pena no dedicar siquiera unos minutos a valorar en la que nos ha metido Zapatero? A quienes estéis interesados, os aconsejo la lectura reposada de este texto http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4487 que arroja bastante luz sobre el tema.

Desde luego que esto no quita para que las autoridades municipales, en beneficio del pueblo, aprovechen para exigir el estricto cumplimiento de los acuerdos de compensación económica firmados con el Ministerio de Defensa (cosa que deberían haber hecho siempre), aunque a mi entender la posición más justa sería la de plantear un rechazo frontal a la permanencia de la Base en nuestro término municipal y la entrega (devolución) a la sociedad civil de todos los elementos construidos que allí se encuentran y no son estrictamente militares. A ver quién es el guapo que me asegura que un macro aeropuerto internacional del sudoeste y unas instalaciones portuarias de primera magnitud no iban a crear puestos de trabajo permanentes y suficientes para recolocar a los 3.552 parados de nuestra ciudad y dinamizar la economía de toda la región, empobrecida actualmente -entre otros motivos- por el detrimento del turismo por la proximidad de esa misma Base que tantos aplauden.

Y eso sin contar con los riesgos que para la salud propia y la de nuestros hijos representa la acumulación de armamentos de naturaleza desconocida, los vertidos al mar del mantenimiento de la flota, la secreta destrucción o hundimiento de munición (plomo) y armamento obsoleto o la inexistencia de depuradora alguna de fecales y pluviales en la Base, por no mencionar el siempre presente fantasma de algún accidente nuclear o táctico sin que nuestra ciudad disponga de ningún plan de evacuación o de emergencias. O encontrarle alguna explicación diferente a que los gaditanos fumamos mucho a las preocupantes cifras de incremento del cáncer entre la población de la Bahía, superiores hasta casi doblar el índice habitual de incidencia de esta enfermedad en el resto de España.

No. No estoy en absoluto de acuerdo con la nueva cesión de la Base de Rota al sistema antimisiles del Tratado, es decir del ejército yanqui, ni con el consecuente incremento de la presencia bélica de los USA a las puertas de mi casa, ni con el progresivo deterioro del turismo que esto ha de conllevar, ni con la cada vez mayor dependencia de nuestro suelo de los planes armamentísticos de la OTAN.

Que se vayan. Que nos dejen en paz. Que devuelvan sus tierras a Rota para que podamos vivir de lo que han construido y allí debe quedarse como justiprecio del peligro al que nos han sometido. España no tiene más enemigos que los que nos crean las propias Bases o la agresiva política militar de la Otan.