miércoles, 21 de diciembre de 2011

agitadores y números

Si os teméis que, tras esta larga ausencia, vaya a machacaros hoy, como cada año, con mis habituales disgresiones antinavideñas, estáis equivocados. Nada de eso. Esta vez hablaremos de números.

Andan las asambleas del 15M, movimiento al que pertenezco y en el que participo casi desde el día que comenzó su andadura, preocupadas. Están mis gentes con el corazón en un puño porque se miran las tripas y no les salen las cuentas. Antes éramos muchas, afirman compungidas, y vamos quedando bastantes menos. ¡Qué desilusión! ¿Qué estaremos haciendo mal? A mí me gustaría decirles que lo que pasa no es malo, pero que podría ir a peor si no reaccionamos.

No es malo, sino lógico. Del surgimiento espontáneo, de la indignación y de la emulación, nació el contacto. Efectivamente, éramos muchas las indignadas, las vapuleadas por el sistema, las hartas, las acosadas, las defraudadas por los políticos y por la política, o mejor dicho por el modo en que los políticos hacen la política. Hablábamos y nos escuchábamos, escrutamos nuevas maneras de existir en común, desarrollamos y nos impusimos descubrimientos semánticos, metalenguajes y modos de colectivizarnos sin diluir la identidad. Fue apasionante construir ese mundo. Y más todavía descubrir que ese proyecto era compartido por tantas, presentes o no, que daba igual. Nos dijeron que estaban y era cierto y lo demostraron saliendo a la calle a cada convocatoria. Y ahí siguen estando. Atentas y esperando nuestras propuestas. Como decía antes, eso es lo bueno.

Pasó el verano y, donde tantos enemigos nos deseaban disueltos, ahí seguimos. Menos, pero sobreactivos y con aquella capacidad de convocatoria incólume. Por eso siguen tragando quina. Porque les damos miedo. Pero éramos menos cada día las que nos veíamos las caras. Éramos menos las personas pero, sin embargo, como contrapeso, nos movíamos más. Vicioso círculo, espiral nefasta. Activismo. Peligro. Ese es el germen de la posible deriva que antes anunciábamos, contra la que deberíamos vacunar al movimiento. Porque la mera existencia de cualquier activismo contiene en su propia esencia el desarrollo de todos y cada uno de los síntomas grupales, que son lo peor en cada casa. La cerrazón, la ausencia de análisis, el sectarismo, el pesimismo, la inapreciable pero segura sustitución del criterio por el dogma, del pensamiento por la ideología, de la independencia por el tabú, de la espontaneidad por la militancia... Prefiero no seguir antes de que me duelan las tripas.

Metidos hasta las cejas en tamaña actividad diaria, lo más normal es que seamos incapaces de mirar más allá de nuestras narices y que así no podamos ni intuir por dónde trascurre lo verdaderamente importante, por dónde va la vida ni lo que piensa nuestro pueblo. Porque, mesianismos aparte, la verdad de la buena es que lo que realmente importa es lo que le importa a la gente, y lo que menos importa es lo que nos importa a nosotras. Ya lo dijimos el 5 de junio en Sol y lo repetiremos las veces que haga falta. Mirarse al ombligo no conduce a nada ni le aporta nada a nadie. Algunas andan en ello, ufanas y hasta satisfechas, dictando de paso doctrina, pero otras muchas nos estamos dando cuenta de que para estar en la gente hay que ser como la gente y sentir y sufrir y echar cuentas y avanzar y frenar como la gente, no como si estuviéramos iluminadas por no sé cuáles ni cuántas verdades universales.

El 15M crecerá de nuevo lo que haga falta cuando nuestras actividades y nuestras propuestas alternativas respondan a lo que los ciudadanos esperan de nosotras. Que hay una Ley injusta, ¿cómo hacer para pararla? Que nos machacan por culpa de la deuda, ¿de qué manera demostramos quién es el que debe, a quién y por qué? Que se presentan unas elecciones, ¿cómo usar las urnas a favor de una democracia directa y contra los mercados? Que vienen nuevos deshaucios, ¿qué hacer para detenerlos? Que la alcaldesa hipoteca al pueblo, ¿cómo denunciar la deuda municipal y a sus causantes?

Esto es lo concreto y lo verdaderamente necesario. Construyamos un nuevo mundo, paso a paso, pero en el mientras tanto acaso lo mejor sea aprender de la realidad que nos rodea y aplicar con valentía todo nuestro esfuerzo para trasformarlo cuanto nos sea posible. Eso espera la ciudadanía de nosotras.

lunes, 28 de noviembre de 2011

de Marinaleda vengo

Estuve en Marinaleda del viernes al domingo por la tarde, respirando libertad. Rodeado de gente estupenda, trabajando como forzados para sacar adelante el IV Encuentro Estatal del 15M, abrazando gente desconocida con la que llevaba más de dos meses en la brecha telemática pero sin vernos las caras, saliendo al paso de los imprevistos y los inexplicables, que son peores, combatiendo la burocratitis asamblearia, que también existe aunque parezca mentira, hablando por la radiotelevisión local sobre nuestro movimiento, comiendo a salto de mata, a veces de traje (yo traje queso, yo...) y otras en el restaurante del Sindicato de Obreros del Campo, organizando, proponiendo, debatiendo, diseñando, discutiendo, comuneando (que viene a ser poner algo en común con otros), consensuando, disintiendo, aclamando, bloqueando, cediendo, aprendiendo, enseñando, sonriendo, disfrutando, conociendo, apuntando, a veces pasando, soñando, riendo, escribiendo, transmitiendo, esperando, viviendo, en fin, la vida con la intensidad de un gerundio permanente, potente y crujiente como la cebolla de la ensalada.

Estuve en Marinaleda y me contagió la firme disposición favorable a nuestro desembarco del pueblo entero, la permanente atención de todos, su amabilidad y buen criterio, su curiosidad de inmediato planteada si llegaba el caso. El Alcalde nos dio las llaves de ese Ayuntamiento sin guardias municipales para imprimir unos programas. Así que llegamos, abrimos, encendimos las luces, prendimos ordenadores e impresoras, descargamos nuestro lápiz de datos, y allí seguía sin venir nadie a controlar nada, que tardaron más de media hora en aparecer y menos mal, porque no encontrábamos los sobres grandes. Clavado con una chincheta en el corcho que habían pegado en el lateral de un archivador vimos un papel con los presupuestos municipales del año en curso. Allí, a la vista de todos. También nos había dado antes las llaves del polideportivo para que durmiera el personal y tampoco hubo control de ningún género. Uno de los que por allí pasaban a entrenar o a lo que sea se ofreció a ayudarnos con la limpieza y la preparación de la zona de recibir, para luego perderse discretamente tras la tarea hecha. Nadie nos acotó, prohibió, condujo, aconsejó o presionó en ningún sentido mientras estuvimos en el pueblo.

Estuve en Marinaleda y me empapé de democracia de la buena, allí donde la asamblea local controla desde hace más de treinta años tanto las cuentas públicas como lo que hacen o no hacen sus electos, que no cobran un duro por su trabajo ya que lo ejercen a tiempo parcial, cuando se lo permiten las tareas de las que viven. Allí donde la tierra es ya de todos, como se demuestra en la construcción colaborativa de viviendas para las jóvenes familias, suelo gratis, cimientos, acometidas y arquitecto también, los materiales los consiguen a tirones de la Junta, así que a trabajar el que puede de cada familia bajo la dirección de un aparejador que controla a estos aprendices de paletas, cuyos emolumentos no se cobran pero sí se acumulan las peonadas invertidas para descontarlas del coste final, de modo que por la hipoteca acabó fijando la asamblea unas cuotas de 15 euros al mes, que lleva sin subir la tira de años. Una hipoteca que no recuerdo si me dijeron que era a ochenta o noventa años para que los hijos sigan atados a ella y nadie haga negocio con lo público.

Estuve en Marinaleda y conocí y aprendí a apreciar a un hombre bueno, combativo y decidido, que lleva sobre sus espaldas buena parte de la historia de este su pueblo, de las ocupaciones de tierras, de las huelgas de hambre, de los innumerables procesos, detenciones, retenciones con que ha ido jalonando su trayecto inflexible y honesto hasta en los pequeños detalles. Compartí con Juan Manuel Sánchez Gordillo muchos momentos, porque se vino a sentar entre nosotros como uno más, tomando notas, escuchando atentamente, participando lo justo salvo cuando presentó su trabajo en el Ágora de economías alternativas. Enseguida nos pusimos de acuerdo sobre la necesidad de abrir una tienda de los productos de la cooperativa al público, iniciativa que me agradeció aunque "ya estábamos en ello", sobre el concepto de sumar elementos o fuerzas políticas susceptibles de coexistir y sobre alguna cosa más que no mencionaré aquí porque soy un tipo discreto. Me dio su móvil para ver si concertamos una charla coloquio en mi pueblo y se borró cuando se apreciaba en el horizonte que llegaba la hora de los agradecimientos.

Estuve apenas tres días en un mínimo espacio de libertad tan plena y contagiosa que os autorizo a manifestar la envidia que sé que os corroe tras leer esta entrada. A la salida del pueblo, la guardia civil paraba algunos coches, para indicarnos que era ya la hora de despertar del sueño. La hora de volver a la pesadilla.

domingo, 20 de noviembre de 2011

ya he reflexionado

Profundamente. Lo hice ayer, a lo largo de una eterna tarde de temporal y calorcito casero, entrecerrando los ojos con tal intensidad que mi chica debía pensar que estaba yo dormido. Nada más lejos de la realidad. Estaba reflexionándome a mí mismo y debo confesar que lo hacía con cierto apremio porque quería terminar antes del partido del Madrid, que no todo va a ser pensar.

El fruto de mi profunda reflexión ha sido éste: la culpa de todo lo que nos pasa la tiene un hijodeyanqui que responde al nombre de Lloyd Craig Blankfein (el andoba de la foto). Y ya está todo dicho. Bueno, acaso esta tajante afirmación no sea del todo cierta, si nos remontamos a los orígenes de la tragedia. En tal caso -de por sí preocupante- de exceso de documentación, el responsable de todo sería un hombre de oro. O, más concretamente, el hombre de oro, en inglés, Goldman, de nombre Marcus, por asociarse en 1869 con un tal Samuel Sachs para la creación de un Banco al que no tuvieron otra original ocurrencia que denominar Goldman Sachs. Así, crudamente, en corto y por derecho, nació y creció aquel banquito hasta alcanzar un capital social de 74.257.000.000.000 de dólares (no me sobra ni un cero) el año pasado. Prefiero pasar de puntillas sobre la etnia que sugieren estos nombres, porque no es el caso. ¿O sí?

Pero no es el dinero, que también, sino el poder omnímodo de esta entidad financiera -antes Banco de Inversiones- lo que me da que pensar, sobre todo porque administra, además, las mayores fortunas del mundo mundial, como la de la familia Rockefeller. De entrada, hay que decir que GS (familiarmente llamado así) que fue uno de los principales culpables de la crisis financiera de 2008 como partícipe fundamental en el derrumbe de Lehman Brothers, recibió como premio y solución a sus pesares la autorización de la Reserva Federal para dejar de ser un banco de inversión y convertirse en un banco comercial. A pesar de su evidente responsabilidad (fue acusado formalmente de fraude en 2010 por las hipotecas subprime), el Banco ya había recibido del Estado, dos años antes, una propina de 10.000 millones de dólares gracias al programa TARP. Claro que no es nada extraño que el gobierno de Obama acudiera en auxilio de la niña de sus ojos. No en vano el GS había colocado en su Administración hasta tres Secretarios del Tesoro y doce altos cargos en asuntos económicos. Cuestión ésta, la de colocar ex-directores generales en puestos clave de la administración pública (conviene no olvidar que buena parte de los ingresos y prebendas de los altos cargos en las grandes compañías les son entregados en forma de productos financieros de la propia entidad, de esos que nadie vende y que consolidan el patrimonio, por lo que es normal que permanezcan así cautivos de la madre que les parió) que están aplicando en Europa sin ninguna vergüenza.

En tiempos de las bárbaras naciones
de las cruces colgaban los ladrones.
Y ahora, en este siglo de las luces,
del pecho del ladrón cuelgan las cruces.


No sé a qué autoría responden estos versos que me parecen el paradigma de la situación actual. Pero, ahora que tanto se habla de LOS MERCADOS, interesa saber quién anda detrás de los intereses especulativos y cómo se lo montan. Porque, si no, somos hasta capaces de creernos que el enemigo es la Merkel o el tonto del Sarkozy, y os juro que no es el caso.

Veamos, nombre por nombre: el amigo Papandreu era hasta hace poco el jefe de los griegos y valeroso gestor de una crisis que tuvo su punto de partida en el engaño de la deuda gracias al que se consiguió de matute la entrada en el Euro para reventar luego la cosa desde dentro. ¿Quién gestionaba el Banco central griego en aquél periodo (1994-2002)? Casualmente, un ex-altocargo de GS de nombre Lucas Papadémos. No me jodas. ¿El mismo Papadémos que acaba de ser nombrado Primer Ministro de Grecia tras el descalabro del buenazo de Yorgos por atreverse a plantear la hipótesis de una consulta al pueblo? Sí señor. Ya es casualidad, ¿no? Prosigamos.

En Italia sobraba Berlusconi, poco serio para la que está cayendo. ¿Qué hacemos? Pues que dimita y se nombra nuevo gobierno bajo la dirección de un "técnico" en los asuntos de la pasta. ¿Pues a quién se nombra Presidente del Consejo? Sin discusión, a un tal Mario Monti, casualmente Consejero Internacional de Goldman Sachs desde 2005. ¡Coño! Claro que se trata del más indicado puesto que viene recomendado por Mario Draghi, nuevo presidente del Banco Central Europeo y, ¡qué casualidad de nuevo! vice-presidente de GS para Europa de 2002 a 2005 y autor en 2010 de un jugoso estudio sobre el mercado único europeo por encargo de Durao Barroso. Méritos le sobran al personaje, a lo que parece. Sobre todo si recordamos que el bueno de Draghi dirigía el Banco Central Italiano mientras su país acumulaba una de las mayores deudas del planeta.

¿Seguimos con Portugal? ¿Cómo os queda el cuerpo al saber que el recién dimitido director del departamento Europa del FMI (Fondo Monetario Internacional), el portugués Antonio Borges, uno de los artífices del euro en el país vecino y supervisor de los préstamos de 30.000 millones a Grecia y 22.500 millones a Irlanda, había sido durante ocho años (2000-2008) dirigente de GS Internacional?

¿Irlanda? ¿Alguien dijo Irlanda? Otro ex-presidente de Goldman Sachs International, que sigue siendo uno de sus administradores, el irlandés Peter Sutherland, jugó un papel clave en el antes mencionado salvamento de Irlanda. ¿A alguien le extraña que llegara tanto dinero a reflotar la isla verde? Todo esto por no mencionar a otras piezas de GS como el francés Fabrice Tourre, factótum del escándalo Abacus, Otmar Issing, ex-presidente del Bundesbank o Paul Deighton, 22 años en Goldman Sachs, ahora directorgeneral del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.

Todos en la Trilateral, todos en el Club Bildelberg, estos y no otros son los amos del mundo, los que cambian gobiernos y constituciones por encima de cualquier democracia. Ésta -no otra- es la triste realidad ante la que solo la fuerza de los pueblos unidos podrá encontrar una respuesta

¡Ah!, si tras leer esto no se os quitan las ganas de votar es que os merecéis lo que nos pasa. Vaya, ¡qué radical me ha salido la frase! Yo, que en éstas me abstengo, también me incluyo en la lista de meritorios. O todos unidos, amigos míos, o no hay salida.

Nota. Para los interesados, dos libros: http://www.planetadelibros.com/el-banco-libro-50017.html y "El Instituto Tavistock" de Daniel Estulin.

jueves, 3 de noviembre de 2011

mi querida Rota

Hace ya cuatro años que mis viejos huesos arribaron a tus costas, Rota querida, al rompeolas de tu Costilla, y aparqué en tu seno mi deriva dispuesto a disfrutar en tus entrañas el dorado viaje a ninguna parte que me espera. Era mi intención, no lo dudes, encontrar al fin en tus arenas serenidad y bonhomía, esa calma que mi biografía me negaba habitualmente con la excusa de que era yo un culo de mal asiento y de esos tipos que no callan ni debajo del agua. Junto a mi adorada esposa, aspiraba a dejar pasar la vida al amor de su cercanía, de una lectura amena o interesante, una película atractiva y la compañía de algunos amigos ya buenos aunque recientes. En eso estaba y en eso sigo, pese a que en la actualidad hayan aparecido en lontananza nubarrones de oscuro presagio, fruto sin duda de mi proverbial costumbre de buscalíos. Por eso te escribo, Rota querida, para aclarar el panorama.

Con todas mis intenciones, no dejé nunca de lado mi eterna curiosidad por cuanto me rodea, de modo que me fui informando de tu historia y evolución, que es y me ha parecido siempre admirable por su ejemplar vigor y capacidad de supervivencia, hasta que caí en la cuenta de que existen dos temas, dos asuntos ante los que tu proverbial sabiduría y conocimiento flaquean. Son la Base y el turismo. Te los tocan y te enmarañas y ciegas como un gallo de pelea, como si te mentaran a la madre. Consciente de ello, deseo sin embargo explicarte, querida Rota, que en mi caso, al menos, disentir de tu visión generalizada sobre estos dos asuntos no es otra cosa que un diferente modo de expresión del profundo amor y agradecimiento que siento por ti, acogedora Villa, que tan bien me ha recibido. Si no te quisiera como te quiero, me darían igual tus cosas. Pero no es el caso.

Cierto es que la instalación de la Base y sus sucesivas evoluciones permitieron un salto histórico favorable para la población de Rota, que supo deslindar los aspectos negativos para aprovechar los positivos de aquella presencia impuesta en beneficio de una economía que fue antaño tan precaria. Cierto que las sucesivas generaciones de roteños deudos de la Base han dotado a este pueblo de características diferenciales, muchas positivas, respecto a los demás del entorno. Tan cierto como que, en el fragor del "monocultivo" que la misma representó para todo el pueblo, no evolucionó a la vez como debiera el entramado económico de la Villa y se quedó atrás en aras de la dependencia de la Base. Cierto también que, desde su instalación en el 53, no ha habido incidentes graves que hayan puesto en peligro directo a la población. Pero no es menos cierto que, potencialmente, la existencia de arsenales vecinos, agravada ahora por la necesaria acumulación de los misiles que armarán los cuatro destructores que van a venir gracias al acuerdo estratégico de Zapatero, el famoso escudo, incrementa y multiplica los riesgos de accidente ante el que la población carece de plan alguno de evacuación. ¿Os imagináis lo contentos que estaban los vecinos de Fukushima con su central nuclear a las puertas hasta que llegó el sunami? Nunca les había pasado nada a ellos, tampoco. Y ahí tenían trabajo. Pero el peligro potencial era evidente para quien no quisiera mirar para otro lado. Un peligro que es real, vecinos, aquí y ahora, ante el que no es buena cosa cerrar los ojos.

Se dice luego que la presencia de la Base es algo inamovible. No es cierto. Solo lo es si y mientras el Gobierno de esta Nación así lo permita. En Zaragoza ya no hay Base militar. También podría ser pasado la de Rota, bien si a los americanos no les interesara en cualquier momento, por razones económicas o estratégicas, como si un nuevo Gobierno aplicara una diferente política respecto de la Otan. ¿Os parece tan raro? ¿Qué diríamos entonces, que nos han abandonado? Se argumenta que mejor que no se fueran, y eso ya me parece un contrasentido. ¿Verdaderamente hay alguien que piense que no se podría poner en marcha en Rota el mayor aeropuerto civil del sudoeste de Europa con esa pista de 4 kilómetros de las que hay tan pocas? ¿No daría ese aeropuerto trabajo y riqueza al pueblo? ¿Y ese puerto militar, convertido en punto de atraque de transatlánticos y cruceros de largo recorrido? ¿No sería una fuente inagotable de divisas para el pueblo como puerta de Africa, de América y del Mediterráneo?

Yo no digo que sea fácil conseguirlo, pero sí que merece la pena luchar por ello, precisamente por amor a Rota, a su integridad, a su economía, a sus gentes... Amor de verdad, del que no se tapa los ojos ni la nariz ante lo que no le gusta, del que no mira hacia otro lado... Amor tan legítimo, al menos, como el que otros muchos expresan aceptando la Base como fuente de recursos. Claro que no se discute que el pueblo tenga esos recursos. ¡Faltaría más! Todo mi respeto por quienes viven de forma directa o indirecta de la Base. Pero que nadie me diga que esa es la única forma de vida a la que debe aspirar Rota, porque no es cierto. Y que nadie me califique como enemigo de este pueblo, porque no se lo permito.

Del turismo, acaso una pincelada. Cada vez que llueve, los aliviaderos arrojan a las playas los excesos de aguas pluviales mezcladas con aguas fecales que produce la población y las que llegan de la Base. Este problema se ha convertido en endémico. Bien lo saben los vecinos de la calle Écija, por ejemplo. Pero no se ha hecho nada para solucionar este eterno problema. Parches y más parches, pero soluciones, ninguna. Se sigue aliviando a la arena de las playas, cosa radicalmente prohibida en la Comunidad Europea, por lo que roteños y visitantes retozan los días de sol sobre una arena contaminada y se bañan en un mar que ha recibido esas aguas. ¿Somos conscientes de este asunto tan grave? Si no se engaña a los organismos oficiales al respecto, ¿cómo es posible que se le otorguen a nuestras playas calificaciones que ignoren esta realidad? ¿Ha habido fondos FEDER o europeos de cualquier género para solventar estas graves deficiencias? ¿No se han solicitado o se han recibido y derivado a otro género de inversiones? Si nuestro pueblo quiere (y debería) obtener recursos de la explotación del turismo es obligatorio que resuelva este grave problema. Y alguien, que quiera realmente a nuestro pueblo, debería denunciarlo para que se solucione. De nuevo no es una expresión de amor cerrar los ojos, sino de interés por lo inmediato. No confundir una cosa con la otra.

A lo mejor es que hay distintas maneras de quererte, querida Rota, pero te agradecería que escucharas la mía, que es la de muchos que a veces callan, pero así lo piensan.

sábado, 22 de octubre de 2011

aquí te pillo...

Cuando, el 19 de febrero de 2009, Gaddafi pidió a los libios que le apoyaran en su propuesta de destituir al gobierno y entregar los beneficios del petróleo directamente a los 5 millones de ciudadanos del país, en un discurso televisado ante los representantes del Congreso Popular Libio, estaba firmando su sentencia de muerte. Su plan de tres puntos diseñado para acabar con la corrupción generalizada de su propio gobierno, contenía la nacionalización del petróleo, el desmantelamiento de la burocracia ministerial sustituyéndola por la gestión directa del ejecutivo por órganos populares y la distribución directa y equitativa de los ingresos del petróleo a los ciudadanos. Ni más ni menos. Los que piensen que aquello podía ser tan solo propaganda del régimen, que se lean y traduzcan en esta página nada sospechosa de gadafista lo que aquí afirmo. Rebuscando, podrán encontrar así mismo un grupo de noticias muy curioso que va desde mediados del año 2010 hasta casi el día de antes de la revuelta en las que se nos cuenta que BP no hace más que posponer la riquísima prospección marítima que estaba anunciada para 2010. Con gente tan desprendida, que ni explota ni nada, es que da gusto.

Sin embargo, el 4 de marzo de 2009, contra todo pronóstico mínimamente coherente, aquel ambicioso plan fue aplazado "sine diae", para no decir rechazado, por la mayoría de los representantes populares, como el Primer Ministro Al-Baghdadi Ali al-Mahmoudi o el Gobernador del Banco Central, Farhat Omar Bin Guidara. El propio Gaddafi ya advertía a los libios de que aquel plan, que prometía rentas igualitarias de hasta 23.000 dólares anuales para el millón de ciudadanos con menores ingresos, podría provocar al principio un cierto caos. No tengáis miedo a experimentar nuevas formas de gobierno dijo, antes de proceder a la votación y advirtió: Este plan es para ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos. Si lo hacéis fracasar, yo me lavaré las manos, pues será responsabilidad vuestra. En las votaciones efectuadas, curiosamente, solo 64 de los 468 miembros del Congreso del Pueblo (que no en vano vivían de lujo en las petroleras élites estatales) votaron por el plan de apropiarse del dinero inmediatamente. Del total de congresistas, apenas 251 aceptaron el plan en principio, pero pidieron que se retrasara hasta que fueran tomadas las medidas apropiadas, lo que en realidad permitiría retrasar el proyecto por lo menos unos cuantos meses, dando así tiempo a desactivarlo.

El resto, ya lo conocemos. Se inventan manifestaciones democráticas al estilo de los vecinos, se acusa sin una sola imagen a Gaddafi de bombardearlas, los llamados rebeldes resultan tener armamento pesado de todo tipo pero son respaldados por los demócratas del mundo entero, la OTAN interviene obligada ante la gravedad de los hechos que los medios pregonan (no diremos nada de las masacres de hace poco y de ahora mismo en Siria, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes, Bahrein y Omán, donde al parecer la cosa no es para tanto) y después de unos 100.000 muertos van acorralando poco a poco al Presidente hasta que le cogen y le linchan y asesinan, al estilo Bin Laden, que un juicio es costoso y, aunque fuera una pantomima, algo se le oiría decir al reo. Aquí te pillo, aquí te mato -dice el refrán- y nada más próximo a la realidad. Hasta se escucha a algunos presuntos rebeldes que le están apaleando exclamar, en perfecto castellano con acento cubano o similar, un "dejadles que le fusilen" mientras se reparten los botines del ensangrentado líder.

Ya está el gato en la talega y el petróleo donde debe, en manos de los dueños del mundo. Podéis dormir tranquilos los bienpensantes, que así no se escribirá la Historia.

miércoles, 12 de octubre de 2011

acerca del dichoso escudo antimisiles

En cuanto se supo la noticia, comenzó en nuestro pueblo un hervidero de comentarios que sigue aumentando en estos días. Todos participan y, en general, todos aplauden la decisión de Zapatero y se frotan las manos echando cuentas de lo mucho que la llegada de la dotación y el acompañamiento de los cuatro destructores va a beneficiar la precaria economía de la gente de Rota, machacada por el paro. Como mucho, el argumentario general asume que, puesto que la Base está ahí y nadie la va a quitar, que al menos su crecimiento deje en Rota más dinero y puestos de trabajo. Ahí coinciden, puestos a coincidir, la alcaldesa y su PP, el PSOE de Zapatero, los RRUU y hasta IU con la mano derecha (con la izquierda afirman que están en contra), los de AECIRO y el portero de mi casa.

Lamento disentir con este general criterio y sentirme en la obligación de argumentar contra esta decisión ilegítima, traicionera, antipopular, reaccionaria y, sobre todo, enormemente peligrosa. Lo hago a título personal, amparándome en aquella cita de Marco Tulio Cicerón, que es la que me impulsa a menudo a nadar contracorriente:"Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo". Acaso por eso me pasa lo que me pasa. Explicaré mi abundante adjetivación del comienzo de este párrafo. Ilegítima, porque en ningún caso estaba contenida esta decisión en la oferta electoral de la que surgió su candidatura a la Presidencia del Gobierno; traicionera porque ha sido negociada y anunciada a espaldas del pueblo y con el Parlamento disuelto; antipopular porque se pasa por el forro al 59% de la población española que acudió a las urnas en el referéndum del 86, tanto a los que votaron a favor (recordad que en la redacción atrabiliaria de la consulta se condicionaba el sí a la progresiva disminución de la presencia militar norteamericana en España) como a los que votaron en contra; reaccionaria por sí misma, sin entrar en más explicaciones, y enormemente peligrosa porque situa a España en general y a Rota en particular como objetivo preferente de cualquier ataque, incluso "preventivo", de los enemigos actuales y/o futuros de la OTAN o del imperialismo yanqui y, desde luego, por multiplicar en nuestro suelo el almacenamiento de misiles SM-2 y SM-3 junto a sus correspondientes cabezas de todo género, probablemente también nucleares.

Lamento no coincidir tampoco en los argumentos de los que afirman que van a traer trabajo y dinero a la Bahía. Las cosas ya no son como antes. Los americanos ya no atan los perros con longanizas, hay centenares de casa unifamiliares vacías en la Base, el súper de allí es mucho más barato que los de Rota, el dólar menos fuerte que el euro al cambio y la experiencia demuestra que las obras que se han estado realizando en el puerto (la construcción del muelle 4, para ser exactos), no han generado puestos de trabajo entre los roteños. Así que no aprecio, para nada, que un nuevo mister Marshall vaya a llamar a nuestras puertas. ¿Merece la pena no dedicar siquiera unos minutos a valorar en la que nos ha metido Zapatero? A quienes estéis interesados, os aconsejo la lectura reposada de este texto http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4487 que arroja bastante luz sobre el tema.

Desde luego que esto no quita para que las autoridades municipales, en beneficio del pueblo, aprovechen para exigir el estricto cumplimiento de los acuerdos de compensación económica firmados con el Ministerio de Defensa (cosa que deberían haber hecho siempre), aunque a mi entender la posición más justa sería la de plantear un rechazo frontal a la permanencia de la Base en nuestro término municipal y la entrega (devolución) a la sociedad civil de todos los elementos construidos que allí se encuentran y no son estrictamente militares. A ver quién es el guapo que me asegura que un macro aeropuerto internacional del sudoeste y unas instalaciones portuarias de primera magnitud no iban a crear puestos de trabajo permanentes y suficientes para recolocar a los 3.552 parados de nuestra ciudad y dinamizar la economía de toda la región, empobrecida actualmente -entre otros motivos- por el detrimento del turismo por la proximidad de esa misma Base que tantos aplauden.

Y eso sin contar con los riesgos que para la salud propia y la de nuestros hijos representa la acumulación de armamentos de naturaleza desconocida, los vertidos al mar del mantenimiento de la flota, la secreta destrucción o hundimiento de munición (plomo) y armamento obsoleto o la inexistencia de depuradora alguna de fecales y pluviales en la Base, por no mencionar el siempre presente fantasma de algún accidente nuclear o táctico sin que nuestra ciudad disponga de ningún plan de evacuación o de emergencias. O encontrarle alguna explicación diferente a que los gaditanos fumamos mucho a las preocupantes cifras de incremento del cáncer entre la población de la Bahía, superiores hasta casi doblar el índice habitual de incidencia de esta enfermedad en el resto de España.

No. No estoy en absoluto de acuerdo con la nueva cesión de la Base de Rota al sistema antimisiles del Tratado, es decir del ejército yanqui, ni con el consecuente incremento de la presencia bélica de los USA a las puertas de mi casa, ni con el progresivo deterioro del turismo que esto ha de conllevar, ni con la cada vez mayor dependencia de nuestro suelo de los planes armamentísticos de la OTAN.

Que se vayan. Que nos dejen en paz. Que devuelvan sus tierras a Rota para que podamos vivir de lo que han construido y allí debe quedarse como justiprecio del peligro al que nos han sometido. España no tiene más enemigos que los que nos crean las propias Bases o la agresiva política militar de la Otan.

sábado, 3 de septiembre de 2011

alternativa por la Democracia

Ante el evidente descalabro electoral que acecha a un PSOE desnortado, adalid a contracorriente en España del neoliberalismo rampante gracias a Solbes y Salgado -a todo el equipo económico del Gobierno, para qué señalar con el dedo- nombrados directamente (imagino que conociendo bien las consecuencias previsibles al depositar en ellos y su tendencia las llaves de la economía española) por Zapatero, cuestión ésta que va a salpicar inexorablemente la opción supuestamente regeneradora de Rubalcaba, la pregunta es a dónde han de ir a parar esos votos que abandonarán la bandería socialista.

Más cercano de lo que desearíamos el 20N, sin tiempo apenas para templar gaitas, parece que haya llegado el momento de una reflexión urgente que contribuya a clarificar las opciones que nos quedan a los ciudadanos de a pie ante esta cita electoral que circunvuela como ave de mal agüero nuestras cabezas. Las consecuencias de un vacío opcional en unas elecciones generales, pero especialmente en éstas por sus particulares circunstancias que las dotan de una trascendencia innegable, podrían abocarnos a una brutal travesía del desierto si el PP se hiciera con la mayoría absoluta -léase manos libres- para aplicar en todo el Estado (con la brutalidad, la arrogancia y la desvergonzada incontinencia que ya demuestran Aguirre, Cospedal y compañía) sus políticas de destrucción de lo público en beneficio del sector privado (léase capitalismo salvaje).

Con la excusa de anteriores despilfarros, en parte ciertos gracias a la manirrota administración de los socialistas en el Estado y las Autonomías a su cargo, pero en nada comparables, pese a ello, al aterrador volumen de la deuda privada de Bancos, Cajas, grandes empresas y corporaciones financieras -que son la auténtica carga de la deuda española-, veremos cómo aplican medidas económicas de restricción sin precedentes que afectarán a los parados y a los pensionistas en sus escasos ingresos, habrá que pagar dos veces la sanidad, cerrarán colegios y hospitales públicos, se acabará la financiación de libros u ordenadores para los estudiantes, de becas públicas para universitarios... Cualquier sector popular será pasto de esos "mercados internos" que no son otra cosa que la Banca bajo cualquier acepción. Con las manos libres, queridos, Rajoy va a ser (sin olvidar a sus aventajados discípulos de CiU), el rayo que no cesa, la tormenta perfecta, el huracán Irene y los cuatro jinetes del apocalipsis todo en uno. Y nosotros, el pueblo, cada vez más pobres, nuestra vida mucho peor y en la tele todas de romanos.

Esta es la que nos espera si no reaccionamos. Por eso mi opinión alarmada y urgente de hoy. Porque ante una situación de riesgo evidente de esta enorme envergadura, ni el pasotismo electoral de amplios sectores quincemayistas (justificado quizá, pero inútil a estos efectos y frente a tamaña amenaza), ni el doctrinarismo de IU, ni la curiosidad emergente de Equo, ni purismos nacionalistas de ningún género, tienen cabida en esta hora histórica ni la dispersión evidente de estas izquierdas servirá para nada. Bueno, sí que servirá para algo, como cualquiera que conozca el proceso electoral en España sabe de sobra: para entregar más escaños a los dos grandes partidos.

Ante el riego evidente que nos acecha, ante su trascendencia realmente histórica, ante el previsible descalabro de una Constitución que habrá precedido la nueva Legislatura con la rendición de la soberanía popular a las exigencias del BCE, FMI y de algunos estados europeos adalides de su Banca nacional, ante el peligro en que se encuentra, por todo ello, nuestro sistema democrático, es la hora de las decisiones generosas. La hora de olvidarse de las tácticas propias y sublimarlas en una sola, la hora de que todos los partidos de izquierda real se reúnan, sin excepción, para preguntarse a dónde van y a dónde envían al pueblo si se presentan separados. La hora, pero ya, de encontrar un programa mínimo conjunto que evite sectarismos y personalismos, que se apoye en las reivindicaciones del sector más profundamente movilizado de nuestra sociedad española -el movimiento del 15M y Democracia Real Ya, básicamente- con el fin de articular UNA SOLA Y ÚNICA ALTERNATIVA POR LA DEMOCRACIA que sea capaz de unificar el voto de todos los descontentos, que somos legión, con el sistema que nos ha conducido a esta situación.

Si no lo hacen yo, al menos, no se lo perdonaré nunca.

lunes, 29 de agosto de 2011

emociones del vino

Debo estar gilipollas, interpretación que nunca descarto, pero anteayer sábado me emocioné viendo a la gente pisar la uva. Más precisamente, la uva Tintilla, variedad autóctona de aquí, de Rota, actualmente en alto riesgo de extinción -ante el que muchos nos rebelamos. Fue en un acto local, tras una brillante conferencia en la que quedó claro cómo estos pagos han pasado de tierra vinícola a tierra de nadie gracias a la Base americana y al turismo. Sobre un escenario, ante el castillo de Luna (que se reconstruyó al gusto franquista de la época, sin respeto ni coherencia histórica), un pequeño lagar recibió no más de doscientos kilos de nuestra uva autóctona, de igual ADN que la graciano riojana o la parraleta aragonesa, pero más antigua y cultivada en terreno arenoso. Este año se ha adelantado la cosecha, acaso por mor del levante traicionero, y ha habido que recogerla porque estaba ya perdiendo peso. Al lagar fueron a parar esos doscientos kilos y al escenario se fue subiendo la gente, un padre con su hijo en brazos, familias enteras o algún grupo de chicas, jóvenes y mayores animados, alegres, descalzos y sobre todo fieramente humanos, a pisar la uva como se ha hecho siempre, al placer de sentir en sus plantas reventar la vida, renacer en caldo y en hollejo, a disfrutar la ceremonia que fecunda el tránsito de la tierra a la bodega, del campo abierto al silencio de la gruta, de la cepa al milagro dentro de una botella.

A mediada que los olores del mosto, que chorreaba abundante por el caño a las vasijas, impregnaban la plaza, a todos los presentes se nos iba poniendo cara de tontos, esa sonrisa inadvertida y algo boba por la que se nos escapa sin querer, en momentos especiales (cuando ningún convencionalismo sujeta el gesto y puede la emoción fluir a su antojo, emergiendo de adentro), esa expresión que resulta ser lo más parecido a la felicidad de que disponemos.

Evoqué entonces aquellos pasados días de vino, los tiempos en los que vivir era compartir, en que trabajar era noble y aceptarlo sensato y hacerlo con alegría expresión de solidez y de salud mental. Tiempos mas sencillos y sabios, tiempos de armonía con lo natural, de pertenencia al paisaje, de risotada, de charla a la atardecida, tiempos de cerezas y vino, siempre de vino como cultura, solaz, trabajo, trasiego o cata, pero sobre todo tiempos de vino en compañía.

Y me emocioné como un viejo idiota. Más vivo que nunca.

sábado, 27 de agosto de 2011

..., y dicen que llueve

Ha bastado una carta, con remite del Banco Central Europeo. Esa misma carta que hasta el impresentable Berlusconi ha mostrado en público y de la que Zapatero niega la existencia mientras la esgrime a escondidas para convencer ipsofacto a las dos erres que le orbitan, Rubalcaba y Rajoy. ¿O es que alguien puede creer que haya un sobre para Italia y no lo haya para España? Una carta en la que el dinero exige que se modifique nada más y nada menos que la Constitución de un país, la Carta Magna, la Ley de Leyes que representa y contiene la soberanía popular. Así, por las bravas. Así, con dos cohone que decimos por aquí. Así, que hay que cumplir al pie de la letra el Pacto del Euro si queremos que ellos, los que realmente mandan en el mundo, le salven el culo a nuestra economía, esa misma que ellos echaron a perder con su avaricia cuando los bonos basura y gracias a que el Estado acudió a endeudarse gastando el dinero de todos para salvar a los Bancos. Aunque, la verdad sea dicha, con carta o sin carta la cosa es igual, que ya nos quedó clarinete el mensaje cuando nos contaron la milonga del mencionado pacto.

Pero hoy quiero poner el énfasis en un par de cosas. Siempre nos decían que la Constitución era intocable, ¿recordáis? Aseguraban que cambiarla era poco menos que derribar los palos del sombrajo que nos cobija o pretextaban que hacía falta mucha paciencia y mucha discusión para siquiera mover una coma. Pues va a ser que no. Que nos mentían como acostumbran, como siempre, con alevosía. Que sus grandes y enfáticas palabras solo ocultaban una triste y cruda realidad. Que no les daba la gana modificarla, que sabían de sobra que no era sagrada, pero que les interesaba seguir a salvo resguardados bajo su paraguas. Grande, gigantesca su mentira de vividores y paniaguados, de trileros de la política.

En otro orden de cosas, aunque tenga mucho que ver con lo anterior, durante tres décadas nos han estado asegurando que endeudarse era bueno. El propio Estado, decían, lo hace por sistema. Es síntoma de solidez, de eficacia, de confianza en el futuro, ¿recordáis? Despreciaban, miraban por encima del hombro al que no se hipotecaba, al que no vivía por encima de sus posibilidades, se reían del que hacía la cuenta de la vieja y gastaba solo y parte de lo que realmente tenía. ¡Qué antiguo! Ahora, a todos ellos se les llena la boca de austeridad, ellos que han gastado sin cuento ni medida, ellos que son precisamente los responsables del despilfarro, de los miles de coches oficiales, de malbaratar la hacienda pública, de no perseguir ni acabar con el fraude, de permitir las enormes bolsas de economía sumergida, de aceptar y participar en los paraísos fiscales y la ingeniería financiera, de indultar a los defraudadores de postín (o de Botín), ellos, estos mismos bandarras son los que ahora han descubierto el bálsamo de Fierabrás y, convertidos en corderos, lo argumentan con palabras como austeridad, prudencia, economía contenida, insistiendo en lo bueno que resulta no gastar más de lo que se tiene cuando llevan treinta años haciendo, los unos y los otros, exactamente lo contrario. Como sinvergüenzas. Engañando una y otra vez a su pueblo.

Nos siguen meando encima, queridos, y dicen que llueve.

martes, 23 de agosto de 2011

a toro pasado

Vuelto el morlaco a su redil vaticano, sosegadas las crispadas aguas del laicismo machacado por los perros policías de un gobierno aconfesional pero con los pantalones por las rodillas ante banqueros y obispos, me pregunta un amigo por qué no he intervenido en cuestiones tan candentes, con lo que me gusta la bronca. No lo sé, pero creo que ha sido por el colesterol o la tensión arterial o cualquier mandanga exculpatoria. Es broma. Lo cierto que ha sido por culpa de la playa.

Bajo todas las mañanas a bañarme a La Costilla, a eso de las nueve, que es la hora de las gordas, las pescadoras rezagadas, las atléticas corredoras que persiguen una forma inalcanzable y unos glúteos y barrigas de diseño que sólo existen en sus deseos y que jamás alcanzarán por mucho que corran, la hora de las paseantes a ritmo de salsa, de los iPods a todo tren, las conversaciones despellejantes, la hora punta del paseo de las ancianas, las rehabilitadas, las convalecientes y las ampliamente orondas como yo misma, joder lo que me cuesta este estilo quincemayista de hablar en femenino hasta que me repito mil veces que es así porque me refiero a personas y no a sexos, a ver si os enteráis. Paseo un poco por la orilla, calzado con unas horrendas cangrejeras amarillas de goma para no fastidiarme las plantas con el pedregal que arroja la mar todos los días, dejo camisa, toalla y raybans en un montón bien a la vista desde nuestra terraza y me meto luego en el mar pausadamente, sin titubeos, caminando hacia dentro hasta que el agua me cubre. Esté fría o caliente, hago de esta ceremonia de la indiferencia cuestión de honor, que no se note desde fuera que se me está encogiendo el escroto o que me tiritan hasta los pelos del cogote cuando una puñetera ola me salpica los desprevenidos pezones y se me ponen como escarpias mientras yo, impertérrito, hago de mi capa un sayo y quedo como un señor ante una pléyade de espectadores fantasmagóricos que admiran mi valor y osadía pero no me aplauden porque tampoco tienen manos. Es mi privada, hasta ahora, ceremonia de inmersión en lo cotidiano, para que tampoco me asuste ni me den los siete males al afrontarlo cada día, con lo que suele traer, mi manera de simbolizar la otra ceremonia, la de la vida, además de que lo tenga que hacer por prescripción facultativa para refrescar la circulación perezosa que corre por las venas de mi pata derecha vaya usted a saber por qué.

Luego, tras dos o tres amagos de ejercicio con los brazos, me acerco al paseo, me doy una ducha, me seco al sol y me subo para casa tras aclararme los pies y su horrible ornato a tomarme con mi chica el segundo café y seguir como si tal cosa con la jornada, tan feliz de haberme conocido.

No voy a permitir que la maldad, la vergüenza ajena o la ira propia me amarguen estos momentos. Que les den.

sábado, 6 de agosto de 2011

Rubal-cava su propia fosa

Como a un Pinocho invertido, cada vez que el candidato Rubalcaba miente, le disminuye su expectativa de voto. En vez de crecerle la nariz, lo que sería en exceso evidente, el candidato cava su propia fosa cada vez que pretende pasar una mano por el lomo de las exigencias del 15M mientras que, con la otra, se postula ante sus dueños de toda la vida mintiendo para defender la indefendible actuación de la policía del Estado en la noche del 4 de agosto. Está el hombre tan convencido de sus capacidades para la política, entendida como la entienden los que viven de ella, y tan seguro de esa proverbial inteligencia que le suponen y proclaman cuantos le rodean (mientras twittean como locos planean vivir a su sombra), tan pagado de sí mismo, en suma, que todavía no se ha percatado de que su única alternativa para que no le revuelque en las urnas el incompetente Rajoy (el hombre que no tiene nada que decir, según The Economist) es hacer creer a sus votantes potenciales que ha recibido y aceptado el mensaje de la calle expresado a través del movimiento 15M.

A quien me tilde de exagerado al hacer estas afirmaciones le recomendaría darse un garbeo por la reciente encuesta de IPSOS para comprender el enorme calado que este movimiento, del que tan orgulloso formo parte en mi Rota del alma, está alcanzando entre la población española, que son sus hipotéticos votantes. Entre 6 y 8,5 millones de españoles (y me refiero, claro está, a los que tienen la edad de responder a una encuesta) manifiestan haber colaborado activamente con nuestro movimiento, al que dicen conocer un 78% de los encuestados y del que el 76% manifiestan que sus reivindicaciones son más que razonables y que tienen el derecho democrático a luchar por ellas. Así que es más que probable que el candidato Rubalcaba esté patinando en su estrafalaria decisión de poner cada día una vela a Dios y otra al Diablo, creyéndose que a un ser superior como él todo le está permitido.

No ha caído en la cuenta, posiblemente, porque anda el hombre instalado en la misma visión elitista de que hace gala su ilustre compañero de Partido y Presidente del Congreso, José Bono, que hace bien poco manifestaba que "desde una tienda de campaña no se pueden resolver los problemas de un país". Claro que no cabe esperar otra cosa de quien ningunea en público al 20% de la población española al manifestar en TVE que "los partidos minoritarios en las urnas pintan poco", probablemente porque piensa que van a importar menos aún con las modificaciones de la Ley Electoral pactadas recientemente a favor del más descarado bipartidismo, y feliz hasta la incontinencia verbal ante la próxima visita del preceptor espiritual de su cinismo, el experto Ratzinger.

Pero no olvidemos que este país es más que nunca de los bancos, que la esquizofrenia de los mercados no es otra cosa que el capitalismo financiero desbocado, que el Pacto del Euro es y será (mientras no cambiemos las cosas) el ABC de la política que aplicarán todos y cualquiera de ellos, sean PP, PSOE, Convergencia u otros, con su contenido de bajos salarios, privatizaciones inmediatas y legislación a su medida, o que los sindicatos, al menos hasta ahora, son incapaces de defender a los obreros frente a la pérdida y dejación de cuanto conquistaron con su lucha histórica.

Vergüenza de país, digno de candidatos como este mal Pinocho, si no se levanta y grita. ¡Basta!

viernes, 5 de agosto de 2011

sangre para el Papa

Parece que la consigna era limpiar las calles de Madrid para que el 16 de agosto los "arraigados en Cristo" pudieran recibir a su prócer en loor de limpia multitud, caros perfumes incluidos en el gratis total. Había que desaparecer los vestigios perrofláuticos de esas gentes de baja condición reunidas alrededor de no se sabe qué extrañas reivindicaciones y presentar ante los niños del Lacoste una ciudad alegre y confiada, no fuera a ser que les saltaran a los ojos las miserias humanas que el Vaticano bendice. Para ello, había que imponer en Madrid la autoridad y sus propias leyes, ante las que palidecen por innombrables los párrafos garantistas de la Constitución, que ya han dicho el BCE y el FMI y los banqueros unidos del mundo entero que, si hay que cambiar las leyes, pues que se cambien y ya está, así que no ha de ser tan malo empezar a ignorarlas.

De modo que los valientes chicos de Camacho, esa mano derecha de Rubalcaba que afirma desconocer lo que hace la izquierda cuando rebusca el voto del 20N entre los mismos del 15M a los que su heredero golpea, se han lanzado a ocupar las calles y plazas de Madrid emulando a Fraga y conculcando cuantos derechos constitucionales les han venido en gana, que para eso las porras, el gas y las balas de goma expresan sin pudor su propio lenguaje frente a las manos y la palabra de los que hemos renunciado a cualquier violencia. Curioso personaje este Camacho, tan pobre de nacencia como aspirante en su día a trabajar con corbata, desertor de las filas obreras y temporalmente vendedor del corteinglés, y ahora ministro de la cosa interior, cuán olvidadizo nos ha resultado el andoba.

Anoche, mientras aquí, en Rota, los de Attac nos explicaban las verdades de la Deuda y del Pacto del Euro, los chicos de Camacho golpeaban y reprimían sin pudor a gente pacífica que ejercía sus derechos constitucionales, salpicando las calles de la capital de una sangre que es a la vez y por costumbre la bienvenida que los parias de la tierra ofrecemos siempre a los poderosos. La R de Rubalcaba, en connivencia con la R de Rajoy y la doble R escondida de Aguirre y de Gallardón se unían en una R gigante de Represión contra esta molesta gente sin educación que no quiere que Madrid esté limpia para recibir a la impoluta R de Ratzinger.

La noche del 4 de agosto poblará ya en adelante nuestros recuerdos así, como el advenimiento de su erre de bien coaligada y mandona, tan chula ella. Grave error, porque a su erre contestará hoy día 5 de agosto por todas las tierras de España nuestra erre que erre de Resistencia frente al autoritarismo, de Reacción frente a sus agresiones, de Rebeldía ante la injusticia, de Respuesta solidaria y de pacífica Revolución para cambiar de una vez todo lo podrido y vergonzoso de esta sociedad que no nos gusta, de esos políticos que no nos Representan, de esos banqueros para los que solo somos mercancía.

Frente a su erre de noche, exhibamos orgullosos nuestra brillante y solidaria erre de cada día, erre de Sol, erre de indignación, erre de dignidad, o esa erre que duerme amagada y escondida en los entresijos de la palabra LIBERTAD.

viernes, 22 de julio de 2011

os debo una explicación

Desde aquel balcón del Ayuntamiento, un genial Pepe Isbert resumía el discurso vacuo y reiterativo de la autoridad municipal con el inenarrable: "como Alcalde vuestro que soy, os debo una explicación...". Me sonrío para dentro cada vez que evoco aquella imagen, que para mi coleto siempre valió mil veces más que mil palabras, con el gordo Morán asintiendo complacido a su lado en Bienvenido, mister Marshall. Lo cual apenas tiene nada que ver con lo que hoy voy a publicar, pero sirve para introducir el tema de explicar previamente el desconsiderado abandono con que castigo en verano año tras año a esta querida página, agravado ahora por la moderna actividad revolucionaria que me implica desde que tomé la Plaza de España aquí, en Rota, en compañía de otros. Entre las apreciadísimas visitas de amigos y familiares queridos a este rincón de las españas y esta indignada respuesta callejera que me ocupa, ando fatal de tiempo, además de que me siga liando con dos de pipas como acostumbro, de modo que voy a copiar y pegar a continuación un artículo que acabo de escribir a petición de la IU local para su remozada revista, en el que intento ilustrar las razones y causas de nuestro movimiento 15M y así, de paso, os lo cuento a vosotros, por si fuera de vuestro interés. Ahí va.

De Rota, la Villa, camisetas amarillas

Cuando alguno de los muchos ciudadanos que sienten curiosidad por el movimiento 15M – tan a menudo insatisfecha-, me preguntan por los contenidos de nuestras reivindicaciones, o quieren saber quiénes o cuántos somos, les suelo enseñar un papel. Un día de antes del verano, cuando las asambleas eran diarias, uno de nosotros propuso que tomáramos todos la palabra para expresar en voz alta por qué estábamos reunidos, por qué acudíamos a las asambleas. Cada uno, tras explicarse con el corazón en la mano, debía sintetizar o resumir sus razones en una palabra, y se nos ocurrió tomar nota y elaborar con ellas un árbol de palabras. Ese es el papel que muestro a los curiosos y que reproduzco aquí para que me ayude a explicarme mejor al intentar resumir qué es y qué representa la Asamblea Democracia Real Ya de Rota.

Al repasar este árbol de palabras se puede apreciar sin duda la enorme variedad de razones y motivos de los que estamos aquí. Algunos, esperanzados, otros aburridos pero todos muy hartos e indignados cada vez que comprendemos que nos la han dado con queso. Que los poderes públicos no nos representan, que no son ni actúan como pensábamos que lo hacían, que a menudo han hecho de la política, que no es otra cosa que la manera de servir mejor a las aspiraciones y necesidades de los ciudadanos, tan solo una forma de vida. Cada vez que comprobamos tal cosa, y creedme que basta con someros repasos a la prensa diaria o con apreciar los actos y declaraciones de nuestros munícipes, por mencionar algo más cercano, nos hierve la sangre, porque hemos descubierto además, en estos apenas dos meses que llevamos en la calle, que no somos conformistas.

¿Qué nos ha pasado, si hace poco más de sesenta días estábamos todos en casa enrollados con nuestros quehaceres? ¿Qué nos ha conducido a afrontar con decisión y una punta de orgullo las incomodidades de nuestra actual pelea diaria? Yo diría que dos cosas, principalmente: la decepción, por un lado, larvada en los adentros de cada uno tras años y años de esperanzas frustradas, de impotencia ante actuaciones de los políticos (tan desconcertantes como inexplicables en clave de honestidad), de asco frente a cada uno de los millares de indicios de corrupción, de rabia ante unos legisladores que ignoran por sistema al pueblo y protegen a los poderosos, de estupor ante una Banca feroz que no conoce límites en su brutal avaricia y a la que toda la clase política le baila el agua porque dependen de su dinero, que ha inventado una crisis especuladora para después aprovecharse de ella, de unos sindicatos y partidos domesticados a golpe de subvenciones y prebendas, de unas instituciones refugio de los represores de la no tan lejana dictadura..., decepción por sentirnos a menudo agraviados, despreciados y olvidados, porque nos pretendan obligar a que renunciemos a nuestros sueños de bienestar, de trabajo en paz, de justicia y libertad.

Pero, por otra parte, la enorme alegría de comprobar que no estábamos solos, que éramos miles, quizás cientos de miles, los que estábamos y estamos indignados y hartos, tanto los que nos lanzamos a tomar las calles y las plazas como los millones que nos miran con simpatía desde las encuestas, o que pasan a nuestro lado cuando nos encuentran sentados en el suelo y, simplemente, sonríen. La alegría de sentirse y saberse acompañado, rodeado, asumido, comprendido y abrazado por tantos que son tan uno como uno mismo. El bestial subidón de las concentraciones de la Puerta del Sol, el clavel reventón de la más exquisita horizontalidad y del asamblearismo más participativo e innovador, de los imprevisibles recursos organizativos surgidos de la nada, del eslógan perfecto, de las comisiones de trabajo y respeto, del dominio de las redes sociales, de la frase más acertada, del pensamiento más libre y positivo. Hacía falta una explosión como la del 15 de Mayo para asomar al mundo entero que no somos de un pueblo de bueyes y que los yugos que nos quieren poner habrán de acabar rotos sobre sus espaldas, sobre las espaldas de ellos, las de quienes han creído (desde la Europa de los falsos mercados, desde el neoliberalismo más negro, desde el capitalismo especulador, desde las covachas de los políticos pesebreros, desde las falsedades de los dueños de la información, desde su crisis esgrimida como espada de Damocles...) que podían hacer con este pueblo cualquier cosa que pretendieran.

Aquí, en Rota, tenemos unas lupas muy grandes para mirar a través de ellas cuanto digan y hagan nuestros políticos locales, unas camisetas amarillas que nos identifican cuando salimos a intervenir en todo lo que le afecta al pueblo, que es todo, y muchas ganas de que se acabe para siempre el tiempo en el que nos podían hacer de todo. Que hemos dicho ¡Basta!

Como opinión personal,
Antonio Piera
www.malablancayenbotella.blogspot.com
www.papelesparapensar.blogspot.com

Visitadnos, si queréis, en http://www.facebook.com/pages/DEMOCRACIA-REAL-YA-ROTA/125548634192586?sk=wall

miércoles, 13 de julio de 2011

ha llegado carta

"En Madrid a 12 de julio de 2011
Querido/a socio/a,
1.- Aceptar la renuncia de D. Eduardo Bautista García, relevándole de todos sus cargos en la Sociedad General de Autores y Editores y entidades filiales, quedando sujeto a las investigaciones en curso.
2.- Asumir, provisionalmente, la Junta Directiva todas las funciones ejecutivas de la entidad.
3.- Delegar en una Comisión rectora la dirección y supervisión de la gestión diaria de la organización hasta la conformación del Consejo de Dirección, designando como Presidente de la misma a un gestor externo e independiente que asuma las máximas funciones ejecutivas previstas en los Estatutos al Presidente del Consejo de Dirección. Tal designación, que ha sido ya acordado por la Junta, se comunicará en los próximos días.
4.- La Comisión Rectora iniciará inmediatamente una investigación interna encomendada a un Académico, externo e imparcial, con las más amplias facultades para examinar cualquier tipo de documentación. Su informe servirá no sólo para depurar las responsabilidades incurridas, sino para proponer un Código de Buen Gobierno que evite las concentraciones de poder. El informe se entregará a la Audiencia Nacional una vez terminado.
5.- Articular iniciativas para la renovación de la SGAE con la misión de examinar la totalidad de sus actividades y consultar con los socios las reformas estatutarias pertinentes para incrementar la democracia y transparencia, tendiendo puentes a todas las candidaturas participantes en el proceso electoral.
6.- Nombrar al Patronato de la Fundación y los órganos de Gobierno de Arteria con plenas facultades para la reforma integral de todas sus actividades. En este Consejo se integrará a miembros de todos los colectivos a fin de ampliar la reflexión a la mayor base social y consensuar un programa que goce del apoyo mayoritario de los socios. Las funciones ejecutivas en Fundación y Arteria las asumirá igualmente la misma persona designada por la Junta.
7.- La Junta Directiva quiere manifestar su agradecimiento a D. Eduardo Bautista y expresar la mayor confianza en su honorabilidad.
Un cordial saludo."

Se han dado prisa. Recién terminada la reunión y ya tenía la carta en el buzón del amail, aunque la magia electrónica no me impide ver que la habían redactado de antemano. Al estilo de la casa. Todo previsto y calculado, adobado y preparado, para engañarle a usted. ¡Qué bien!, lavaremos en casa los calostros y luego, unos polvos. De talco y a seguir que son dos días, mientras el general afila su defensa en la trastienda dispuesto a reeditar una entrada triunfal en cuanto las condiciones lo permitan. Que lo permitirán, porque para eso ha quedado intacta la estructura "legal" del aparato, al parecer no afectada por el virus de la renuncia, acaso por la consabida excusa de la obediencia debida. Esos mismos responsables legales que orquestaron e hicieron posibles todos los atropellos de la SDAE, que bendijeron cada maniobra, que arrinconaron a la oposición con argucias de leguleyo, esos colaboradores necesarios que han perseguido con saña a los incumplidores de un canon ladrón que ya es ilegal pero que lo fue siempre..., esos mismos se van de rositas, como si no hubieran roto un plato.

Tampoco se pone en duda la propia composición de una Junta surgida de la trampa y la maniobra, dándola por hecho. Algunas migajas para la oposición y vamos a tomarnos unas cañas hasta que pase la marea, aquí, tan a gustito. Ni una brizna de ética, ni una fugaz sombra de autocrítica. Hemos nombrado a un tipo consensuado para el paripé, pero nos lo callamos hasta ver el efecto de esta papela y, si cuela, seguimos con el plan. Que no es otro que trabajar para que la vida siga igual aunque, si hay que retocar algo, se retoca y ya está, que hemos venido para quedarnos. Mientras los autores y trabajadores de la cultura se preguntan cosas, nosotros tenemos las respuestas.

Mientras tanto, aquí tenéis, en bandeja de plata, la cabeza del Bautista.

lunes, 11 de julio de 2011

gato por liebre

A día de hoy, Teddy Bautista no ha dimitido todavía. Aferrado a la poltrona, como el patético personaje de Forges de aquel inolvidable disco llamado forgesound, dicen que está negociando el blindaje de su futuro con su propia Directiva aunque, conociendo el percal, más bien estarán buscando en comandita la mejor vaselina para metérnosla doblada, especialidad de la casa. Soy socio de SGAE desde cuando nos creíamos que la E era de España, hace ya un puñao de años, en plena edad de la inocencia. Cuando me enteré que era una E de Editores, tuve curiosidad por saber qué pintaban allí y qué hacían realmente los editores, y me quedé con los ojos a cuadros. Unos tipos que imponían a los autores la obligación de publicar las partituras de sus obras en alguna de sus empresas, y que se apropiaban por ello de tus posibles ingresos por autoría en porcentajes que serían grotescos si no fueran obscenos. ¿Cómo era posible que los intereses de los autores coincidieran con los de estos buitres? ¿Qué sentido tenía que corderos y lobos defendieran al unísono sus intereses?

La cosa venía de Franco vía el modelo alemán. Una sociedad privada gestionando dineros obtenidos por grises hombrecillos de gabardina y sombrero (muchos llegados directamente desde la División Azul), cuando para actuar en público había que presentar el carnet del Sindicato del Espectáculo, pasar por Censura y pagar a Autores, el tres en uno de la libertad franquista. Ya entonces había mañas entre los recaudadores, quienes preferían cobrar y que les dejaran sin rellenar la "Hoja de Autores", que ya se encargaban ellos luego de apuntar allí lo que convenía. Resultaba curioso comprobar después que, según la SGAE, recaudaban un pastón ignotos autores de desconocidas marchas militares supuestamente muy en boga en las salas de fiestas. Trampas de supervivencia, mañas de pícaro, hasta que llegó Fidel, perdón, hasta que llegó el Bautista.

Como ahora Rubalcaba pretende hacer con el PSOE, se aupó Teddy a lo más alto y modernizó la cosa sin tocar lo esencial. Eso sí, empezó a recaudar como un poseso, con lo que los socios aplaudían con las orejas el súbito incremento del tamaño del pastel. Sin tocar las estructuras, ilegales de lesa ilegalidad en cualquier Estado de Derecho, pero con la complacida anuencia del impoluto autor que, más o menos, veía incrementar su parte que me toca y, si hacía falta, se inventaba una nueva editorial para explotarse a sí mismo y, de paso, a algún colega pringao que todavía no comprendía la mecánica del pastelazo. Eso sí, mirando hacia otro lado y con el meñique enhiesto del asquito. Nada importaba que tuvieran derecho al voto menos del 10% del censo societario, ni que se implantara el canon contra el arbitrio de la UE, ni que hubiera que entrar a saco en bodas y bautizos, ni pretender el cobro a las radios y a quienes las sintonizan en un establecimiento público. Nada la mala fama de un elenco que vive del público. Ladran, luego cabalgamos, les diría don Eduardo a los viejos rockeros de su Junta, tras el obligado canto coral del ponte de rodillas.

Como la ceremonia del tío Alfredo que presenciamos ayer, todo cercanía, cordura y sensatez, por fin alguien de izquierdas para regenerar el Partido. Bienvenido el preclaro líder que va a poner firmes a los Bancos, que va a cargar de impuestos a los ricos, que va a ser más transparente que el mar hace treinta años, que bizquea de tantos guiños a los díscolos del 15M... Hay que oír a los rubalcabeños y leer sus tweets, loando sin mesura el divino advenimiento que ocurre ante nuestros propios ojos, en este instante, ahorita mismo, para comprender cuánta carne está echando el Partido para recuperar el terreno perdido. Tiemble el PP, la izquierda socialista resurge de sus cenizas.

Mientras tanto, con esa misma mano izquierda, el Ministro del Interior de Zapatero, un tal Rubalcaba, ordena desalojar a los acampados recalcitrantes, en algunos casos como en Palma con violencia, heridos y detenidos. O el Gobierno en pleno vota para dificultar el tránsito al Congreso de la dación de la vivienda como solución final en casos de impago de la hipoteca. O bien, como una piña, apoya a su Presidente en todas y cada una de las medidas de "ajuste" que empobrecen a toda la población y descargan la crisis sobre los ciudadanos recortando neoliberalmente lo poco que resta del Estado del Bienestar que tantas luchas costó o en la transferencia a las Autonomías de los últimos restos de la Sanidad pública dejando vía libre a su privatización y al doble pago que llaman copago. No puede ser que el tío Alfredo y el vicepresidente Rubalcaba sean la misma persona.

Como cantaba el otrora comprometido autor y actualmente miembro "electo" de la reciente e ilegal Junta de SGAE Jaume Sisa, emulando a Machín, yo no puedo comprender como pueden querer ser dos personas a la vez..., y no estar locos. Las cabezas de Rubalcaba y del Bautista, en una bipolaridad que les debería abrumar, necesitan de la credibilidad de los ciudadanos para explotar en su beneficio esta extraña y voluntaria esquizofrenia.

Pero no han valorado que estamos ya despiertos y que no les será tan fácil como antes engañarnos. Ya no nos dan gato por liebre. No desde que un 15 de mayo salimos a la calle para reconquistar nuestro futuro.

viernes, 1 de julio de 2011

la primera en la frente

Como la interacción está de moda, y no seré yo quien lo discuta, con esta sucinta entrada os comunico que ha visto la luz en el blog hermano, del que hablábamos ayer, la primera de las propuestas con las que amenaza la página en cuestión, en este caso centrada en los modos y maneras de coordinar las asambleas de forma que se mantengan fieles a la no representatividad y a la horizontalidad, que son las premisas básicas del movimiento popular asambleario. No es cosa sencilla si piensas que estamos ante un sistema organizativo en el que nadie manda y nadie obedece, pero que, además, funciona. Podéis repasar mi aportación en este enlace, aunque aquí os resumo el tema y me disculpo de paso por haberlo desarrollado hablando, a modo de ejemplo, de melones. Espero que nadie se de por aludido, y eso que la ovalada cucurbitácea es una de mis preferidas para iniciar las comidas veraniegas, en ensalada con su aceite, su vinagre-limón y su puntazo de sal. Cuanto más dulces y en su punto esté el melón, mejor la ensalada.

Resumiendo, el meollo está en que las asambleas locales se articulen por provincia, CCAA y Estado, pero siempre alrededor de su carácter, o bien informativo, o bien como vehículo para generalizar propuestas de las AL (asambleas locales) que pretendan abarcar ámbitos más generales. Ya lo leeréis si os apetece, pero ahora se me ocurre otro modo complementario de supraorganización provincial, en este caso para generalizar los contenidos informativos. Con periodicidad más o menos fija, una vez al mes, o cada dos meses, podría programarse una Asamblea General de la Provincia en la que todos los asamblearios provinciales que pudieran desplazarse se reunieran, cada vez en una plaza diferente de un pueblo diferente, para intercambiar experiencias, logros, dificultades, trabajos de sus comisiones e información de cualquier tipo, fortaleciendo de paso, con la presencia de todos, el movimiento asambleario de la plaza en que se reúnan y apoyando colectivamente sus iniciativas del momento. Estaría bien dotar estas asambleas de un final lúdico-festivo. Coño, estas asambleas serían el no va más.

Os dejo, que tengo que hacer un mandao.

jueves, 30 de junio de 2011

con la pata chula

Creo que ya os conté que me caí en Madrid, aterrizando en pleno con todo mi sobrepeso sobre la pobre rodilla derecha, que respondió a la inesperada agresión con un espléndido derrame sinovial que le da un aspecto, podría así decirse, redondo. Ante tanta belleza, la pierna en su conjunto, que ha resultado ser envidiosa por naturaleza, desarrolló por su cuenta y riesgo una rica flebitis que ha tenido como una de sus más puñeteras consecuencias el incremento de la ya de por sí extensa batería de medicamentos que me acompañan en el día a día, incluidas en este caso unas simpáticas inyecciones de heparina en la barriga, que yo mismo me administro. Aparte de ponerme la pata como una bota, hinchazón que por fortuna va remitiendo. (Esperad un momento, que ahora vuelvo en cuanto me meta p'al cuerpo las cuatro de media mañana). Hecho. Prosigo.

El caso es que, como cuanto más liado estoy, más me lío, en un vertiginoso e inconsciente círculo infernal, acabo de parir un nuevo blog con el que me echo sobre los hombros otro compromiso periódico, por si eran pocos parió la burra. Tiene que ver con el 15M, esta emoción que ha explotado para quedarse en nuestros corazones y que amenaza también con ocupar de creatividad las horas muertas y con desalojar la molicie de nuestras costumbres, y yo que me creía condenado al dorado champán del auto-exilio... Lo he titulado papeles para pensar y de eso va, de instalar en la red un vehículo en el que dar salida a los pensamientos, ideas u ocurrencias con las que me subyugue participar en este monumento a la oportunidad que ha representado el movimiento quincemayista reventando en su justo momento, cuando era más necesario, o dar a la luz pública aspectos parciales del movimiento asambleario que me parezca oportuno proponer, o combatir, siempre desde la perspectiva obligada de aportar, de sumar o implementar, de construir. También tengo previsto dar cobijo en ese blog a todos cuantos desde el respeto y la inteligencia tengan o crean tener alguna aportación teórica, práctica u organizativa al movimiento, siempre que no sean demasiado extensos o tan brillantes que dejen lo mío a la altura del betún o, bueno, incluso a estos también y el orgullo a hacer puñetas.

Si algo nos está enseñando la exquisita horizontalidad asamblearia es, precisamente, a combatir los personalismos en beneficio del grupo, pero nunca a dejar de ser quienes somos.

Lo que os comunico hoy a todos los efectos oportunos, y os anuncio que, muy probablemente, iré publicando aquí al menos las más jugosas síntesis de los sesudos artículos de allí, no sé si me explico.

sábado, 25 de junio de 2011

libre, al fin

Como es de rigor, dejo constancia hoy y a esta hora. Equo me ha devuelto la pasta y ya soy, de nuevo, libre. Y con 120 euros de más para dedicarlos a mejores empresas. No os machacaré con la atrabiliaria historia de esta movida, nacida en estas mismas páginas por culpa de aquella entrada "e la nave va" que al parecer y juzgando por la marea de atenciones que he recibido desde esta tibia organización, debió levantar más ampollas de las que sospechaba. Posiblemente al gran capo in péctore de la cosa, Juantxo Uralde, no le gustó mi resumen del frustrante viaje a su asamblea ni las críticas que en el texto se contenían, incluida una hacia su excelsa persona. Lo supongo, porque él nunca en este episodio ha dado la cara ni poco ni mucho.

Para ello ha puesto por delante a una mindundi trepadora de la política a la que tiene de segunda en esta organización de corte tan italiano y logotipo de diseño tan estupendamente pirateado, que se llama Reyes Montiel, ser vacuo y soberbio donde los haya al que le gusta twittear frasecillas como "¿Qué me pongo hoy?" para solaz del respetable, que ante la disidencia responde con la baja y que, para las cosas soviéticas, encarga la tarea a una tal Pepa López o algo así.

Mi opinión sobre la fundación, o lo que sea, llamada Equo ha ido derivando desde cierto interés en el origen, despertado a través de una campaña de marketing participativo cuidadosa y eficaz, hasta la decepción más absoluta al constatar su deriva hacia el más rancio sectarismo, la naturaleza de sus autoproclamados líderes y la vacuidad de sus intervenciones puntuales en cada tema político que la actualidad suscitaba. Cada vez me han dejado más claro que se trata de un grupo de arribistas que una vez tuvieron una buena idea, que estropearon por manejarla a su albedrío y a favor de sus intereses personales. Por mí, que les vaya bonito. Por mi sociedad y mi pueblo, que cuanto antes sean desenmascarados y ocupen su lugar en el sumidero de la Historia como el parto de los montes.

Copio y pego el final de la historieta:

A. Piera para rgomez 9 jun
Estimado Raúl: una polémica sobrevenida con Reyes Montiel, de desmesurado alcance, me ha alcanzado de lleno y en su curso he comprendido que vuestra organización no responde en lo más mínimo a las expectativas que yo tenía respecto a ella cuando me dí de alta, por lo que te ruego consultes mi baja con esa señora (que afirma públicamente haber apartado ya el montante de mi cuota para devolvérmelo en cuanto lo reclame) y procedas a eliminarme de los archivos como socio de la Fundación y devolverme el monto de mi aportación (120 euros) trasfiriéndolos a mi cuenta (la misma desde la que realicé el ingreso.
Un saludo,

Raúl Gómez para usuario 18 jun
Estimado Antonio. Perdona que no haya podido responder antes a este mensaje pero esta semana he estado muy ocupado con la preparación de la Asamblea de EQUO en Madrid y no he podido atender antes tu petición. Sí te confirmo que nuestra presidenta me informó en su momento de todo lo que me cuentas en tu mensaje y que procediera a devolverte tu aportación a nuestra fundación, pero me ha sido imposible hacerlo antes.
Pretendía hacer la devolución del importe que nos transferiste, 120 €, en este mismo instante, pero no me va a ser posible realizarla hasta el próximo lunes porque a través de internet no puedo ver el número de cuenta desde el que realizaste la transferencia (me aparece el nº de cuenta "00XXXXXX 0000000000" y entiendo que no es correcto) y tendré que esperar a volver a la oficina para comprobarlo en el extracto de papel. Así pues el próximo lunes procederé a devolverte la transferencia.
De todas formas quiero aclararte que, lógicamente, estás en tu perfecto derecho de dejar de ser socio de la Fundación EQUO, pero que nosotros no tenemos ninguna obligación de devolverte dicho importe y que si así lo hacemos es porque la presidenta te lo dijo directamente y me pidió que lo hiciera. Una lástima porque nuestra situación económica sigue siendo bastante precaria para la envergadura del proyecto que estamos desarrollando y muy pocas de las aportaciones que hemos recibido superan los 100 €.
En conclusión: el próximo lunes procederé a devolverte los 120 € y a darte de baja en todos nuestros ficheros.
Recibe un cordial saludo.
Raúl Gómez
Proyecto EQUO

A. Piera para Raúl 18 jun
Gracias por tu comprensión, Raúl. Que sepas que no fui yo el que reclamó esta devolución sino tu presidenta quien me lo ofreció "ante mi descontento" por su cuenta y riesgo.
El nº de cuenta es 00XXXXXXXXXXXXXXXX
Saludos,

Raúl Gómez para usuario 21 jun
Hola, Antonio. Sólo confirmarte que acabamos de realizar la devolución del importe que en su momento transferiste a la Fundación EQUO.
Un saludo

Nota.- En la ilustración, toda la correspondencia recibida de esta organización desde mi alta. Un proyecto participativo, sin duda. En la otra, varios twitters de la andoba.