con la pata chula
Creo que ya os conté que me caí en Madrid, aterrizando en pleno con todo mi sobrepeso sobre la pobre rodilla derecha, que respondió a la inesperada agresión con un espléndido derrame sinovial que le da un aspecto, podría así decirse, redondo. Ante tanta belleza, la pierna en su conjunto, que ha resultado ser envidiosa por naturaleza, desarrolló por su cuenta y riesgo una rica flebitis que ha tenido como una de sus más puñeteras consecuencias el incremento de la ya de por sí extensa batería de medicamentos que me acompañan en el día a día, incluidas en este caso unas simpáticas inyecciones de heparina en la barriga, que yo mismo me administro. Aparte de ponerme la pata como una bota, hinchazón que por fortuna va remitiendo. (Esperad un momento, que ahora vuelvo en cuanto me meta p'al cuerpo las cuatro de media mañana). Hecho. Prosigo.
El caso es que, como cuanto más liado estoy, más me lío, en un vertiginoso e inconsciente círculo infernal, acabo de parir un nuevo blog con el que me echo sobre los hombros otro compromiso periódico, por si eran pocos parió la burra. Tiene que ver con el 15M, esta emoción que ha explotado para quedarse en nuestros corazones y que amenaza también con ocupar de creatividad las horas muertas y con desalojar la molicie de nuestras costumbres, y yo que me creía condenado al dorado champán del auto-exilio... Lo he titulado papeles para pensar y de eso va, de instalar en la red un vehículo en el que dar salida a los pensamientos, ideas u ocurrencias con las que me subyugue participar en este monumento a la oportunidad que ha representado el movimiento quincemayista reventando en su justo momento, cuando era más necesario, o dar a la luz pública aspectos parciales del movimiento asambleario que me parezca oportuno proponer, o combatir, siempre desde la perspectiva obligada de aportar, de sumar o implementar, de construir. También tengo previsto dar cobijo en ese blog a todos cuantos desde el respeto y la inteligencia tengan o crean tener alguna aportación teórica, práctica u organizativa al movimiento, siempre que no sean demasiado extensos o tan brillantes que dejen lo mío a la altura del betún o, bueno, incluso a estos también y el orgullo a hacer puñetas.
Si algo nos está enseñando la exquisita horizontalidad asamblearia es, precisamente, a combatir los personalismos en beneficio del grupo, pero nunca a dejar de ser quienes somos.
Lo que os comunico hoy a todos los efectos oportunos, y os anuncio que, muy probablemente, iré publicando aquí al menos las más jugosas síntesis de los sesudos artículos de allí, no sé si me explico.
3 comentarios:
A la vista de la foto, a nada que ingieras varios kilos de bellota, tu pierna, en unos meses, va a cotizarse bien alto...
En cuanto al nuevo blog, sin verlo, te felicito de antemano. Mañana me paseo por esa plaza y te cuento ;-)
Y, si no me lavo, pata negra...
A cuidarse amigo. Y en cuanto puedas los paseos por la playa obran milagros. Y en la orilla si el agua esta fresquita ya ni te cuento...
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