jueves, 29 de marzo de 2012

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martes, 27 de marzo de 2012

IU: bien empezamos...

Un urgente comentario -a vuelapluma- que si el poder nubla las mentes, la perspectiva de poder distorsiona también, al parecer, la realidad. Me da vergüenza ajena que hoy martes 27 de marzo, a dos días tan solo de una Huelga General en la que todos nos jugamos tanto, para nosotros mismos y para los que vienen detrás, no se pueda encontrar en los periódicos andaluces ni una sola referencia a la movilización de este próximo jueves, pasado mañana, en las declaraciones de las cabezas visibles de IU, llámense Valderas, Fernández Tapias o Sánchez Gordillo, lo que tiene delito.

No y mil veces NO. Justo ahora que todos los medios están a vuestra disposición, dispuestos a reflejar de inmediato el menor de los matices de cualquiera de vuestras declaraciones, es el momento de demostrar de qué estáis hechos y que vuestra oferta política es diferente, el momento de volcar todo vuestro esfuerzo en lo que nos interesa a los ciudadanos y no en lo que pueda interesarle al devenir estratégico de una coalición que se proclama ciudadana. El momento de hablar de la lucha y no de las poltronas, de la huelga y no de los pactos, que es de lo que les interesa hablar al capital y sus voceros mediáticos. Les estáis haciendo el juego, SU juego, no el nuestro.

Cuando pase el 29M, cuando hayáis volcado todos los privilegios que sin duda os dan las circunstancias políticas electorales en llamar a la lucha, a la huelga y a la dignidad, será el momento de hablar de estrategias, pero hasta ese día nada debería ocupar vuestros pensamientos y vuestras declaraciones que no fuera el éxito de esta convocatoria de Huelga General y Huelga Ciudadana.

Bien empezamos...

lunes, 26 de marzo de 2012

elecciones andaluzas: con dos palmos de narices

La pírrica victoria del PP en las elecciones autonómicas andaluzas celebradas ayer domingo no le permitirá gobernar en solitario. Todas las previsiones acerca de la intención de voto del pueblo andaluz han resultado inexactas: ninguna había ni imaginado siquiera lo que me gusta llamar la ‘variable Rajoy’ ni las consecuencias a efectos electorales de la tan brutal reforma laboral. Andalucía les ha hecho un buen corte de mangas que me hace sentirme orgulloso de la tierra que me cobija.

Escribí en todas mis colaboraciones que había partido, cuando tantos lo daban por perdido. A las 23:54 horas acabó el escrutinio de los votos emitidos en Andalucía: el PP ha obtenido 50 parlamentarios, el PSOE 47 e Izquierda Unida 12. Han votado 3.876.780 andaluzas y andaluces, equivalentes al 62,23 por ciento del electorado, lo que representa un 10 por ciento menos que en las anteriores andaluzas del 2008. Se han quedado en casa 2.352.973 ciudadanas y ciudadanos que fueron convocados a las urnas, lo que equivale a una abstención del 37,77 por ciento. Casi idéntico porcentaje de incremento respecto a la misma referencia. Nulos y en blanco, ambos por debajo del uno por ciento. Ningún partido ha obtenido la mayoría absoluta, fijada en 55 escaños.

Antes de que los portavoces de todos y cada uno de los partidos declaren su satisfacción por la victoria (en esa especie de orgía del absurdo sobrevenida tras cada jornada electoral y que viene a demostrar que los números pueden ser cualquier cosa menos valores absolutos), algunos titulares de la prensa digital de nuestra autonomía permiten valorar cómo han sido recibidos por los media estos resultados electorales. “Vuelco en Andalucía: gana el PP pero no se hace con la mayoría absoluta”, titula ABC. “Arenas gana, pero la subida de IU da alas a un gobierno con el PSOE”, destaca elcorreoweb.es. Para la cadena de andaluciainformacion.es “La victoria mínima del PP abre la puerta a un pacto entre PSOE e IU”. Aunque quizá la noticia de verdad se encuentre en un titular casi escondido, en escasa tipografía, que reza: “Las encuestas fallaron en Andalucía”.

Tras un día relativamente tranquilo, lo que muchos de vosotros no sabéis es que el propio recuento ha resultado de infarto. Alrededor de las 20:00, cuando casi todas las mesas habían echado el cierre, los medios se hicieron eco de la encuesta de IPSOS para Canal Sur, realizada a pie de urna (lo siento, se dice así, yo tampoco he visto nunca una urna con patas), que daba por sentada la mayoría absoluta para el PP, mientras desde la sede los propios populares filtraban que incluso se quedaba corta según los datos directos de sus representantes en las mesas. Hasta ahí, todo parecía circular por los caminos previstos.

Pero, cuando aparecieron los primeros datos del recuento oficial, a las 21:00 horas, muchos debieron saltar de sus asientos hasta acariciar el techo con la cabeza. Porque, con un catorce y pico por ciento escrutado, el PSOE arrasaba con 55 diputados, IU contaba 11 y el PP bajaba a 43. Los que se frotaban los ojos para creer lo que estaban leyendo, siguieron haciéndolo hasta hacerse sangre incluso después de que, a las 21:21 horas y con un 48% escrutado, la página oficial siguiera arrojando la victoria del PSOE, aunque con márgenes más reducidos: 55 diputados frente a los 43 de PP y los 10 de IU.

No fue hasta media hora después, exactamente a las 21:51, cuando se asentaron las cifras que habrían de ser definitivas, las mencionadas 50/47/12 que reflejan la distribución de los 109 escaños del nuevo Parlamento Andaluz. La noche electoral se había presentado en Andalucía preñada de sobresaltos.

Finalmente, no han sido ni los 14 puntos de ventaja que se auguraban tras las generales del 20N, ni los cinco o seis que estimaban casi todas las encuestas de febrero, sino un punto, uno solo, la diferencia obtenida por el PP sobre el PSOE en cuanto al porcentaje de votos. Por un punto, una petaca, que decían en las ferias. Apenas 43.000 electores más que, por milagro de la ley d’Hont, se traducen en tres escaños de diferencia. Incluso, comparados los datos generales con los de las anteriores autonómicas de 2008, el PP ha perdido más de 160.000 votos, que no son nada comparados con los 650.000 que se ha dejado el PSOE en los mismos cuatro años para incrementar las filas de IU y del abstencionismo desencantado. Ni UPyD ni el Partido Andalucista han conseguido entrar en el Parlamento como las encuestas auguraban y EQUO, por su parte, no ha llegado siquiera a recoger al completo la herencia de los verdes. A veces, los marcos alemanes no son suficientes.

El gobierno de Rajoy le ha hecho un flaco servicio al eterno perdedor Arenas tanto incumpliendo sus compromisos electorales de no subir los impuestos como, sobre todo, planteando una reforma laboral descarnada que ha facilitado a la ciudadanía andaluza sospechar por dónde vendrían los tiros en cuanto el PP gobernara también en esta autonomía. Son los daños colaterales de legislar al servicio de los mercados. Las privatizaciones de los servicios básicos abordadas en las autonomías gobernadas por el Partido Popular y sus socios, la brutal represión contra los estudiantes de grado medio en Valencia y el euro por receta de Cataluña han rozado también nervios muy sensibles del electorado andaluz que debería tener en cuenta cualquier análisis de estos inesperados resultados electorales.

Por otra parte, la decidida actitud de IU y su movilización respecto a la convocatoria de Huelga General del jueves 29 que viene han aclarado sin duda el panorama entre los sectores más combativos del pueblo andaluz. Aunque Diego Valderas y la dirección andaluza de esta formación deberían ahora, en vez de dar palmas con las orejas, valorar qué resultados habrían podido obtener en las actuales circunstancias si hubieran asumido con valentía el desafío de participar y defender una candidatura de verdad ciudadana, diferente y unitaria de matiz frentista. No sería nada extraño que, con un programa anclado en los postulados del 15M que defendiera devolver la voz y el poder a la ciudadanía -potenciando las asambleas en cada pueblo, y las decisiones asamblearias vinculantes para los diputados-, su hubieran alcanzado escaños suficientes como para empoderar al pueblo y tomar el Parlamento Andaluz.

Habrá que ver también en breve qué posición asumen de cara a la gobernabilidad de Andalucía porque, si pactan a cambio de alojarse en un par de consejerías como hizo el Partido Andalucista de 1996-2004, estarían decepcionando de partida a muchos de los que han depositado su confianza en ellos. Lo mismo que si negocian su abstención con la recalcitrante derecha que representa el PP. La alternativa parece situarse bien en pactar sobre el pleno cumplimiento del programa electoral de la formación, bien en darle ‘de prestado’ al PSOE los ocho votos que necesitan para formar gobierno (ni uno más) y pasar de inmediato a la oposición, siempre que lo aprobaran no solo sus bases, sino la ciudadanía que se siente ahora claramente implicada en lo que hagan con su voto.

Sánchez Gordillo, que ha arrasado como número uno por Sevilla, declaraba a El Correo de Andalucía, tras afirmar categóricamente que “Griñán está descalificado moralmente para ser presidente del gobierno”, que, en el supuesto de alcanzar los “diez o doce diputados, la labor de IU debe ser la de decir, con el programa en la mano: ¿quién está dispuesto a llegar a acuerdos?” Cuando le entrevisté para Crónica Popular, ni siquiera llegaba su generosidad tan lejos.

Nota. Para ver a su tamaño la infografía que ilustra esta crónica, picar sobre ella con el botón derecho y darle en "abrir en nueva ventana" (o lo más parecido que haya en vuestro navegador). Una vez abierto, seguro que lo podéis ampliar. Merece la pena.

Nota 2.- Gracias a mi amigo Jorge Arranz por permitirme el uso de esta excelente ilustración. Cuánta falta hace en esta aldea un Asterix.

jueves, 22 de marzo de 2012

¿qué fue de los cantautores?

Preguntas mientras clavas en mi pupila tu pupila azul... Gracias, Luis, por tu trabajo, por tu cada día, por tu bondad legendaria, por tu dureza necesaria, por tu equidad, honestidad e inteligencia... ¡Artista!

Como he dejado por ahí escrito en el rincón social de tu red, este año no te escapas de venir a Rota para estar con nosotros durante la noche de la literatura en la calle. Haré de ello una dedicación para la tozudez del aragonés que aún queda en mis adentros ya tan roteños.

Mientras tanto, disfrutemos juntos de este precioso vídeo al que la única pega que le puedo poner es no haber podido estar en él. Lector, mira en este enlace para conocer cómo se hizo este vídeo y, de paso, disfrutar con la enorme entrevista que contiene el segundo vídeo que hay en la página, tras la interpretación de este tema por Luis Pastor a la guitarra. A disfrutar.

martes, 13 de marzo de 2012

de la huelga ciudadana

Hay pendiente un llamamiento sindical a la huelga general para el 29 de marzo. No me gustan quienes la convocan, unos sindicatos amancebados con el poder de la Banca, que viven de las subvenciones y cuyos dirigentes y clase media han vendido a sus representados, y por extensión a todos los trabajadores españoles, a los intereses del gran capital. Ni me gusta cómo la convocan, obligados por el rumor de la calle y como un arma de presión que todavía manifiestan abierta al diálogo con el gobierno que está machacando y acojonando a la clase obrera. No me gustan las huelgas prefabricadas, de duración prefijada. Me parecen alharacas, brindis al sol, maniobras orquestales, espantajos con el objetivo de mantener las prebendas y de sobrevivir como colectivo sindical a la hecatombe de los derechos sindicales. Me asquea y me repugna todo este montaje. Pero hay que ir a la huelga.

Con el fantasma del paro, los trabajadores lo tienen crudo para llevar a casa el jornal y dar de vivir a los suyos. Con la realidad del despido libre, el estigma de ser echado de la empresa por una huelga como causa justificada sobrevuela las cabezas de quienes han asistido resignados a la pérdida de los derechos que tanta sangre y lucha costó conquistar, y eso con la firma al pie de los mismos sindicatos que ahora parecen rasgarse las vestiduras. Si la HG no es total y plena, arrasadora, peligran aún más puestos de trabajo. Tiene que ser de todos. De todos a una.

En estas circunstancias, ha llegado la hora de la ciudadanía. Donde el obrero lo tiene crudo, serán sus padres, sus hijos y parejas los que tengan que dar el callo. Es la hora de la ciudadanía, tanto para la próxima como para lo que venga después. La hora del gran reto. Se acabó el tiempo de la típica esposa esperando al marido que fue de piquete: ¿qué tal la huelga, marido mío? Eso es pasado. Hoy es ya el tiempo de dejar desiertos los mercados, los colegios e institutos (hagan lo que hagan profesores y maestros), los centros deportivos, los centros comerciales, las tiendas, los supermercados, las gasolineras y hasta los hospitales. Madre, mañana no vendré a verte, que tengo huelga. Y una pancarta con la palabra HUELGA en cada balcón, en cada ventana de cada casa.

Es la hora de que las asociaciones de cualquier y todo tipo, todas ellas afectadas por los recortes y las privatizaciones, den también un paso al frente. La hora de que, ese día, reúnan a sus afiliados en algún lugar emblemático para sus específicas reivindicaciones. De que, en silencio, con carteles si acaso, muestren bien a las claras sus insatisfacciones y demandas.

La nueva clase, la de los jóvenes altamente preparados, sin empleos o con trabajos esporádicos, los parados y los malpagados, debe tomar también la alternativa buscando nuevas formas de huelga, incluso desde casa. Por internet o por teléfono. Bombardeando a los parlamentarios, saturando twitter, reventando facebook, buscando maneras de irrumpir en cualquier normalidad empresarial, bancaria, política o del sistema en toda su extensión, además de dejar desiertos todos aquellos lugares y centros a los que acudan habitualmente. Dejar desiertos los centros de salud, ni una sola gestión en los ayuntamientos, los bancos o los seguros, los trenes y autobuses. Hasta los bares que no cierren deben estar vacíos. Se acabó aprovechar la huelga para hacer chapuzas, ir a la ciudad o tomarse unas cañas. Hay que pasar a la acción. Reunirse. Juntarse. Hablar. Intercambiar experiencias y métodos. Comentar la jugada. En cada pueblo, barrio o ciudad, una convocatoria general de clausura para hablar, largo y tendido, del asunto.

Pero antes, un poco más de lo mismo. Un grupo, a las puertas del Banco Tal. Otro frente al Ayuntamiento o la Delegación del Gobierno. Algunos ante las comisarías. Sin hacer otra cosa que estar. Y hablar. Las yayas y los yayos, en los parques, pero sin petanca. Pacíficamente, pero no sumisos. La razón es la reEvolución. Tenemos que discurrir, investigar, proponer, debatir, argumentar una nueva manera de hacer la huelga, de vivir la huelga. Buscar las formas más originales, las más efectivas, las más eficaces de demostrar en lo tangible y en lo intangible que la ciudadanía está muy harta de que la tomen por el pito del sereno los políticos profesionales. ¿Piquetes en los comercios? ¿Para qué, si conseguimos que no entre un solo cliente? Que no se venda nada en los mercados, que sea un día sin dinero.

Las ciudadanas, los ciudadanos, los padres y los hijos de los trabajadores, han de demostrar en la calle su apoyo a la huelga obrera. Solo de esta manera se podrá conseguir que el músculo social se vaya templando ante lo que queda por venir. Que, con ser enormemente malo, lo de hoy no es nada comparado con lo que nos quieren traer mañana. Es la hora de despertar.

viernes, 9 de marzo de 2012

acerca del tiempo



¡Qué gran idea!

lunes, 5 de marzo de 2012

el vomitivo editorial de El País

Lamento que, si no lo has leído, te lo tengas que tragar por mi culpa para saber de qué hablo. ¡Lástima!, porque es de esas piezas de literatura sesgada, capciosa y sibilina que merecerían el más claro y mejor de los desprecios, que el saber popular ubica en no hacer aprecio. Con deciros que he decidido no volver a leer este periódico tan dañino, lo he dicho todo. ¡Basta ya de voceros acríticos del sistema!

Titulando "El 'caso Urdangarín' y el futuro de la monarquía" el panfleto se resume en pocas palabras. Lo del Rey está de maravilla y si un yerno le ha salido rana, pues nada, responsabilidad cero de la institución. De la princesa-secretaria ignorante de cuanto pasaba en su empresa ficticia, mejor un silencio cómplice, que nadie se suele preguntar (en algunas familias) de dónde salen diez milloncejos de euros para comprarse un castillito catalán. Será un regalo de algún bondadoso súbdito, debió pensar la hija del Rey, criaturita.

Afirma este diario -no, no ha podido ser Fraga el autor material de la insidia, pero al amanuense habría que darle un premio de sosias excepcional- que la ovación a don Juan Carlos de los diputados del Congreso desmiente que la opinión pública esté cuestionando la santa Institución. Espléndida pirueta argumentaria que reafirma, una vez más, lo que tantos sospechamos y a este periódico le parece de libro: el secuestro parlamentario de la vida pública real, en la que el representante decide lo que opina el representado. A callarse, que ya votaste, sostienen, cuando la mera existencia de este editorial aberrante sugiere que está pasando en la calle justo lo contrario de lo que manifiestan.

"Los hechos imputables al yerno del Monarca no tienen que ver con la forma de Estado que libremente fue asumida por los españoles durante la Transición política". Así termina el segundo párrafo, reconstruyendo la Historia para consumo de bienpensantes olvidadizos aunque, eso sí, profundamente coherentes con el pensamiento único que justifica la inaceptable Transición, con su secuela de judicaturas franquistas, injusticia histórica hacia los perdedores, los muertos y los represaliados, historiadores empecinados en su irreal enciclopedia, banqueros y arzobispos apenas ligeramente tuneados y una clase política que, en su inmensa mayoría, tiene el honor de haber hecho bueno aquel "atado y bien atado". Al sol de esta Transición teledirigida, todos los gatos fueron pardos y, pensar lo contrario y atreverse a formularlo supone, para el rotativo, "la impugnación del pacto en el que se fundaron las libertades tras la muerte del dictador". Ahí queda eso.

No menciona El País los negocios privados del Rey al que defiende, sus estrechas relaciones con las monarquías árabes más retrógradas del mundo, su proverbial enriquecimiento partiendo de la nada, la participación de la reina en los foros decisorios del mundo como el privadísimo club Bilderberg, las declaraciones del embajador alemán tras el golpe de Estado... No menciona la indudable participación de su propia hija en los oscuros negocios del balonmanista, ni los años trascurridos desde su tibia llamada al orden a su yerno que continuó con sus affaires como si tal cosa sin nuevas admoniciones, ni los altísimos costes de la Monarquía (más de 560 millones anuales) que denuncia el coronel Martínez Inglés...

En su panegírico monárquico, El País -caballero andante- se bate por su rey y una institución obsoleta y derrochadora que es una auténtica ofensa para un pueblo al que están haciendo pagar entre todos, los banqueros y empresarios tan afines los primeros, las dolorosas consecuencias de una crisis creada solo por ellos, bendecida por la Real Institución y teorizada por las plumas bien pagadas de este diario que acaba de desvelar, con el editorial mencionado, su verdadera careta al servicio exclusivo de los que están arriba.

Por lo menos, esto sí que ha quedado claro.