acerca del reflujo
De pronto, parece que se hayan oscurecido los titulares de los periódicos y los arranques de los telediarios. Tras la resaca electoral, volcados unos y otros en la espúrea pugna del todo vale por el voto indeciso, que es el decisivo en un país cautivo cual éste de mis amores, parece ahora que ya no pasa nada de nada. Se perciben en el aire los aleteos del ángel aquél que atravesaba la habitación cuando todos los presentes, alborotadores hasta ese instante, nos callábamos de golpe, obedientes a una ley de coincidencias acaso no escrita pero tan eficaz como las paridas del puñetero Murphy ese.
No sé si percibís conmigo la misma sensación de vacío, de explosión apenas contenida, de aquí no pasa nada, que me asalta... El Gobierno, anclado en la espectación, espera mientras ignora cómo va lo mío. Tampoco sus presuntos adláteres, que se comerán su parte del pastel del pacto, lo tienen claro todavía. Los ministros vigentes, incapaces de adivinar qué va a ser de ellos, vacían los despachos y preparan el retorno a la vida privada sin que parezca una retirada, por si acaso. En los ministerios se ha adelantado en una semana la santa, y los ratones hacen fiesta. Va a haber overbooking en los chiringuitos playeros.
Mientras tanto, en la oposición, los cuchillos no acaban de volver a sus fundas para no ensuciarlas mientras la sangre del becerro continúa todavía, ¿por cuánto tiempo?, manando por sus venas. No falta demasiado para que resuenen vibrantes los clarines del sacrificio, a pesar de su inesperada y sorprendente habilidad para mover peones. Caerá, antes o después, yugulado en la piedra solar que se encuentra justo sobre la pira bajo la que acumulan yesca y leña los que tanto y tan bien le festejaban, jaleados por el corifeo de conversos y con esa bizca falaz soplando la hoguera.
No hay noticias, no pasa nada, se inventan titulares, 30 años ya de la burrada de Aldo Moro, aniversario tras aniversario hasta alcanzar los deportes, por fin algo Alonso que llevarse a la boca.
Los de a pie, como siempre, buscándonos la vida.
4 comentarios:
A los dos contendientes les ha venido de putamadre que después de las elecciones vinieran las fallas y la semana santa para recuperarse de las hostias que se han dado y curarse las heridas; aunque a uno, le supuran tanto que es posible que haya alguien que se las quiera abrir para curárselas... o para matarlo, quién sabe.
Saludos
Supongo que hay muchos tipos de Via Crucis y de Penitencias... Y la mayoria no los vemos...
;-)
Buena semana chavalote.
Todo parece estar bien, espero que tú estés bien. Un abrazo Antonio.
Abandonaítos nos tiene, D. Antonio. ¿Todo bien?
Abrazos,
Pedro de Paz
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