el canto del cisne
El domingo murió Miriam Makeba nada más terminar de cantar. Murió enfadada, tragando quina, porque los organizadores le habían hecho intervenir al final de un largo concierto colectivo y a esas horas buena parte de los asistentes se había largado del patio de butacas dejándola plantada. Sólo unas pocas docenas de fieles aplaudían al elenco de participantes cuando la gran dama sudafricana hizo mutis definitivamente sobre el escenario, al viejo estilo, como hay que hacer. Qué mala pata, pata. Vas solidaria a un concierto contra la Camorra, en apoyo al escritor Roberto Saviano, amenazado de muerte por la mafia y no sólo te programan de las últimas, sino que a los que montan el escenario les chantajea la Camorra o la 'Ndrangheta calabresa para que paguen el impuesto (pizzo) pertinente, vaya sarcasmo, y encima eres tu, con tu fiebre a cuestas, la que va y se muere sin pena ni gloria. "Me habéis hecho esperar demasiado tiempo, y ahora ya no queda nadie", dicen que dijo a modo de prosaico epitafio. La eterna embajadora de las chabolas de Johannesburgo, exiliada de su país por su lucha contra el apartheid durante 30 años, la primera mujer negra en ganar un Grammy, la primera también en establecer simbólico vínculo de matrimonio entre el continente madre y los Panteras Negras norteamericanos, la tantas veces vanguardia..., paradójicamente afectada hasta el definitivo adiós por ser de las últimas.
A los 76 años se ha ido a patear las verdes praderas aquella mujer que apareció por sorpresa en los guateques de mi generación y lo ha hecho en unas condiciones que por su contenido surrealista resultan el más eficaz paradigma de las contradicciones en las que se mueve este loco mundo que transitamos. Ha sido el suyo el más genuino canto del cisne. Cantar para morir. El mismo día, un centenar de africanos intentaron romper las puertas de Europa con palos y piedras y tres guineanos pagaron con su vida en el Hierro el precio de su pasaporte al bienestar.
Cisnes negros de Mamá África que mueren mudos todos los días.
6 comentarios:
Recomiendo ver en you tube a Miriam makeba cantando el pata pata. Era única.
Qué bien que has hecho recordándola.
Este invierno estuve en NY y en Radio City asistí a un concierto de Aretha Franklin. Sin tenr nada que ver, me transportó a otros tiempos. El auditoria estaba lleno y el público enfervecido.
Qué pena el último concierto de Makeba.
Un beso
Afortunadamente, genios ilustres como Makeba nos dejan un preciado legado. De nosotros depende mantenerlo vivo...
Descanse en jazz.
Por desgracia no la conocía hasta que dieron la noticia de su muerte. tendr´que ponerme al día.
Precioso post. Que Dios le bendiga (con perdón).
Amigo, vas mejorando, pero con "precioso post" habría sido suficiente.
Qué bonito .
Supongo que bonito no es la palabra que quieres ver escrita en relación a este texto, pero me ha emocionado la metáfora de los cisnes negros.
Son cosas que casi que no le importan a nadie.
Todos los días sigo flipando.
Saludos.
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