la importancia de llamarse Fernando
Leído y releído hasta la saciedad, he llegado a la conclusión de que comulgo con el contenido del manifiesto en cuestión. Me refiero, desde luego, al Manifiesto por la lengua común firmado por Azúa, Cuenca, Vargas Llosa, Gamoneda (sí, y no pero sí), Boadella y varios más, del que Savater ha sido, al parecer, promotor y es portavoz. Os incito a proceder a su lectura con despacio y desearía que comentarais aquí lo que os sugiere. Vaya por delante, que es mi costumbre dar la cara, que no lo voy a firmar a pesar de estar de acuerdo con sus contenidos, y que no lo voy a hacer porque no me gusta que me manipulen en general y mucho menos que lo hagan los Pedrojotas en particular. Así que, de primeras, planteo mis muchas dudas acerca de si las razones o motivos de la gestión de este documento son tan sencillas como parecen u ocultan espúreos intereses bajo su impoluto manto. Ya lo de Vargas Llosa me lo advierte, y lo de don Fernando, el desmedido, lo refuerza, y el uso que está haciendo de ello El Mundo lo confirma. Con ellos, ni a tomar café, no vaya a ser que te encuentres con la tostada del reputado delincuente Losantos a la vera.
Dicho lo cual, repaso el asunto de nuevo, desligado ya (¡ale hop!) de sus usos e intenciones. El documento, en sí mismo, me parece tremendamente justo, responde con exactitud a mi postura personal y no sólo denuncia una realidad lingüística que me resulta sangrante, me ofende y hasta me sonroja, sino que exige además de los poderes públicos soluciones legales que devuelvan la cuestión a su espacio natural con las que también estoy de acuerdo. Cabe decir ahora, a modo de precisión previa, que entiendo que España es una nación compuesta por distintas regiones, comarcas, provincias y países, con una unidad administrativa y dotada de diferentes gobiernos autonómicos. Sin querer precisar más porque no hace falta, esto es lo que hay, para mí indiscutible, y sospecho que para el resto del mundo también.
Ocurre en esto como en tantas cosas. Que, a veces, es mejor hacer algo que plantearlo, a ver qué pasa. Así, si la callada es la respuesta, pues más de lo mismo. Voy y cambio de un plumazo los rótulos de todas las calles, que pasan a decir carrer o kalea donde ponía calle. Luego hago carreteras y las rotulo en catalán, o en euskara, para acto seguido apropiarme de las nacionales y hacer lo mismo, aplicando una lógica consecuente. Luego protejo mi lengua vernácula y aplico en las ikastolas el grado de información social e histórico que me interesa, aún a costa de generar rencores descontrolados en la infancia (que las bombas de ahora la pongan hijos de la democracia podría ser consecuente con la concienciación recibida). Izo las banderas que me parece, impongo a los funcionarios el conocimiento y manejo exclusivamente de una lengua que apenas habla uno de cada cuatro habitantes de mi Autonomía, obligo a los comercios a fichar vernáculoparlantes, invento selecciones nacionales de los deportes de masas..., y no sigo porque me aburre.
Pero sí afirmo alto y claro dos cosas. Una: que todo esto ha sido posible por la dolosa dejación de sus deberes de los sucesivos Gobiernos nacionales y de los partidos que han ostentado el poder, léase PP y PSOE, los cuales no han dudado en mercachiflear con los votos autonómicos que precisaban para gobernar ofreciendo a cambio mirar para otro lado mientras estos atropellos pequeños pero constantes se iban produciendo, dejando en manos de los partidos nacionalistas periféricos sectores como el de Educación a cambio de mantener Hacienda, por ejemplo. Aquellos barros trajeron sin duda estos lodos. Dos: mal que les pese, esto sigue siendo España, Cataluña es España, Euskadi es España, como lo son Aragón y Andalucía. Me niego a aceptar que nadie me haga sentirme ajeno en mi propia tierra y, mientras las cosas sean así, le exijo al gobierno de mi país que defienda mi derecho a hablar y ser hablado, entender y ser entendido en mi idioma en cualquier punto o recóndito lugar dentro de los límites de mi nación. Y a celebrar los éxitos de mi selección nacional sin que me atosigue la Ertzaina.
Coño. Hasta ahí podíamos llegar.
21 comentarios:
Prometo intentar leerlo, pero no puedo dejar de decir una cosa: me opongo radical e inquebrantablemente a que Savater sea ni siquiera algo parecido al paladín de la cultura en castellano; no después de que en una columna suya llamara asesino a uno de los mejores poetas en lengua castellana que ha dado este país: RAFAEL ALBERTI. ¿Podemos confiar en que haga una defensa semejante "intelectual"? Su halo de intelectualidad es meramente político. ¡Hala! Ya lo he dicho.
Bien, ya me lo he leído.
Francamente, no veo la novedad: me parece bien, pero redundante. Es decir: se le ha dado demasiado bombo y platillo desde algunos medios.
Aunque eso de "universalmente oficial" y "lengua política" ¿qué coña quiere decir? Ahí veo la mano pseudofilosófica de Savater: bastaba decir oficial, ¿no crees?
Por otro lado, es un poco hipócrita (eso sí) cuando plantea estar de acuerdo con el artículo constitucional que prevee planes de protección para lenguas cooficiales cuando muchos de ellos apoyaron a cierto grupo político que planteó eliminar este artículo.
Por consiguiente, mi conclusión: correcto, nada intransigente y casi académico... Luego, mucho ruido y pocas nueces.
A mi me pasa parecido. No lo firmo por la utilización Cope/El mundo de la cosa. Y entiendo a Gamoneda, por mucho que se estén metiendo con él. Ahora bien, a veces me entran ganas de apuntarme solo por joder a los nacionalistas vascos y catalanes. No sé, es una cosa complicada.
Superantipatico
Lamentándolo mucho, querido D. Antonio, no voy a hacer caso a su recomendación y no voy a leer el manifiesto de marras. La cosa me huele a oportunidad política, a guerra sucia, a manipulación y a estratagemas de esas que acostumbra a hacer Pedrojota con sus adláteres.
Hoy es el castellano, ayer fue la Educación para la Ciudadanía, mañana el coño de la Bernarda...
¿Realmente sienten los ciudadanos de a pie que España se resquebraja? ¿Cuándo han dejado de hablar en castellano los vascos y los catalanes?...
En fin, palabras, paraules, hitzak...
Joder, que poco fuelle, D. Antonio. Creí que en esta cuestión nos íbamos a batir el cobre y resulta que, al igual que en muchos otros asuntos, comulgamos con los mismos planteamientos aunque yo, al contrario que usted, sí llegué a firmarlo.
Damos un poco de asquito de lo melifluos que somos, ¿no?
Abrazos,
Pedro de Paz
Olvida usted que tanto el catalán como el eskera fue perseguido unos 50 años por la dictadura y prohibido su uso en favor de una de las cuatro lenguas que se hablan en España, el castellano. En otros paises se ama la diversidad y sus habitantes hablan hasta cuatro idiomas, como en Suiza, pero en España eso significa perder la identidad, o sea, la identidad castellana.
Grendel, si de pasar facturas se trata, podemos tirar de Historia y le aseguro que encontraríamos unas cuantas más que reivindicar, no sólo esa, pero no se trata de dirimir una cuestión actual empleando como argumento lo que ocurrio en un pasado cada vez más lejano. Porque, si de eso se trata, a mí todavía me escuece lo de la Armada Invencible. A ver cómo lo solucionamos.
Pero si a esos argumentos nos remitimos, a mí, la situación me parece muy clara: "me jodieron 50 años, voy a joder yo otros 50". Y a mí esos "quítate tú pá ponerme yo" no me parecen de recibo. Y de ahí proviene el origen del manifiesto y gran parte de las protestas al respecto. Yo también estimo y aprecio la diversidad, pero muchas de las propuestas escuchadas no consisten en la equilibrada tesitura de dar la opción de elegir. Se trata de potenciar el idioma regional a base de actuar en detrimento del nacional. Y por ahí si que no paso.
Me niego a aceptar que nadie me haga sentirme ajeno en mi propia tierra
Gracias por esta frase.
Un beso.
Los presentes te agradeceríamos, Gustavo, que nos encaminaras hacia esas declaraciones de Savater, porque yo al menos quisiera tenerlas guardadas.
A ti y a don Eduardo, sólo reiteraros que la cuestión de la maniobra está clara, así como en quién se apoya y a quién aprovecha. Pero, sin ánimo de polemizar más allá de lo que desea don Pedro, creo que es bueno dejar los apriorismos colgados con la chaqueta y ver las cosas como las vea cada uno. Yo, al menos, es lo que he hecho con este tema, aunque mucho me temo que coincidir con el texto de esta declaración que comentamos le resta a uno bruño en su chapa de progre. Ciertamente pienso que no se compensa una injusticia con otra igual y en contrario sentido, tanto para los teóricos de la asimetría sexista/judicial tan de moda ahora como para los que piensan que no es malo que prevalezca en lingüística a modo de compensación.
Para mí, el que roba a un ladrón es otro ladrón, mal que le pese al refranero.
Gracias, lunita. Qué cosas les sabes decir a los hombres...
Yo tampoco sentí ese pellizco, María, sino casi lo contrario.
Vamos por partes: una cosa es defenderse de que ciertos personajes traten de imponer sus criterios a los demás, en lo de los idiomas y en otras cosa más; y otra cosa, que no me parece nada bien, es atacar y desacreditar unas lenguas que tienen su historia y a sus hablantes.
Lo que dice el señor P. de Paz "Se trata de potenciar el idioma regional a base de actuar en detrimento del nacional." ya me parece el colmo. Si bien los anteriores comentarios no mencionan este idioma, en Galicia se habla el gallego mayoritariamente, lo que no quiere decir que ni siempre ni únicamente, pero no lo hablamos uno de cada cuatro. El Gallego es un idioma tan antiguo como lo pueda ser el Castellano; ¿por qué sería que Alfonso X escribió sus "Cantigas" en Gallego?, tal vez por que era una lengua más culta y avanzada en aquel momento? no lo afirmo pero es posible, de echo fue la lengua de gran parte de la lírica ibérica hasta finales del XIV; y es padre del Portugués, idioma que fue evolucionando, en parte forzadamente para diferenciarlo, al independizarse Portugal en el siglo XII.
En referencia al escrito "ese" decir que opino que es un panfleto más, tan redundante como el contrato que pretenden otros imponer a los inmigrantes. Creo que nos sobran salvadores. No me merece mayor comentario.
Y aquí lo dejo por no dar más la vara; esto da para mucho más, pero pido, por favor, un respeto para los demás tan grande como el que queremos para nosotros mismos.
DeRedes, te aseguro que a mí el gallego, como otros idiomas regionales, me merecen el mayor de los respetos por cuanto tiene de historia, de acervo cultural y de valor intrínseco (que es mucho). Lo que no me merece ningún respeto son los cuatro exaltados nazigeonalistas que aducen que como un enano con voz de pito (gallego por más señas) proscribió los regionalismos y estúpidamente condenó al ostracismo a toda referencia cultural de esa índole, ahora, la justa conbtramedida es hacer lo mismo con el castellano. "¿Tú prohibiste el gallego? Pues ahora, en función de esa premisa, yo proscribo el castellano". A pedradas no llegamos a ninguna parte. Y es a por los de ese palo a por los que voy.
Saludos,
Pedro de Paz
Lo leeré pues... Lo leeré. Y volveré para contarlo.
Un beso enorme.
Bien Antonio: sabía que me lo pedirías, y estás en el justo derecho. Lo he citado y enlazado infinidad de veces:
http://www.elpais.com/articulo/
opinion/mes/cuarenta/anos/elpepuopi/
20080505elpepiopi_4/Tes
Otra cosa: no puedo evitar hacer una corrección. En realidad, Franco no prohibió "del todo" las culturas y lenguas -joder, como decirlo- castellanas. El idioma pasó al ámbito privado y artístico, estando
prohibido su uso público como oficial. Las culturas fueron secuestradas, encerradas en un foklorismo propugnado por la Sección Femenina. Es difícil de explicar, por lo que yo siempre lo explico hegelianamente: digamos que para el franquismo ortodoxo el "ser español" se manifiesta de diversas formas y lenguas (tan diversas que algunas se hablan en Francia), siendo la cultura y la lengua castellana su fin más perfecto. O al menos así lo entiendo yo.
La brustrada de la contenad andaba de prodanto y de contesatarlo por tal no es recibido la Losantos de la comunica y per no voy a spudrar la bastante dantonio. Y esta indepufra benfta d ela cogita a mano de todo.
"...Penitenciagite! Vide cuando draco venturus est a rodegarla el alma tuya! La mortz est super nos! Ruega que vinga lo papa santo a liberar nos a malo de tutte las peccata! Ah, ah, vos pladse ista nigromancia de Domini Nostri Iesu Christi! Et mesmo jois m'es dols y placer m'es dolors... Cave il diablo! Semper m'aguaita en algún canto para adentarme las tobillas. Pero Salvatore non est insipiens! Bonum monasterium, et qui si magna et si ruega dominum nostum. Et il resto valet un figo secco. Et amen. No?..."
(El nombre de la rosa - Umberto Eco)
Abrazos, fratellis
Pedro de Paz
Siempre me llamó la atención ese personaje (aunque sólo he visto la peli).
-Maestro, ¿qué lengua hablaba ese hombre?
-todas y ninguna
Tras leer el artículo que publica hoy en El pais Felix de Azúa, he firmado el manifiesto dichoso.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Socorro/elpepuopi/20080710elpepiopi_4/Tes
Amigo Antonio, esta es de las pocas veces que discrepo con usted.
Siendo ilicitano y castellanohablante constato que el valenciano, mi lengua paterna, se perderá en la próxima generación. La razón la veo en que en el País Valenciano no ha tenido el apoyo autonómico (¿dicriminación positiva?) que han tenido otras regiones.
Al tratar temas lingüísticos no debe caer en el error de identificar las políticas lingüísticas con políticas nacionalistas claramente excluyentes.
Mi opinión en este tema es sencilla. Debe protegerse la lengua minoritaria con políticas integradoras para favorecer el conocimiento y uso de la lengua minoritaria en la vida diaria.
Los discursos victimistas de los políticos catalanes o vascos de turno, y el manifiesto estos políticos-intelectuales, son las caras opuestas de una misma moneda. Pura acción mediática.
Cordialmente,
Jaime
Al último mono, nos da igual como te expreses Antonio.
La cuestión es:
¿Crees que lo haces de un modo libre?
Nosotros no somos nadie, para contestar esa pregunta, en tu nombre Antonio.
Pero cuando nos la hacen a nosotros, siempre hemos respondido que SI.
Hemos recorrido toda España y parte de este maravilloso mundo, siempre de un modo libre.
Jamás firmaremos cosas obvias, por que se saben y si a nuestro lado, hay alguien que no tiene acceso a ese conocimiento, antes que imponer, proponer y si aceptan nuestras propuestas, enseñar las mismas.
Saludos y sentido común.
Este artículo, que enlazo desde la bitácora de Jh, representa un punto de vista sobre este asunto que comparto plenamente y que no tuve, quizás, la capacidad de plasmar en mi anterior entrada.
Lease con la mente abierta y sin prejuicios.
Saúdos dun galego.
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