lunes, 3 de noviembre de 2008

felicidades

No sé si es mejor decir que se acerca o que se cierne sobre mí la fecha de mi cumpleaños, porque me debato entre la adjetivación y la objetividad. Hasta que el subjetivismo obligado en esto de los blogs se impone y elijo ahora decantarme por la primera opción. Amenaza en lontananza, decía pues, el día de mi aniversario y me voy a felicitar por ello pese a que su evocación apareja automático el recordatorio, excesivamente preciso, de la cantidad de años que llevo (al menos en esta encarnación, la única que concibo o que recuerdo) pisando estos lugares, primero en brazos, luego sobre ruedines, después en taca-taca, más tarde a pata y final y ya definitivamente sobre ruedas. Serán pasado mañana cincuenta y nueve años, a saber más de tres mil semanas y cerca de 21.535 días, ahí es nada, a pesar de que un amigo muy chuleta que tenía me repitiera con gracia, hace ya más de una década, que aparentaba dos días menos, y quisiera creer que sigo en ello.

Si éste fuera el mundo del río me importaría menos cumplirlos porque en cualquier momento podría renacer orilla abajo en medio de cualquier otra bandería, pero hasta donde yo alcanzo las divertidas elucubraciones del genial Phillip José Farmer no son aplicables al caso por lo que llegado este momento en el que es tradición echar la vista atrás y reconocer el camino recorrido me pongo a ello con entusiasmo digno de mejor causa. No creáis, no, que lo voy a hacer ante vosotros. No os merecéis esta tortura, porque sois buenos y me visitáis con constancia no exenta de paciencia, permitiéndome dislates y sonriendo incluso de media anqueta, a veces, ante mis divagaciones de verbosidad excesiva.

Si acaso, con vuestra anuencia, sí me gustaría haceros partícipes de alguna de las cosas que más lamento no haber hecho, o no haber hecho bien, o no lo suficiente, cuando las repaso desde mi punto de vista actual. Más me importan éstas que lamentar lo que haya roto en el trayecto o llorar por las cosas mal hechas, tanto porque se me da de miedo pegar los pedazos como porque resulta definitivamente imposible, como cualquiera comprende, hacer tortillas sin cascar los huevos (sin pelar patatas sí que sé hacerlas, algo es algo).

Pecho a lo hecho, que es invariable, me preocupa más lo que no hice y hubiera debido hacer, que es de lo que iba esta entrada. Resumo y concreto algunas de entre las confesables. Leer mucho más. Cruzar el charco. Mimar mi memoria. Aprender a navegar. Montar a caballo. Viajar sin medida. Saltar la banca. Ponerme detrás de una cámara. Hacer guiones para televisión. Llevar boina. Tatuarme en la espalda un fragmento de La rendición de Breda (toda no cabe). Presentar un telediario. Vivir un año de anacoreta. Reír a carcajadas. Montar en globo. Vivir en París el mayo del 68. Volar en helicóptero. Cantar bien. Acertar una quiniela. Cocinar el mejor couscous. Montar una buena orgía. Correr en moto. Hacer en pelotas el descenso del Vero (valen zapatillas). Leer mucho mejor. Componer un gingle. Saltar en paracaídas... ¡Ah!, se me olvidaba: y aprender a escribir. Cuando me acuerde de otras os lo haré saber.

Nota: Observad lo brillante que parecía ese niño para cómo resultó de mayor.

14 comentarios:

Amigo dijo...

Y rezar más caballero, rezar más. Mi blog sigue siendo muy superior al suyo, dicho sea con infinita modestia. Que Dios le bendiga. Amen.

Anónimo dijo...

Perdona, amigo, pero este blog es infinitamente mejor que el tuyo. Ya quisieras escribir como D. Antonio. Y deja que cada cual rece o no rece que ya está bien de dar sermones.

Browner...Seguro? dijo...

Felicidades.... joder.. cuanto escorpion.... yo tb... hoy dia 4... pero unos pocos dias menos que tu.. no muchos menos...

Antonio Piera dijo...

Felicidades, browner. Tanta escorpionada habría que celebrarlo. Por el momento, nos conformaremos con los mejores deseos.

Gracias, anónimo, por la defensa, pero no entre usted al trapo. No es menester y cualquier comparación resulta odiosa.

A usted, a quien me resisto a llamar como se autodenomina, ya que desde siempre he elegido a mis amigos y nunca he considerado así a los soberbios ni a los obcecados, una sola cosa le digo: ni usted, con su desvergonzada intolerancia, ni sus ideas aparentemente pacatas que intentan disfrazar la historia de intransigencia, hipocresía y sangre de la secta más abyecta que ha conocido la historia son bienvenidos aquí. Coja usted su piel de cordero y hágase con ella una manta, que el disfraz no le sirve en mi casa. Su dios me repugna. Fin del asunto.

Anónimo dijo...

Apuntadme a ese pérfido y malévolo nido de escorpiones que el de un un servidor fue hace una semana.

D. Antonio, me encantaría que, tal y cómo me han asegurado, mañana le hicieran llegar de una puta vez un envío que tenemos pendiente. Más que nada por hacerlo coincidir con tan magna fecha.

Amigo, ni en tus mejores sueños conseguirías tener la prosa y el verbo que maneja el amigo Antonio. Y mucho menos un blog a su altura. Deja el proselitismo para lugares donde quizá te lo agradezcan más que aquí somos todos un poco descreídos.

Abrazos,
Pedro de Paz

Anónimo dijo...

Pues muchas felicidades, d. Antonio. De seguro que muchas de esas cosas aún las puedes hacer: nunca es tarde si la picha es buena. Y, confidencialmente, está mejor el tuyo: de lo demás, ni caso.
PD: ¡qué niño más guapo era usted! Yo también era muy guapo... Luego crecí.

Más claro, agua dijo...

"Pues no te queda ná ni ná entavía", que diría algún paisano de esos que usted y yo tenemos cerca...

Muchas felicidades y que lo celebre usted llenando de vacío varias botellas ;-)

Antonio Piera dijo...

Si se cumplieran sus previsiones, don Pedro, cosa que me haría inmensamente feliz, ya se lo haré saber. Felicidades con retraso. Tendremos que hacer un listado de arácnidos algún día.

Gracias, Gustavo. Luego crecimos, en efecto, y bien que lo estropeamos. Comparto sus expectativas de futuro. Estoy en ello.

Don Eduardo, esos paisanos son bien sabios. De botellas, veremos, pero acabo de darle el punto a una cazuela de calamar con papas...

Amigo dijo...

Que Dios os bendiga a todos: yo también os perdono. Por favor, Don Antonio, no se tome a mal mis comentarios: solo pretendía hacerle ver la realidad. Amén.

Más claro, agua dijo...

Gran iniciativa! El tiempo se detiene ante tan suculentos manjares... :-)

Browner...Seguro? dijo...

pero que clase de ¡¡¡ Amigo ¡¡¡ tienes, que manera de molestar estos sectarios con su proselitismo.. que se metan en sus iglesias y nos dejen a los demas tranquilos.... menudos .. me callo la burrada que iba a escribir

Anónimo dijo...

Felicidades, guapo! Escribes de maravilla, así que eso no debe preocuparte como cosa no hecha. Sabes? Mientras vives, haces lo que crees que te apetece hacer y cuando miras atrás, crees que te hubiera gustado hacer cosas que no hiciste...
Yo lo miro al revés: veo lo que he hecho y disfruto al recordarlo. ahora sólo pretendo seguir viva y sentir el viento sobre mi piel.
De todas maneras, todavía estás a tiempo de cruzar el charco. No dejes de hacerlo, porque merece la pena.
Manda a amigo a tomar por culo que se está poniendo pesadísimo.
Felicidades de nuevo.
Un fuerte beso

Antonio Piera dijo...

Gracias, browner. Ni caso.
Oyana, todo lo que me dices me halaga. Te agradezco las felicitaciones e intentaré seguir tus consejos. Besos.

Anónimo dijo...

¿¿¿Llevar boina?????

¡¡¡Pero si debajo de cada boina hay un joputa!!!

Prefiero un macarra de ciudad a un paleto sentencioso de pueblo d esos que están to el puto día con las lindes o hablando del hijo de la Rufiana.