viernes, 8 de mayo de 2009

migrañas

Ante la migraña, no hay refundación que se resista. Mi sobrino la padece, desde hace años, y su vida es un sinvivir. Siempre te parece, a su lado, que le hablas demasiado alto, que te mueves demasiado deprisa, que respiras demasiado fuerte, que necesitas demasiada luz, que el timbre de tu teléfono móvil está ajustado a un volumen fronterizo con la tortura...

Está jodido a pesar de que le han hecho de todo, punciones en la frente, sesiones de noséquéterapia, de que ha viajado a visitarse con la crème de la crème... Ronda los treintaytantos y su dolencia, tenaz e implacable como una maldición, remite cuando le parece o le ataca por la espalda al menor descuido, o enarbola la razón del porquesí para preñar su vida del dolor más atroz, inacabable, gratuito y esclavo.

Con el arrojo de quien se yergue contra la injusticia, o acaso con la desesperación de quien no tiene otra que hacer algo, mi sobrino no se da por vencido y se asocia y edita libros divulgativos sobre el tenebroso mal que tan profundo le afecta, empeñado en encontrar para sí mismo y sus hermanos en el perpetuo malestar alguna solidaridad, alguna solución que se parezca remotamente al alivio de su pertinaz dolencia, ante la indiferencia de la administración del Estado que ni siquiera se ha dignado considerar como crónica esta trágica enfermedad, feroz donde las haya, y susceptibles por tanto quienes la padecen de percibir de la Seguridad Social el tratamiento que por dolor e incapacidad sobrevenida les corresponde. Ni más ni menos que el mismo que ya desde hace tiempo reciben quienes padecen de migraña en Europa.

Ahora, me ha pedido ayuda y se la presto de corazón escribiendo esta entrada. También imprimiré todas las hojas de firmas que pueda rellenar, que son las que ilustran esta entrada, y las llevaré a la farmacia de al lado, que tanto me quiere porque tanto la visitamos, para ver si las puedo dejar allí y que se las presenten a sus clientes, por naturaleza solidarios con toda la gama de disfunciones del cuerpo. Lo mismo que me permito pediros a todos que hagáis, si bien os parece. Luego, por el e-mail, me lo decís y os doy la dirección a la que hay que enviar las firmas.

Abrazos.

5 comentarios:

Gustavo dijo...

Que se pueda destruir todo un país con una bombaca, y no se pueda curar la migraña...

Antón Abad dijo...

He sido víctima de la migraña durante muchos años; en un tiempo, una medicina que venía del este de Europa (era algo así como Tokina o algo parecido) me garantizaba alivio y unos ricos colocones. Cuando se me cortó el chollo por la decisión de las autoridades checas de pedir receta, empezó de nuevo el calvario. Finalmente di con los Triptanes, una medicina que antaño te dejaba la cabeza como un jardín y el corazón hecho unos zorros. Cualquier migrañoso le dirá que prefiere morir de un síncope a reeditar su desesperación cada vez que el Ozono prima en la atmósfera, o una tensión desmedida de la vida cotidiana desata la tortura. Los científicos consiguieron por fin que los cordiales efectos secundarios se centraran en otros órganos menos delicados, y crearon el Zomig (de la farmacéutica Astra Zeneca). Este medicamento milagroso tiene el peor efecto secundario en el bolsillo del paciente (6€ cada pildorita), pero como ya le dije antes, para un profesional del dolor de coco, este es un mal menor. Yo me he tratado en la seguridad Social, así que no entiendo muy bien a qué se refiere con el último tramo de su exposición.

Antonio Piera dijo...

Lo que piden es que se les reconozca como enfermos crónicos, que es lo que son, y se les puedan aplicar las "ventajas" previstas por la SS para estos casos (incapacidad laboral transitoria, o permanente, imagino). Tal vez le aclare algo, señor abad, leer el documento que he pasado a la firma en su nombre.

Espero que el milagroso pase del Barça a la final de Roma mitigue sus migrañas, si es que las sigue padeciendo aunque mi deseo sería que permanezcan en el pasado, como parece deducirse de su comentario.

Adrian Vogel dijo...

Sorprende que la OMS si les considere cronicos u nuestra SS no...

Gustavo dijo...

Una dedicatoria:
http://albokari.spaces.live.com/blog/cns!61E9B08CEBCBE7EE!7153.entry

¡Salud!