de somardas
He necesitado un par de días para serenar el ánimo tras la noticia de la desaparición de Labordeta. Me han emocionado las manifestaciones espontáneas de la gente en Zaragoza y el impresionante flujo de visitantes que quisieron darle su último adiós en la Alfajería. Estoy seguro de que el abuelo se habría emocionado al cotejar de forma definitiva que el cariño que entregó a su tierra era tan copiosamente correspondido, después de extrañarse de haber convocado "tantisma" gente. Además, dicen que le van a poner su nombre a un parque, aunque lo que de verdad querríamos la mayoría de los aragoneses sería que su Canto a la Libertad fuera, desde hoy y para siempre, el himno oficial de Aragón. Habrá que pelear por ello.
José Antonio siempre fue un somarda, que es como en Aragón llamamos a los que parece que nunca han roto un plato pero siempre te dejan, de un golpe, de una sentencia, con una frase o una palabra, a la que dicen mazada, una espléndida síntesis de su pensamiento. Como aquel anciano al que le presentaron al futbolista Miguel Pardeza como queriéndole hacer un honor. Es un jugador de fútbol, le decían, que ha jugado en el Madrí. Ahora está en el Zaragoza, y además estudia Derecho. Ha sido de la "quinta del buitre", proseguían y va para director técnico, fue pichichi el año pasado... Ante esta avalancha de méritos, el anciano sólo dijo, mirando a la cara a su interlocutor: "¿Y pa' qué tanto?"
Eso es un somarda, el que, en vez de decir: "Siento mucho comunicarle que no estoy de acuerdo con su forma de enfocar la cuestión que estamos tratando, que en mí apenas despierta además un interés relativo", te dice "¡Bah!" y se queda tan tranquilo con su resumen. O el que, a un alegre "buenos días" responde tan pancho, como sin querer, "según", aunque haya algunos que afirman que la mazada original era "será pa' tí".
Como aquel aragonés llamado Gracián definió cuando dijo aquello de "Lo bueno, si breve, dos veces bueno", frase lapidaria y concisa a la que el genial humorista Gila, que "debería" haber sido maño aunque no lo era, llevó a la exaltación de la síntesis con su: "Lo bue, si bré, dos ve bue" absolutamente genial, y como está claro, además, que "lo ma, si bre, menos ma", no me extenderé más en glosar las excelencias del somarda en memoria del abuelo, una vez hecha expresión de mi admiración por esa exquisita manera que tienen en la tierra donde nací de ahorrar en palabras. Sólo deciros que, documentándome sobre este término, caí en la página de un dibujante llamado José Luis Cano de donde extraje sin su permiso algunas de las anécdotas que aquí refiero, incluso modificándolas a mi antojo. Nobleza obliga a tal reconocimiento, puesto que su entrada es mil veces mejor que la mía y lo podréis comprobar siguiendo el enlace que oculta su nombre.
¿Qué es peor, la ignorancia o la indiferencia? Y el rabino contestó: "Ni lo sé, ni me importa".
Vuelen tus cenizas, abuelo, a donde las quiera llevar el viento noroeste de los Pirineos. Irán a parar, seguro, a un mundo mejor que éste.
PD.- La espléndida fotografía que ilustra este artículo se debe a la sensibilidad de mi amigo Julio Castro, director del suplemento "La República Cultural".
5 comentarios:
Otra somarda de esas de cosecha propia:
-Buenos días...
-Pues anda que tú...
;-)
Muy bueno. La respuesta es una 2mazada". El somarda es el que la dice.
Me apunto nueva la palabra a mi diccionario, y de verdad que hay otro mundo mejor que este?
El Autostono
Me gusta la palabra, suena a pueblo,por cierto ¿hay otro mundo mejor que este?
Lo importante es que siga entre nosotros, que nos cuenten lo que contaba y menos calles, aunque no este de mas un buen parque.
El austostono
EL abuelo en cuestión que no le daba importancia a los méritos de Pardeza, inventó un movimiento filosófico: "el paquetantismo", muy acorde con la filosofía somarda aragonesa.
Un somarda Aragones para decir NO, siempre dice: SI, POR LOS COJONES.
Saludos Don Antonio que debe usted estar de maravilla por esas tierras de MARÍA SANTÍSIMA.
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