los apuros de un príncipe consorte
La policía judicial busca información sobre un apaño del señor Urdangarin y no parece que haya nada. Se ha volatilizado todo un Instituto como si nunca hubiera existido. ¿O será que sólo existió para morir? Lo han buscado en San Cugat del Vallés, su última sede conocida, pero han encontrado aquello más vacío que los principios éticos de Zapatero. En Telefónica, no saben, no contestan.
Tal vez deberían buscarlo en la sede de AIZOON S.L., sociedad creada en febrero de 2003 en la calle Beethoven, 9 y que en 2005 trasladó su domicilio a la calle Balmes, 224 para terminar, por ahora, en la calle Pedrera -junto al Paseo Marítimo de Palma de Mallorca- donde el ínclito consorte posee al parecer tres pisos de lujo previsiblemente a nombre de esta sociedad en la que figuraba (o sigue figurando, vaya usted a saber) como administrador único y que tiene, entre otros objetos sociales el servicio de consultoría y asesoramiento en gestión de empresas y la compraventa y arrendamiento de bienes inmuebles.
Pero el caso es que el Instituto Nóos de Estudios Estratégicos de Patrocinio y Mecenazgo , que presidía el don Iñaki mencionado, recibió 1.200.000 euros del Govern balear cuando a su vez lo presidía el pepero Jaume Matas tras firmarse entre ambos un convenio para la realización de un estupendo encuentro internacional sobre deporte y turismo pomposamente llamado Illes Balears Forum que duró tres días (a finales de noviembre del 2005) y del que casi nadie se enteró. Del dinero, tampoco nadie sabe nada. Pero la policía investiga este vidrioso asunto al hilo del sumario Palma Arena.
El Govern ha informado al juez de que, desgraciadamente, nunca hubo documentos justificativos de estas subvenciones. ¿Para qué? Es bien sabido que, en determinadas esferas, la palabra y el apretón de manos sustituyen al incómodo escrito, y dejan muchas menos trazas, dónde va a parar. Tampoco han quedado huellas de la pasta, elemento volátil donde los haya, ni el Forum de referencia ha protagonizado otra cosa que su canto del cisne.
Aunque, hablando de pasta, es hasta plausible que los pingües beneficios de esta operación fueran a engrosar las arcas familiares del consorte, necesitadas ante la desmesurada inversión (nobleza obliga) de seis millones, más los gastos de reforma, que le costó el palacete en Pedralbes de tres plantas y 1.200 metros construidos (con jardín de 1.300) en el que acaba de instalar a la familia y que fue la envidia de su suegro cuando lo visitó en su último viaje a Barcelona cuando lo de su operación.
El yernísimo está en un apuro porque no tendrá más remedio, a la larga, que dar explicaciones acerca del uso de aquellos dineros, obtenidos sin duda de buena fe, y/o presentar las cuentas una vez deducidos los gastos pertinentes que, esos sí, tendrá seguro convenientemente documentados. O no. Su cuñada Elena anda también últimamente a los gritos y amenazas, eso sí, desde un caballo, y todos a una vigilando de través la supuesta quimioterapia a la que estaría siendo sometido el patriarca ante un recalcitrante tumor en última fase, así que no sería inconsecuente deducir que en la casa real deben vivir en un ¡ay! de los nervios, los pobres.
Claro que las penas, con pan, son menos.
3 comentarios:
¿Cómo era aquello de San Martín y un cerdo?...
Pues eso ;-)
ha muerto jose antonio labordeta
Pero qué fueeerrrrte!
Vaya una suerte que están teniendo sus majestades con los añadidos....
¿y qué pasará con todo esto?
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