lunes, 13 de septiembre de 2010

poquito a poco

Anquilosados los dedos de escribir, que en mi caso se reducen a los índices de ambas manos cual corresponde a un periodista de pro que no haya confundido su carrera vocacional con la del mecanógrafo, me propongo ponerme al día en este mi/vuestro sitio que diviso más abandonado que un abrigo en agosto, bajo mínimos como si fuera la carrera de Zapatero y me temo que menos frecuentado que los bajos de la lideresa Aguirre, aunque eso tan sólo lo suponga yo o lo deduzca de la acritud que presenta la mencionada habitualmente.

Acuda en descargo de mi inaceptable ausencia la caló que hemos tenido por Rota este verano de horno y calima, que ha hecho inabordable para mí tan siquiera la idea de sentarme ante el ordenador, cuánto más por inexistente la posibilidad de hilvanar seguidas más de dos ocurrencias inteligibles que ofrecer en este escenario de desnudez, a veces potro de torturas, otras marco de excitante onanismo y siempre desafío personal al que llaman blog.

Quienquiera que haya dado pábulo a tan grosera excusa, podrá también hacer como que se cree mis propósitos de enmienda, leyendo lo antedicho e interpretándolo como compromiso público de asistencia y publicación regular por parte de éste su autor, lo que sería comprensible si no fuera porque de estos propósitos anda el infierno sobrado y porque tan desmesurada fe en el comportamiento humano pudiera encontrar también sus raíces en la proverbial falta de memoria del pueblo llano, especialmente del nuestro español, que no recordará así las varias y reiteradas ocasiones en que he anunciado similar arrepentimiento e intenciones de enmendarlo. Culpa, sin duda, tal defecto de la educación judeocristiana que recibimos.

De modo que sirva el presente escrito llamado entrada para anunciaros que deseo estar de nuevo entre vosotros y, con idéntica intensidad, deseo contar también con vuestra presencia, aunque tanto uno como otros lo consigamos tras recorrer juntos un imprescindible proceso de aclimatación a tal novedad, más factible cuanto más despacio y con mejor tacto nos vayamos incorporando a ello. Poquito a poco, que decíamos antes.

5 comentarios:

Más claro, agua dijo...

Año nuevo, vida nueva, amigo Antonio.

Mi presencia la tiene garantizada desde ya con la única condición de que los botellines estén bien fríos.

Salud! ;-)

Adrian Vogel dijo...

Compruebo que los rumores eran ciertos. ¡Qué dure!

Gustavo dijo...

Pues ¡hala! ¡A ello! Yo te comprendo: escribir en los blogs se ha convertido en algo, a veces, aburrido, sobre todo cuando (como me pasó a mí) los comentarios no están a la altura.

beatriz dijo...

qué placer leerle, caballero!

David dijo...

¡Bieeeeenn!