lunes, 30 de marzo de 2009

abortos

Vi en la tele de pasada la mani antiabortista, ¡cuánta monja!, y me extasié contemplando un grupo de niñas bien, todas uniformadas de rojo-regla, saltando al ritmo alegre de la consigna, "aborto-no, vida-sí". No comprendía tanta alegría, ni sus sonrisas de oreja a oreja. Estadísticamente, valoraba yo a vuelapluma, de esas veinte risueñas princesitas habrá más de la mitad que conocerán los placeres del sexo a escondidas antes de cumplir los catorce. Tal vez una y media sean violadas por un familiar lejano. Con la información sexual que les permite la cerril negativa de sus papis a la asignatura ciudadana, lo más probable es que se queden embarazadas a las primeras de cambio cinco o seis de esas alegres saltarinas. ¿Qué harán entonces? ¿Qué medidas tomarán sus sagradas familias? ¿Viajarán de compras a Londres como siempre? ¿Serán consecuentes o esconderán el baldón de un nieto inesperado en una familia tan de bien? ¿Y ellas, las menores embarazadas, seguirán saltando tan campantes, con su tripa a cuestas? ¿Reirán su gracia las monjitas? ¿Volverán a manifestarse cuando toque?

Los prebostes de la ICAR (Iglesia Católica, Apostólica y Romana), autores intelectuales de esta manifestación, escondidos tras el cartel del niño y el lince exótico (por cierto, ese nene es igualito a Jiménez Losantos o estoy yo orate), no se personaron en debida representación. Mejor las monjas, que son mujeres obedientes y bendecidas por ello. Tampoco fueron a dar saltitos sus beneficiarios áulicos, aunque enviaron a la avanzadilla opusina con Pujalte a la cabeza, que es sabido que la doctrina aconseja esconder la mano tras tirar la piedra. Medio millón de abortos practicados en la España de Aznar contemplan toda esta hipocresía. Unos miles de sandios haciendo el trabajito sucio, la oposición falsaria, movilizando las previas a Europa, impasible el ademán. Los obispos grabando vídeos de abortos ensangrentados y nonatos desmembrados, para que los de la EpC prueben su propia medicina y en África anatemas de condón con consecuencias asesinas.

¿Cuánta mentira descerebrada le quedará a la agonía de esta secta sangrienta?

6 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Oiga, D. Antonio, en vez de I.C.A.R. llame a la secta S.I.C.A.R. (poniéndole la S de Santa primero), así a sus seguidores acérrimos se les puede llamar, simplemente, sicarios.

Salud y República

Gustavo dijo...

¡Vaya sr. Piera! Así que pensó usted lo mismo que yo al ver a estas quinceañeras... ¡Qué cosas, no! Por si te interesa, aquí dejé mi opinión (deliberadamente radical):
http://www.blogoteca.com/alvitogodino/index.php?cod=58657

¡Salud! y ¡PUTO OPUS!

Anónimo dijo...

Ay, Antonio, ¡cómo me gusta leerte! Tenías que tener una columna de opinión diaria en todos los periódicos del reino.

Pensaba en la derecha oponiéndose al aborto (y las nenas guapas, abortando) al matrimonio gay (y son ellos los primeros) y a todas esas contradicciones que se nos olvidan, de puro falsas que son y que, nadie le recuerda a la derechona que chilla y a la iglesia que lleva la voz cantante.

¡Qué país, madre!

Te mando un beso, desde mi escondrijo.

Cybuster II El Grande dijo...

Pues yo lo que no veo es que la peña aborte 10 veces simplemente porque no le salga de los homólogos ponerse el condón... y encima lo tenga que pagar yo. Eso sí que es un atraso.
Saludos!

Gontzal dijo...

D. Antonio, y perdón por la expresión, ¡qué tripada de risas! ¡es igual que Fejilos!

Gran entrada como siempre.

Pienso que tanta rabieta viene, también, de la caducidad de aquel modelo en el que los hijos ilegítimos o indeseados acaban atestando conventos y seminarios.

Y de la doble moral de esos católicos adolescentes de misa dominical y polvete discotequero de sábado -con condón, amigo Benedicto-, qué decir...

Anónimo dijo...

Grandioso post el suyo de hoy, ha expresado usted justo lo que yo pienso. Cuántas de las alegres burguesitas de la mani de la iglesia (jajaja, país) habrán abortado, estarán por abortar y abortarán cuando su novio Borja decida que es mejor practicar la "marcha atrás", que el cura le ha dicho que eso de usar condón es pecado. Hipocresía y falsedad por doquier.
Otra cosa es que se pueda estar en desacuerdo con la actual reforma, que yo también opino que se tendría que mejorar pues tiene algunos aspectos un tanto oscuros, pero lo que se vio en la manifestación es una oposición al aborto, y eso es un tema superado hace ya más de 20 años en éste país.
Me quedo con la frase que he leído por ahí:
"Más condones y menos oraciones"