lunes, 1 de septiembre de 2008

nada

Terminadas las vacaciones de mis musas, miro alrededor y veo nada. Dicen que ayer era el día del blog, pero nadie me regaló nada, siquiera una triste entrada que llevarme al ego, ni un fugaz comentario que me hiciera salir de esta nada que nos envuelve, que es como el vacío pero vacía. No sé si será la nausée que provocaba las arcadas de Juan Pablo, pero me aterroriza esta vuelta a la normalidad cuando miro debajo de las alfombras de las portadas de los periódicos diarios y no encuentro nada que llevarme al teclado, mientras yo con estos pelos y septiembre descargando y los visitantes con el viento de poniente en la popa y este amargo sabor de vacío en la boca y ahora qué narices cuento yo en estas líneas si por no tener ni tengo el vértigo del folio en blanco, que me estoy escribiendo encima ya desde hace días y me levanto cuando no han dado las del alba con los dedos de las manos como antenas, sensibles como el pezón de una primeriza y dispuestos como un recién contratado, ganas no me faltan ni tampoco ese proverbial y legendario ingenio que me caracteriza ni siquiera el punto de originalidad y mala leche que informan esta página y sin embargo en el entorno es como si se hubiesen ido los motivos y las razones y las anécdotas o como si los temas anduviesen mirando para otro lado así que por todo lo antedicho he decidido agarrar por los cuernos este toro y saltar al ruedo para contaros que no os voy a contar nada, lo que bien pensado casi parece un secreto homenaje al día del blog de ayer, que lo compre quien lo entienda, y además me apunto al concurso alemán de mejor blog en lengua castellana porque si no quieres café toma dos tazas y porque la mejor defensa es un buen ataque y porque estoy harto de la nada pero, sobre todo, de que se ría de mí.

¿Qué se habrá creído?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No, por Dios. Usted, no. De cualquier otro lo habría esperado pero usted.... ¡haciendo pseudometaliteratura! Escribiendo sobre qué o sobre cómo escribir... Que vale usted mucho más que eso, hombre de Dios.

En fin, si no hay otra cosa... A falta de pan...

Un fuerte abrazo,
Pedro de Paz

PS.- Ya estamos todos de vuelta (de vacaciones, que no "de vuelta de todo", que también). A ver si esto empieza a normalizarse un poco más.

Más claro, agua dijo...

Ay, amigo Antonio, la Nada la carga el Diablo... A mí se me ha instalado en la cabeza desde esta misma mañana que ha sonado el despertador y tras los cristales ya no estaba la playa...

Anónimo dijo...

Que bien contado ese no contar nada!

Mi admiración y mis respetos

Antonio Piera dijo...

A su fina perspicacia no habrá escapado, don Pedro, que la zona de meta apenas valía para disfrazar el mensaje del día, eso de "escribir de nada es mi homenaje al día del blog" y tal, aunque debo confesar que el ropaje sí ha quedado aparente. Por cierto, poco faltan para sus carnavales, ¿me equivoco? Vaya contándonos lo suyo, se lo ruego.

Tras los cristales de aquí sigue la playa, acabo de mirarlo, don Eduardo. Por cierto, me ha gustado lo de que la nada la carga el diablo, aunque suene a ejerciantes espirituales precaviéndonos de la masturbación como consecuencia del farniente. Dígame si por su parte no aprecia como alta poesía, digna de nuestro ministro, los tres versos que repito de la entrada que comentamos (léase con enjundia y seseando...):
no sé
si será,
la nausée

El otro día olvidé darle la bienvenida, querida oyana, máxime viniendo por donde viene. Gracias por decirme que le gusta esta entrada. Pase y paséese por el histórico de la página. Seguro que encuentra algo un poco menos vacuo que también le agrade.

Anónimo dijo...

No se me ha escapado el detalle, D. Antonio. Respecto a lo mío (parezco un subsecretario cualquiera), la maquinaria se pone en marcha el próximo día 9 Dios mediante. A partir de ese día, la criatura hará acto de presencia en todas las librerías del mundo mundial y parte del extranjero. Estoy que no quepo en mí mismo de gozo.

Ya le iré ampliando según avance el asunto.

Abrazos,
Pedro de Paz

Anónimo dijo...

¡¡Pues será que no hay temas!!
Este post huele a síndrome postvacacional.

Antonio Piera dijo...

Pues va a ser eso, grendel.