razones para presentarse a un concurso
Van ya tres años con éste en que los chicos de 20Minutos proponen por estas fechas el concurso de Mejor blog en español, o algo así. El año pasado decidí presentarme pero lo hice, como hago casi todo, a destiempo y ocurrió que o bien mi candidatura llegó tarde o los inscriptores pasaron de mi cara, el caso es que me quedé allí con la flor como un gilipollas que cantaría Brassens visto por Krahe, don Javier. Que yo confiese que lo hago todo a destiempo está lejos de ser modestia y se acerca más a un arrebato desmedido de autoestima, ya que para mí tengo por sabido y asaz reconocido que es frecuente en mi biografía que se me vayan al limbo proyectos bestiales, ideas comerciales espectaculares y planteamientos originales simplemente porque me adelanto en varios lustros a su horario cósmico real. Es lo que nos pasa a los que cavilamos de manera independiente, que se nos va la olla en imaginar y resultamos mucho menos duchos a la hora de concretar si el entorno al que nos dirigimos está ya preparado para recibir estos arrebatos de originalidad y visión lejana. Al menos esto es lo que me gusta creer porque lo prefiero a reconocerme zafio y torpe, espero que lo entendáis y me lo sepáis disculpar.
De modo que actualmente, hoy mismo sin ir más lejos, me he puesto a valorar los pros y los contras considerables en tan trascendental decisión y como esto es un blog personal, creo yo, pues no tengo inconveniente alguno en hacerlo a la vista del visitante con menos pudor de el que haya tenido nunca la abuelita Susana Estrada. No se os ocultará que a favor de la inscripción de malablanca... figura en primer tiempo la soberbia ya demostrada antes, puesto que estoy tan convencido de las bondades de mi prosa y de su interés universal que ha de bastar con mostrarlo a la intemperie para que me lluevan los votos por oleadas y, tras ser obviamente seleccionado, arrebatar con tales méritos al jurado experto. No se me caen los anillos al colegir de ello una victoria fácil por goleada, que le daría la vertiente práctica a mi ya reconocida valía. Otra razón a favor ha de ser sin duda el mesianismo que con poca vergüenza confieso puesto que sería altamente odioso privar a las gentes en general de lo que hasta ahora habéis disfrutado tan solo 60.000 de vosotros. Otra, aunque pudiera parecer una reiteración de la primera, es que junto las palabras tan estupendamente bien que a menudo esconden o parecen diluir el fondo de lo que digo, a ojos inexpertos, claro, con lo que bien pueden comulgar conmigo gentes de cualquier postura existencial simplemente emborrachados, o acaso adormecidos, por mi manejo un poco tramposo y ventajista, lo reconozco, de los trucos del lenguaje. Eso por no mencionar salvo de pasada el exquisito rigor de mis comentarios, la belleza intrínseca de los montajes gráficos que los ilustran, la saturación de ideas originales de sus tan abundantes contenidos o al menos de ideas propias en un mundo sobrado de ocurrencias y hasta incluso, si me obligáis a reconocerlo, la propia imagen de este autor cuya mirada analítica no ensombrece sino resalta la cierta nobleza de rasgos que se percibe al contemplar con atención su rostro, no lo llaméis jeta, os lo pido por favor.
Estos mandamientos a favor se resumen en uno solo que los concreta y compendia, como en el caso de casi todos los que se inscriben: EGO
6 comentarios:
Pues mire usted, amigo Antonio, que yo he hecho lo mismo. Como seguramente no compitamos en la misma categoría, podemos sentarnos juntos a escrutar los resultados mientras los botellines de cerveza se van llenando de aire...
Esperemos que el EGO no se nos covierta en LEGO y se nos desmorone en piezas... ;-)
¿Tiene usted abuela D. Antonio? VAya autopublicidad, que bien se vende. Y que conste que en algunas cosas tiene usted razón, además de contar con mi voto.
Pues sí, yo también me he apuntado, eso sí, después de leer su entrado estoy acojonado y ya sé que no tengo nada que hacer.
Salud y República
Ego? Super-ego, diría yo. Pero también tiene que existir en el mundo el complejo de superioridad...
Ya no me quedan abuelas ni nadie que ejerza como tal, don Rafael, de modo que me lo tengo que hacer yo todo. No se preocupe porque si acabo de hacer públicas las hipotéticas razones que esgrimiría para presentarme al concurso y ganarlo, están en elaboración las razones que me inclinan a no presentarme, que publicaré mañana, de modo que la decisión sigue en el alero.
Lo de las cervezas es siempre idea bienvenida, don Eduardo, aunque no sea para un episodio de autocontemplación.
Tiene usted razón, anónimo comunicante. Hay gente pa tó. Ya veo que no se le escapa detalle...
Anónimo, hay gente en el mundo que tiene la clase y el estilo suficiente como para permitirse lucir el ego que le dé la gana porque le sienta como un guante. Otros se quedan en un patético quiero y no puedo con el que caen en el más profundo de los patetismos. Por fortuna para él y para los que le rodeamos, D. Antonio es de los primeros.
Gracias, don Pedro. Le agradezco el cumplido, aunque sospecho que ni siquiera para quienes visitáis con frecuencia esta página está quedando clara mi intentona. Cuando lo cuente, lo mismo me lapidáis. Abrazos.
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