miércoles, 8 de octubre de 2008

el cielo y la crisis

En tiempos de crisis, la gente mira el cielo. No tanto en busca de alivio, creo yo, sino para verlas venir. En el 29, por ejemplo, los que miraban al cielo en la Gran Manzana lo hacían sobre todo para evitar que les cayeran encima alguno de los muchos brokers de Wall Street que echaron a volar por esas fechas, más que buscando inspiración divina para adivinar las fluctuaciones de la Bolsa. Las miradas al cielo de ahora tienen más que ver con la contemplación del desplome del Nikkei o del Dow Jones, por no mentar al selectivo patrio. Pero eso no desalienta a los curas. Jamás permitas que la realidad te estropee un buen sortilegio. En cuanto ven que la gente mira al cielo, los obispos y esas gentes que viven de la magia se engallan y sacan pecho porque creen que ha llegado su hora de jugar a ganador y se aprestan a hacerlo como lo hacen siempre, con ventaja.

Unos claman por refundar el capitalismo a la sombra de la moral, pero cuando entendemos que se refieren a la suya se nos vienen abajo las expectativas. Que no sepa tu mano derecha lo que hace la izquierda (tiemblo al imaginar la ignorancia requerida de las dos extremidades hacia lo que haga algún otro miembro singular por libre), que ignore el Papa lo que hacen sus mensajeros USA, que no sepa el Vaticano lo que hace Rouco aquí con el bachillerato…, hasta donde yo alcanzo ésta era ya la estrategia del capitalismo antes de que nadie amenazara con refundarlo. No hacen falta estas alforjas para tan manido viaje.

Otros la emprenden de paso con el más débil, como son para la Iglesia los homosexuales, siempre que no sean curas, por pescar a río revuelto. Así vemos como, jocosamente, el capellán de la Bolsa de Londres (¿qué coño pinta un Capellán en la Bolsa, qué pinta una misa para abrir el curso de nuestro Tribunal Supremo?), un tal Peter Mullen, escribe en su blog, según informa el Telegraph, que a los homosexuales habría que tatuarles en la espalda frases como la sodomía puede dañar seriamente su salud, para que las leas como cuando estás procediendo o la felación mata, que ahí ya la postura para leerla en plena acción se me escapa por imposible si el tatuaje se encuentra donde el deslenguado describe... Este heredero de Austwisch afirma para justificarlo, en broma, claro, que la homosexualidad es "claramente antinatural, una perversión y la corrupción de los instintos naturales y los afectos", además de "causa de enfermedades fatales", por lo que a sus practicantes habría que tatuarlos a fuego como si fueran cajetillas de tabaco o judíos o gays en Treblinka.

Estando como está la Bolsa, en Londres y en todo el mundo, no me negaréis que es toda una proclama de independencia de pensamiento la de este fulano capellán, que sería inexplicable si no se interpreta como su particular aportación al río revuelto, en línea con el rechazo del Vaticano al embajador francés propuesto por París (hasta ahora el secretario general adjunto de la Cancillería francesa Jean-Loup Kuhn-Delforge) debido a su condición homosexual militante. El mundo, ahogado, pero ellos, a lo suyo. A mover peones.

Está demostrado que, en épocas de crisis, es casi mejor no mirar al cielo.

Nota.- Foto del capellán Mullen mirando al cielo, tal y como le veo yo, en broma.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Anoche nata dejó en mi blog un comentario recomendando tu entrada del martes y diciendo que tu post era muy bueno y que tenías más razón que un santo.
Bueno, pues, el de hoy es de quitarse el sombrero. Me ha encantado los adornos que le has puesto al capellán. Le quedan como hechos a medida.
Y qué vamos a decir de los curas y la homosexualidad..."Excusatio non petita, acusatio manifesta"; yo, sinceramente, no sé a qué viene esta persecución ni por qué les escuece tanto. Tampoco sé qué pinta un capellán en la Bolsa si la Iglesia es pobre, ni tampoco sé, ni he sabido nunca, por qué la Iglesia predica esa desincronización entre las dos manos, cuando lo mejor es que trabajen al alimón. Pero ya sabemos que los caminos del señor son inescrutables y los de sus representantes, tortuosos (añado).
Me ha encantado el post.

Más claro, agua dijo...

Al Peter Mullen ese lo que le pasa es que le ha dejado el novio, está resentido y escribe con la rabia del despechado... ;-)

Anónimo dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo con oyana. Y tb me ha encantado el post. Como lo que tendría que expresar lo ha hecho (divinamente, por cierto) oyana, por mí... no añado más.

Anónimo dijo...

Una pregunta Antonio: los atributos nacional-socialistas del tío este, dices que son añadidos tuyos, ¿no?
Pues es posible que alguien no te haya leído bien:
http://sareantifaxista.blogspot.com/2008/10/sacerdote-nazi-quiere-tatuar-los-gays.html

Antonio Piera dijo...

Gracias a todos por tanto inmerecido elogio, de verdad. Gustavo, si te fijas bien, a este cura mamón le han nacido apósitos diferentes según el tratamiento gráfico de cada autor. Lo que pasa es que la idea, vestirle para describirle, estaba en el aire de lo evidente y hemos sido dos (que sepamos, a lo mejor más) los que la hemos llevado a la práctica vía photoshop. Debo decirte que me gustan los dos resultados, aunque el mío sea quizás más sutil.
La entrada que pones, por otra parte, está muy bien. Gracias.