lunes, 11 de junio de 2012

batir la nata

Acabo de escuchar una anécdota por la radio. No sé si viene con copyright o es trasmitida verbalmente a modo de tradición popular, pero nunca la había oído.

Trata de dos ratones que, rebuscando alimento por una vaquería, acaban cayendo en una artesa llena de leche. Para no ahogarse, los animalillos mueven con fuerza sus cuatro patas, intentando mantenerse a flote. Pasan horas y nadie acude a rescatarles, hasta que, uno de ellos, fatigado, angustiado y desesperado, se deja ir y se ahoga en cuanto detiene su movimiento.

El otro, sin embargo, no ceja. Sigue meneando las cuatro patas con fuerza porque su supervivencia le va en ello. Nunca se va a dar por vencido mientras le queden fuerzas para resistir. Hasta que se produce el milagro y la leche, tan continuamente agitada por las patitas del tozudo animal, se va convirtiendo en nata y se solidifica en mantequilla y el bicho puede, por fin, salir de la artesa.

Aunque nos parezca inútil, seguiremos moviéndonos mientras nos queden fuerzas. Es cuestión de supervivencia. Sigamos, compañeros, batiendo la nata.

2 comentarios:

Euplinio dijo...

Por lo que a mí respecta, no va a quedar. Como pueda y hasta cuando pueda...

Anónimo dijo...

Yo lo conocía con ranas!