lunes, 11 de febrero de 2008

más de desprecios

Espero no ser una vez más minoría, que ya jode que se repita la misma historia, pero empiezo a estar hasta más arriba del pelo del desprecio con que nos tratan empresas y Bancos, en tanto que clientes, y políticos en cuanto votantes. Hasta el punto de alzar otra vez la voz para pediros, rogaros, encareceros para que, desde ahora y para siempre, no dejéis pasar ni una.

El otro día, voy a pagar un coche de alquiler reservado vía internet y saco la pasta del bolsillo. La niña me mira, asustada, y me salta con que la empresa no admite el pago en efectivo. Esto, a las tantas de la noche. Yo con las llaves en el bolsillo me incliné hacia ella y le aclaré que nadie puede obligarme a usar un único y determinado modo de pago, ni siquiera si figura en la letra pequeña del contrato. Que si me ponía borde, me llevaba el coche y ya. Que me informara de cuál podría ser el resultado de mi gestión de reserva si yo no llego a llevar encima alguna tarjeta operativa..., y tal y tal. Harto, tuve que transigir, con la mala leche pugnando por escapar por las orejas, hecha humo.

Otro día, un banco se permite meter en mi cuenta un intento de reintegro fallido en un cajero automático ocurrido 34 días antes, produciendo un supuesto descubierto de inmediato anulado por una llamada compensación. ¿Desde cuándo a intentar sacar dinero de un cajero y que no te lo dé por falta de comunicación se le puede llamar reintegro? ¿Por qué mi banco acepta de otro esas dos operaciones a un mes vista sin darle valor de la fecha real en que sucedió la operación? Más mierda, y una hora de discusión con la chica de incidencias y con el muchacho de calidad, que hay que ver qué nombre le han puesto al departamento de reclamaciones para que no se note.

Queridos, estoy hasta las narices de que, una y otra vez, nuestra entidad como cliente sea vapuleada por prácticas comerciales abusivas, injustas y hasta ilegales, con el beneplácito de quienes deberían velar por incrementar y defender nuestros derechos. Pero, claro que, bien pensado, ¿qué debemos esperar de unos representantes que afrontan la carrera por obtener nuestro voto con similares métodos a los aquí denunciados? Mi dignidad como elector se está viendo agredida por esos métodos de mercaderes que están en la mente de todos, y esto no ha hecho más que empezar. Mi inteligencia como ciudadano es sistemáticamente atacada por mensajes de mercadotecnia borrica. Mi búsqueda de argumentos políticos, mi interés por valorar ofertas económicas plausibles y razonadas, mi necesidad de posiciones ideológicas claras y encaminadas a un fin concreto está resultando tan estéril como frustrante.

Me esoy pensando si no convendría estudiar alguna alternativa ciudadana diferente. ¿Conocéis vosotros alguna?

3 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Lo de ser consumidor en este país es tremendo. Los banco, las telefónicas, las cías. aéreas, los hiper y hasta los fontaneros te toman el pelo sin que nunca ocurra nada. Alguna vez, hasta te devuelven tu dinero.

Quizá sea la única envidia que me da el Gran Imperio. Y es que en USA el cliente sigue siendo el rey, menos en la política.

Salud y República

Anónimo dijo...

Salir a la calle con un Colt 45,y empezar a causar bajas entre los millones de hijos de puta que nos rodean.

Anónimo dijo...

Tranquilo, D. Antonio, que, por desgracia, en este tipo de cuitas (las comerciales) no es usted minoría.

La última vez que me mudé de domicilio traté de contratar ADSL para mi casa y tardaron... (casi me da verguenza decirlo)... SEIS MESES!!!!! en darme el servicio. ¿Lo peor de todo? Que a nadie se le cayó la cara de verguenza. Ni un mísero "disculpe".

¿Alternativas? La de "Mundo de mierda" no está mal. Yo me pregunto maravillado cómo en este pais aún no ha ocurrido ninguna desgracia tipo "americano" (tío con Kalashnikov que se mete en burger o en instituto y arrasa con todo. En nuestro caso, con navaja de Albacete en lugar de subfusil) porque motivos, nos sobran.

Abrazos,
Pedro de Paz