lunes, 19 de mayo de 2008

Zaragoza está triste

El equipo de fútbol de Zaragoza bajó ayer tarde a Segunda División y vi por la tele las caras de tristeza de las gentes de mi tierra. En especial, me fijé en una bella muchacha que lloraba sin consuelo. No era la única, pero su belleza desconsolada me tocó el corazón. Sé que reflejaba un sentimiento que comparten muchos en la ciudad que me vio nacer hace tantísimo tiempo, y sé también que entre eso, la inauguración de una expo el mes que viene que no acaban de entender muy bien para qué y que se les llevan el agua de un Ebro que consideran de su propiedad, lo deben estar pasando fatal por allí. Yo lo siento.

Me jode ver triste a esta gente a la que a menudo admiro por la seriedad de sus criterios y por lo bien que saben divertirse. Por su sabiduría de siempre, cínica y socarrona, anclada en ellos por herencia genética y trasmisión epitelial, por su entrega a los demás, solidaria y poco solemne, por esa manera, en general, de encarar la vida como porque no hay otro remedio, porque las cosas son así y no hay más que hablar. Siempre cuento un dicho que refleja cómo somos por allí. Un día de cierzo helador, viento del Moncayo esquinero y perro donde los haya, le pregunta un maño abrigado a otro que va en camisa, tan tranquilo, si no tiene frío. Y el descamisado le contesta: ¿Frío? ¡Para qué, si no tengo chaqueta!

Me gustaría decirles a mis gentes que el fútbol no es otra cosa que once tíos en calzoncillos que no sienten los colores, como dice la voz de ultratumba de Fernán Gómez, que no se preocupen, que no es ningún drama y ya se encargarán los propios jugadores y el club de volver a Primera para ganar más perras, como acaba de hacer el mismísimo CAI, ¡qué alegría, Javier! Vamos, que no es nada, que te fastidia pero ya está. Que vuelvan la vista al día a día, a su chica, a su hombre, a sus peques, al curro y a preparar las vacaciones, que no le den más importancia, vamos, que no pasa nada y que, si pasa, se le saluda.

Me gustaría animarles con su Expo porque, aunque no se entienda muy bien de qué va la cosa, lo seguro es que habrá dejado, a su paso, mejoras en estructuras que les beneficiarán en adelante, algo de dinero, cierto prestigio, que no se come, pero bueno, visitantes, nuevos hoteles, y cierto sentido cosmopolita que, pese a ser intangible y tal vez innecesario, pues está bien y si son inglesas, pues mejor.

Me gustaría, en fin, decirles que el Ebro pasaba por allí desde siempre, y que seguirá pasando a pesar de todo, si no nos lo cargamos con el rsto de la Naturaleza. Que no es de nadie porque es de todos, como los Monegros, las Cinco Villas y hasta Mequinenza, y que los regionalismos, propios y ajenos, sólo son aceptables si no compiten, porque si se enfrentan entre sí es señal de que tenemos que mirar un poco más arriba, a la Europa que somos todos o al mundo desde cuya ciudadanía te duele mucho más lo de China (no las olimpiadas, el terremoto) o lo de Birmania que que el agua pasada del río que mueva molino donde sea. Vamos, digo yo.

Me queda un pensamiento que a lo mejor no gusta demasiado a mis paisanos, pero es que no admito demasiado bien las salpicaduras de la religión católica en las historias de este mundo, por lo que rechazo esos habituales peregrinajes al pilar de la Virgen a agradecer lo bueno, conseguido sin duda por su intercesión, y no entiendo por qué si, como en este caso, no ha hecho nada por evitar el descenso no se marcha a la plaza en procesión a pedirle explicaciones, que San Fermín y la del Rocío la han derrotado por goleada.

7 comentarios:

Más claro, agua dijo...

En el pueblo de mi madre los marineros se encargaban de tirar el santo de turno al mar el año que no les proporcionaba buenas capturas. Es lo justo. El párroco, curiosamente, se encontraba escondido en el pueblo de al lado ;-)

Tesa dijo...

Tienes razón, ya se encargarán los jugadores y todos los que llevan detrás de subir de nuevo el año que viene, les interesa.
Las aficciones futboleras sienten el futbol como algo muy serio, no es mi caso.
He estado un par de veces en Zaragoza con unas amigas, nos gustó la ciudad, resultó acogedora, comimos muy bien y conocimos al Cierzo.

Anónimo dijo...

Animo, que un año pasa volando. Suena a chiste, pero lo digo en serio. Lo que más me ha jodido de que baje el Zaragoza, que siempre me ha caído bien, es que podía haber sido el Osasuna, que siempre me ha caído mal. En fin... Ahora a sufrir con Luis en la eurocopa.

Antonio Piera dijo...

Me gustaría que me dijeras qué pueblo es ese, Eduardo, que no ganaba para santos. Esa ida y vuelta me parece, al menos, un poco más justa que estar siempre justificando al cielo.
Tienes razón en tu percepción, Tesa. Ciudad acogedora y amable, repleta de buenas gentes, y en la que se come entre bien y de cine. Me alegra que te gustara.
No pasa nada, anti, subir y bajar forma parte de la historia particular..., de los ascensores.

Más claro, agua dijo...

Se trata de Bermeo, en Vizcaya. Un pueblo precioso donde he vivido muchas de las mejores cosas que me han pasado en la vida ;-)

J. Mercadal dijo...

¡Hola tío! Soy Javi.

Como dices al menos la parte baloncestística de la ciudad hemos tenido una alegría, que después de 6 años ya tocaba...

Pero vamos, que lo del Zaragoza es una faena. Al menos para aquellos que esto del fútbol, para bien o para mal, nos toca más allá de lo divertido que pueda ser ver (que correr cansa) el deporte en sí. No obstante yo creo que ha sido menos traumático para todos que la otra vez y es que el descenso de 2002 todavía esta fresco en la memoria.

La Expo... para el que le guste estara bien, supongo.

Saludos!!

Antonio Piera dijo...

Bermeo, coño, debería haberlo imaginado. Eso de ir por la tremenda se les da bien por auqllas tierras.

Coño, mi sobrino periodista que responde por alusiones. ¿Qué tal, Javi? Te imaginaba saltando en una pata después de desgañitarte año tras año con los mamelucos del CAI, que desde la marcha de los Arcega y compañía no habían vuelto a levantar cabeza. Habrá que verles el año que viene si aguantan el tirón.
Una duda. ¿Por qué no os gusta la Expo a los que no os gusta? (Del Real Zaragoza, ni hablemos)