con la música a otra parte
Como a Dios rogando y con el mazo dando, no es incompatible movilizarse camino de Roma con todo y petaca, púrpuras unidas, gato por liebre como es propio de la casa desde que la iglesia es iglesia, con cerrar una estupenda iniciativa cultural de barrio por denuncias de ruido de "algunos" vecinos, más gato todavía y la complicidad meapilas municipal.
Cierra LADINAMO Café, en pleno barrio de Lavapiés, núcleo duro del progresismo real y activo, asociación cultural viva como la madre que les parió, siempre presente, internet gratis para el barrio y música, mucha música, para que la Tercera Orden de San Francisco pueda indecentemente seguir adelante con sus santos proyectos porque, como dice Ladinamo, nuestros amos se llevan de rebote un aparcamiento en suelo de su propiedad y mucho dinero público en concepto de expropiación. En resumen, cemento, ladrillo, rentas crecientes y recalificaciones. Nos damos por enterados, nada que objetar. Nos vamos, que estos señores querrán especular…
A rey muerto, rey puesto, así que desde aquí damos ahora la bienvenida a Ladinamo Ambulante, subida en su carro del teatro que es particular, camino de convertirse en trashumante cultural, embrión organizativo móvil al que deseamos no sólo larga vida sino voz y acción aún más largas, que tanta falta nos hace en el Madrid desértico de diseño insignia de Gallardón.
Fuerza, compañeros.
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