miércoles, 17 de octubre de 2007

de la radio

No me hagáis mucho caso, porque lo he oído por la radio mientras conducía por la autopista y no me ha dado tiempo a apuntarlo. Tampoco sé si es cierto, o si la señora que se quejaba era una bromista de tomo y lomo. Acaso era una anticatalanista interesada en engañarnos a todos los radioescuchas (antes se decía así, lo siento) con su anécdota, y eso que las cosas se han puesto bien calientes después de la rabieta de Carod (por cierto, ¿cómo le llamarían de pequeño en casa del guardia civil maño de Tarazona que era su padre?, ¿qué nombre tendrá escrito en su libro de familia?, y, sobre todo, ¿dónde lo habrá escondido?).

El caso es que ni me pronuncio al respecto ni os planteo cuestión alguna. Lo repito tal y como lo recuerdo y salga el sol por andequiera. La buena mujer en cuestión tiene un hijo, en edad de merecer, que responde al nombre de Javier Martín Palomo, creo recordar. El chico estudia, al parecer, en una universidad de Barcelona, y la madre no sabe ya qué hacer, según afirma, con las cartas que le envían al chaval desde su Facultad, y creo que el cartero roza la esquizofrenia, pues la docta institución se las remite a nombre de Xavier Martí Colomb, según creo recordar, o de algo parecido.

He prometido no opinar, y no lo haré. ¿Será cierta la anécdota?

11 comentarios:

Luna Carmesi dijo...

Colomb no. Colom.
Pero centrandome en la 'anecdota'... pues espero que no sea cierto. Aunque me temo que la 'mano' de algunos nacionalistas provincianos muy bien situados en areas 'culturales' y 'educativas'de Catalunya me hace temer lo peor. Me parece raro de todas formas. Exploraré.
:-/

Anónimo dijo...

No digo que no tenga un cierto poso de verdad o que el relato no esté inspirado en alguna anecdota verídica pero, a lo largo de hoy, he tenido ocasión de escucharlo ya cuatro veces con distintos protagonistas, situaciones, cambios y matices (Juan Palomo -> Joan Colom; Luis Zapatero -> Lluis Sabater; Carlos Castaño -> Carles Castanyer)

Me temo que puede ser leyenda urbana "basada en hechos reales" (como los telefilmes de Antena 3)

Abrazos,
Pedro de Paz

RGAlmazán dijo...

D. Antonio, tan capullo es el que escribe Xavier Martí Colomb a Javier Martín Palomo, como el que llama Jose Luis a Josep Lluis, a sabiendas de lo que hace e intentando politizar con una cuestión muy personal --el nombre-- las lenguas.

Salud y República

Anónimo dijo...

Yo creo que es más falso que un billete de 3 euros, pero en fin, otra más para pleno al quince, a saber:
1. No puedes trabajar en Catalunya sin saber catalán
2. En las escuelas sólo enseñan en castellano
3. Los carteles y rótulos de las tiendas tienen que estar en catalán
4. A los que hablan castellano se les considera ciudadanos de segunda
5. En los bares y restaurantes si pides en castellano no te atienden
6. Y la nueva, el contubernio Universidad-Correos te catalanizan el nombre si éste es castellano.
Suma y sigue...

Anónimo dijo...

Hoy voy a tocarte las pelotas, en el buen sentido y con buen rollo, ¿eh?
Entiendo la "rabieta" de Carod: él se llama Josep Lluís, no José Luis, así que nadie tiene derecho a cambiarle el nombre. Le doy la razón cuando dijo: "Si ustedes saben pronunciar perfectamente Schwarzeneger, y en 300 años no han aprendido a pronunciar catalán, es que tienen un serio problema".
Sobre la ascendencia del padre, yo prefiero no opinar porque hay quien dijo que era un guardia civil y otros un guardia de asalto (si las fotos que vi en un programa, son realmente de su padre, era un guardia de asalto), pero como ya sabes, los nombres no-castellanos estuvieron prohibidos entonces: sí se permitían como nombres artísticos y en la intimidad del hogar: el padre sería aragonés, pero la madre es catalana catalana. Evidentemente pues, en su libro familiar figuraría como "José Luis", y seguramente, en cuanto pudo, como tantos y tantos, se lo cambió a "Josep Lluís".
Perdóname si esto parece una lección -¡Líbreme Dios!- y que tampoco defiendo al Carod (aunque en el programa, a mi parecer, estuvo sensato y casi hasta brillante, no como la señora que dijo "no tengo el más mínimo interés en aprender catalán"), pero creo que hay tiene toda la razón. Lo del chaval este, pues no lo sé, lo mismo es un "simple" error de correos.

babilonia dijo...

No sé si será cierto pero la verdad es que es buenísimo. Me parecería sorprendente que se tomaran la molestia los carteros (con el trabajo que tienen, he trabajado en correos y la privatización es lo que tiene)de traducir y escribir el nombre al catalán. Qué pasa entonces con los pakistaníes, que abundan en Barcelona?
De todas maneras en mi barrio, bueno, mi ex barrio, hay un mesón que se llamaba El Higo, totalmente castizo y mugriento. Lo compraron unos chinos y lo estuvieron regentando años sin cambiar ni el nombre, ni la decoración ni la mugre. Es una familia y a la madre y al padre los parroquianos les llaman Felipe y Alicia, no sé si poque el hijo, que habla castellano perfecto les ha tomado el pelo y les ha convencido de que esa sería la traducción, o más bien que los habituales son así de españolazos ellos.
Ahora al fin han hecho obra y han cambiado el nombre por 989, dicen que un número de buena suerte. Pero ellos siguen siendo Felipe y Alicia

Browner...Seguro? dijo...

Yo no me la creo... en todo caso sera algun error del clasico inutil que le pasa un traductor a todo y no se da cuenta de la burrada, que le cambien el nombre, vale, puede ser, de los apellidos estoy seguro de que no.

Y por cierto, yo en este caso estoy de acuerdo con Carod Rovira, o es que a Josu Jon, le llaman Jose Juan, o a George le llaman Jorge, el nombre cada cual tiene el que tiene y se debe respetar, y esas dos alusiones bajo mi punto de vista fueron por joder y crear mal ambiente, luego estos mismos se quejan de que en cataluña cada dia esten mas rebotados y solo hacen que provocar lios.

Anónimo dijo...

Jaja, pobre JM Palomo!. No sé si será verdad, pero si no lo es tiene su gracia. Que a cada uno le llamen como quiera ser llamado, digo yo, incluso aunque en el DNI venga algo distinto!. También nos vamos a volver locos con los nombres?, lo que nos faltaba. De todas formas es que Josep Lluis es dificilillo de pronunciar (por lo menos para mí), no?.

Besos

Anónimo dijo...

Pues si la mujer verdaderamente llamó a la radio (quiero decir que si no estaba puesta por el propio programa, cosa que no me extrañaría habiendo escuchado auténticas chorradas, como me ha ocurrido), yo creo que el testimonio será cierto: ¿quién llama a la radio para mentir en un asunto como ése? Si llega a ese punto su supuesto anticatalanismo ¡peor para ella!
Al que sí que le doy toda la razón es a Carod porque yo me llamo lo que me pusieron mis padres: David y no /deibid/ por mucho que visite al "colega Antonio Blair".
Seguro que el que le hizo la pregunta cambiándole el nombre (o la señora que después lo hizo para "chincharle") ha oído más de una vez en el bar, hablar de la "Champions" o, como bien dijo Josep-Lluís, ha pronunciado más de una vez Schwarzenegger (que conste que esto último lo he tenido que copiar). Yo también soy de Castilla y León (como los repelentes preguntadores en cuestión) y les aseguro que no tengo ningún problema en la boca que me impida hablar.

Un saludo

Más claro, agua dijo...

Pues si se llama Josep Lluis, se le llama Josep Lluis. Y si se llama Javier Martín, se le llama Javier Martín.

Lo demás es querer dar por saco innecesariamente. Para eso ya está Acebes cubriendo el cupo nacional...

Antonio Piera dijo...

Tenéis todos razón en al menos una cosa. Nadie tiene derecho a cambiarte el nombre (ni el apellido) porque le de la gana. Además, está claro que son ganas de marcar la diferencia, lo que me parece incongruente. Yo viví varios años en Barcelona y nunca tuve dificultades, si descuentas lo de recordarles de vez en cuando a algunos amigos que tuvieran el detalle de no hablar entre ellos en una lengua incomprensible para mí cuando estábamos juntos, mientras aprendía catalán, como hice.
Lo que me pasa es que, de verdad, a mí los nacionalismos, empezando por el español, me sobran varios tramos porque me parecen anclados en raices reaccionarias. Y el fenómeno nacionalista, en su conjunto, me temo que es radicalizado y potenciado por algunos para medrar en la Administración.
Nada que no pudiera tramitarse en una República Federal, por ejemplo.