periodismo de hacer caja
Hace ya unos días, y sólo hoy encuentro la calma que necesito para hablaros del editorial de El País del pasado 10 de octubre, titulado Caudillo Guevara. Leído y comprendido, a duras penas pude resistir las arcadas que me produjo. Si no tuvisteis el dudoso honor, aquí os lo cuelgo, mal que me pese. En contra de lo que el mismo editorial afirma, José Miguel Larraya, defensor del lector en ese periódico, ha debido reconocer que es el que mayor respuesta en número y repulsa ha obtenido desde que ocupa el cargo. En las mismas páginas del diario, Vidal Beneito y Fernández Buey enmarcan dicho editorial en su contexto real de alineamiento con las más recientes iniciativas neocon yanquis tendentes a restar legitimidad a cualquier opción de progreso señalando, una a una, hasta seis inexactitudes flagrantes contenidas en el texto mencionado, que además de babear miente como un bellaco.
Yo me pregunto, si los editoriales representan la línea ideológica, política o periodística de un medio de información, a qué premisas responde éste, con todas sus bajezas. Una respuesta podría ser que las cabezas pensantes del ente, con Cebrián a la cabeza, han considerado oportuno darle una patada de aviso a Zapatero en el muerto y enjuto culo del Ché, advirtiéndole así de hasta dónde pueden llegar (elecciones pendientes) en la defensa e imposición de sus negocios audiovisuales. Que son capaces de pisar hasta lo más sagrado. Que nos les han de doler prendas, oído al dato. La otra explicación para semejante bajonazo (llamar muerte o ejecución, por ejemplo, a lo que fue un simple asesinato o paseo) es una declaración formal de beligerancia contra los gobiernos latinoamericanos que escapan al concepto global que Prisa tiene del mercado, curiosamente los más proclives al respeto por esta figura histórica.
Me da igual. Yo me fui a ver una exposición chiquitita de fotos de don Ernesto que hay en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (subid en el ascensor, que es arriba del todo), leí la respuesta de Rafael Reig en Público y me fui al Parque del Oeste donde grité todo lo fuerte que pude: ¡a la mierda!, como don Fernando. Luego tosí un montón por el esfuerzo.
Si fuera lector habitual de El País, me daba de baja. Eso que se pierden porque no lo soy.
9 comentarios:
En el blog del amigo Reig ni siquiera quise entrar al trapo de vomitivo editorial de El País. Tan sólo comenté el asunto de Suso de Toro por que, en mi opinión, un texto tan abyecto, torticero y miserable como el de ese editorial no merecía que se le concediese el más mínimo pábulo. El mejor desprecio ha sido siempre no hacer aprecio, pero no puedo por menos que concederle la razón. Por cierto, del artículo de Larraya que usted menciona, me gustaría destacar, por su lucidez, las palabras de Cristina Retta. Yo no lo habría dicho mejor.
Por cierto, me gustaría que alguna vez escribiese usted alguna entrada con la que no estuviese de acuerdo y pudiesemos discrepar. No vaya a ser que, de aquí a poco, comiencen a acusarme de apesebrado y lameciruelos. Que con estas cosas de los blogs, ya se sabe.
Abrazos,
Pedro de Paz
Estoy indignado con el editorial y les puedo asegurar que el Che para mí significa mucho. Aún así no voy a dejar de leer EL PAÍS (digital, sobre todo) porque creo que se lo ha ganado a lo largo de su historia teniendo más aciertos que errores como este.
Un saludo
Me apunto a su segunda hipótesis. Estos chicos de Prisa no están de acuerdo con el giro que están tomando varios países de iberoamérica pues no se sienten cómodos y ven amenazados sus pingües beneficios.
Lo siento mucho por El País, que seguiré leyendo, pero ahora, como segundo periódico. De momento estoy más con la línea de Público.
Salud y República
Joder, pues menos mal que es el Editorial del País, que si llega a ser el del Mundo se arma la de dios! Aunque tiene una parte de razón, si partimos del supuesto hipotético de que EEUU no existe.
¿Ésto es por lo de la guerra del fútbol?
Ignoro por qué derroteros va la nueva dirección (confieso que sólo abro el País para buscar la viñeta de Forges), pero tal es el complejo de la izquierda española: estar siempre pidiendo perdón y renunciando para que no la echen nada en cara. Eso valdría si la derecha hubiera hecho lo mismo...
Ese editorial es ruin en sí mismo y completamente despreciable además, teniendo en cuenta el medio que lo publica. Hace 25 años yo todavía no leía ese periódico, pero ¿ habría publicado algo así para conmemorar el 15 aniversario del asesinato del che?.
¡qué pena de deriva empresarial!
Un beso.
Yo también lo leí, y me adhiero a todas las opiniones aquí expresadas. En La página de Escolar, además, se incluía un editorial del país de hace 10 años sobre el mismo personaje. La verdad es que si el más reciente producía náusea, al tener los dos a mano en fin, sin comentarios.
Yo sin embargo, no tengo muy claro que la razón de todo esto sea tan solo debido a intereses del capital, o a lo que ya el País va a ir siendo a partir de ahora.
Claramente diré que me venía dando asquito hace tiempo, que lo compraba por pura costumbre. Menos mal que ha aprecido otro diario porque la cosa se estaba poniendo realmente deprimente.
Ah, por la seudosordera no te preocupes mucho, puede ser un tapón, y desembarazarse de él es una experiencia cuanto menos curiosa. Luego alucinas con los sonidos, la verdad.
No pierda usted la esperanza, don Pedro. Cualquier día disentimos. Es lo que tiene el pensamiento libre.
Pues vale, David. Lealtad es la figura, pero cualquier día te escribo acerca de las connivencias del finado Jesús del gran poder con el franquismo y las dictaduras latinas. Además de reconocer otras cosas buenas que han tenido aunque no estoy seguro de que las sigan teniendo.
Grendel, Almazán, en esencia creo que sí. Son cientos de millones en el alero, y el fin de un monopolio.
Gustavo, yo diría que la mano que ha escrito lo escrito es todo menos de izquierdas. Atufa a neoliberalismo.
Eso es, exactamente, nata deriva empresarial, ni más ni menos.
Babilonia, se nota tu visión de periodista con el editorial de hace tan sólo diez años. Compararlos es llorar..., y comprender hacia donde se dirige su corriente. Que se lo digan a Gallardón.
Gracias por tu experiencia oftalmológica. La cosa mejora, pero lo mismo tengo que desatascarme.
A mí de momento no me caben en la cabeza esas historias de Polanco y el franquismo. Todo será leerte, Antonio.
Un saludo
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