sorpresa..., o milagro?
Me ha sucedido algo increíble y no quepo en mí de alegría. Quiero contároslo enseguida para haceros partícipes. Al grano. Me acaba de llegar un correo electrónico de Francia, más concretamente de la ciudad del ladrillo (brique), conocida como Toulouse. Un mail inesperado que me arroja de repente a la cara un olvidado episodio del pasado y me demuestra, de paso, el indudable alcance de la tecnología o lo inaccesible de sus límites.
¿Veis la foto en B/N de la columna de la izquierda de esta página, la que en un alarde de presunción titulo "y esto, lo que hubo"? Miradla bien, porque la foto que publico ahora, que me acaban de mandar, es la de de quienes estaban frente a mí en aquel momento, sentados o tumbados en la arena, (Semana Santa de 1970, playa de Benidorm, ni me acordaba), escuchando alguna bobada que les cantaba un servidor. ¿No os parece maravilloso? Os juro que no tenía ni idea de que existiera esta foto, ni desde luego sospechaba remotamente que alguien la guardara en Francia, que ese alguien se haya podido encontrar, navegando al azar, con esta bitácora, ni tampoco me hubiera podido imaginar que además haya reconocido la foto y a su protagonista, la haya escaneado y disponga del suficiente cariño como para hacérmela llegar en un mail que me deja el grato sabor de la evocación, de algo de nostalgia y del recuerdo. Gracias, Eliane, eres una diosa.
Ahí están mi amiga Monique, sentada y muy seria, la propia Eliane, Michelle y mi buen Miguel haciendo el mandria como acostumbraba. Espero que esta foto no llegue a Elda y me encuentre otro correo poniéndome verde por publicarla.
Redios, hace ya la friolera de 37 años..., cuán presto se va el placer, que diría aquél, ¡qué marcha lleva la vida!
Si no fuera porque soy un hombre, lloraría como un niño. Aunque tal vez lo haga cuando no miréis.
1 comentario:
Pues llora, llora, que la foto y quien la ha conservado y enviado se lo merece. Pá que luego digan que internet no vale pa ná....
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