llámalo como quieras
Proceso de paz, conversaciones, debate, negociaciones..., a mí me da igual cómo lo llamen. Sólo sé que, si yo fuera presidente, que dijo Tola, habría hecho casi, casi, lo mismo que ha contado en El País Luis R. Aizpeolea que se hizo. Si, mientras tanto, se consigue bajar la cifra de muertos inútiles de más de 50 a 2 ó 3, según se mire, pues mejor. Para todos los que no somos ellos, desde luego. Hablo exclusivamente de cifras, de la gran mentira estadística, sin olvidar que la estadística es una mentira precisamente porque no suele tener en cuenta que uno sólo es ya demasiado. Y si, en el interregno, los españoles podemos vivir el proceso evitando tener que mirar los bajos del coche o viajar o ir al partido sin miedo en el cuerpo, pues eso que habremos ganado, razón por la que no estoy de acuerdo con la brutal condena que ha hecho Rosa Díez del proceso.
Os recomiendo encarecidamente que leáis el reportaje que he enlazado arriba, que no tiene desperdicio. Luego, se podrá criticar la forma en que Zapatero lo ha ocultado, o lo falso de sus medias informaciones. Incluso podría estar de acuerdo con estas críticas. Pero ello no quita a que, globalmente, manifieste mi acuerdo con las maneras en que se han hecho las cosas.
En mi nombre, así, sí.
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