hasta luego, Lucas

Puesto que al parecer se avecinan tiempos de cambio, con el trabajo que suelen dar, y aprovechando cual es de ley que el Pisuerga sigue pasando por donde acostumbraba, he decidido aceptar una propuesta surgida de la mano de la amistad profunda, esa para la que los años pasados parecen horas del ayer, y largarme con mi jai a tostarme la tripa en la playa.
Lo que os comunico con harto dolor de mi corazón (y temblores en los bolsillos, que no está el peculio para dispendios), ya que será la primera ocasión desde que inicié este camino bloguero, a mediados del último diciembre, en que se de un lapso tan amplio de ausencia en nuestro habitual contacto. Al menos, estad seguros de que os echaré de menos. A todos vosotros, a las casi 20.000 visitas que habéis tenido a bien hacer a este lugar de encuentro.
Nos volveremos a ver a mediados de la semana que viene, salvo que no pueda resistir la tentación y acampe en algún chiringuito conectado. Ya sabéis que, para el Papa, las vacaciones son el periodo oportuno para relajar el físico y nutrir el espíritu, así que intentaré volver relajado y bien nutrido ante la contemplación de los monumentos de la naturaleza, tal como aconseja el prelado, sobre todo si van en top-less.