martes, 13 de marzo de 2007

muy de aquí

Está un alemán en un bar y ve entrar a alguien que se parece a Jesucristo. Se vuelve hacia sus compañeros de mesa y se lo dice. "Seguro que ese es el hijo de Dios, que ha vuelto a la Tierra". El francés y el español que le acompañan opinan que es posible. El alemán se levanta y se dirige al recién llegado. "Oye, me duele este brazo y tu me lo puedes curar, seguro", le dice. El aludido le ruega que disimule, pero le toca el brazo y se lo sana. El alemán vuelve a su mesa, comentando lo bien que siente ahora su brazo, así que el francés se levanta y se aproxima al visitante. Éste, con un encogimiento de hombros, le pregunta qué le pasa y le toca la pierna que cojea y, al instante, ésta funciona de maravilla. El francés le da las gracias y vuelve a la mesa, mientras el Cristo les da la espalda, pensando hastiado que ahora le queda el otro. Pero nadie viene a verle. "Joder, piensa Jesucristo, éste no va a venir" de modo que, sin pensarlo dos veces, se dirige hacia la mesa del trío para ver si acaba de una vez con el asunto. Entonces, el español se levanta, le hace un gesto para que se detenga y le dice: "Eh, tu, a mí ni te me acerques, que estoy de baja".

Pues eso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta,esuna parodia que refleja el exacto modo de ser español. Me he reído yme he reconocido ¡que le voy a hacer,son español!
Y a mucha honra