jueves, 28 de junio de 2007

adelante, hombre del seiscientos


Veo su imagen y me da la nostalgia tonta. Parece mentira, con lo que llegué a reírme de aquel cacharro, y ahora va y me pone más tierno que el día de la madre cuando lo veo en los telediarios y cuando escucho que hace ya 50 años que dejó de fabricarse, y yo con estos pelos.
Es el seiscientos, el torpe y lento y ruidoso e inagotable SEAT seiscientos de mis entretelas, paradigma del desarrollo, precedente de la tele de plasma como zanahoria de masas, lujo proletario y casposo, refugio de amores imposibles y remedo de hotel sin libro de familia, triste utilitario para el que se inventó este adjetivo, coche sin coche, en fin, al que mi amigo de entonces Moncho Alpuente dedicó una letrilla que más tarde se convirtió en canción de la mano de la música del desaparecido Pi, don Jordi, de fausta memoria, que arrancaba…

No importa que te llamen dominguero
Airados los taxistas al pasar
Mañana es fiesta, y ¡no recuperable!
Ha de lucir un sol primaveral.
Relucirá el flamante utilitario
Que a base de manguera limpiarás
Parabrisas, capó, cristal trasero
Y hasta sacarás brillo
Al “no corras, papá”.


Momento éste en el que, tras mencionar de pasada a Marcus Welby, médico de serie donde los hubiera, que ya hubiera querido Gregorio House llegarle a la altura del zapato milagrero, arrancaba el estribillo que, como corresponde, se repetía hasta cuatro veces. Al estribillo…

Adelante, hombre del seiscientos
La carretera nacional es tuya.


Seguían en la canción especulaciones acerca del picnic y la tortilla hasta que una bendita tormenta finiquitaba el suplicio del ocio y la familia de entonces, tan unida y numerosa como cabía, volvía al cinturón rojo (a encajar sus piezas en cualquier cuchitril de la Colonia Velázquez o del Pan Bendito, donde seguir desafiando con orgullo la ley de la impenetrabilidad de los cuerpos), con cierto sabor amargo, que por eso…

Triste figura porta el caballero,
Fatigado el caballo de metal...


Para, de ahí, atacar hasta su completa destrucción el final del tema, mediante un crescendo repleto de tensión y tempo desordenado, que en eso los de Desde Santurde a Bilbao Blues Band éramos auténticos expertos…

Ahora no corras, Pepe, ten cuidado,
Ese loco que viene por detrás…
Hay que parar porque la niña tiene
Irresistibles ganas de mear…

Adelante, hombre del seiscientos,
La carretera nacional…, España.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una buena canción (aunque te confieso que no es de mis favoritas de todas las que tenéis). Poca gente sabe ir más allá del estribillo. Pero, corrígeme si me equivoco: en el verso ese de la niña se oye, por lo menos en la versión que aparece en el disco original (no sé si hicisteis otra versión) "irresistibles ganas de bajar"... ¡Qué cosa esa de la censura!, ¿no?

Antonio Piera dijo...

No te puedo corregir porque no te equivocas. ¡Buena oreja! Lo mismo pasó en ese disco con "Antropoides", que en su versión original decía "...y otros con el pecho lleno, de medallas de hojalata", hasta que desaparecieron las militares referencias.
Siempre tuve la sensación, con este tema, de que la letra se había quedado corta, pero creo que nunca se lo dije a Moncho, así que la asumo en su totalidad.
Gracias por tu pertinaz presencia, es un placer leerte.

Anónimo dijo...

De nada, pero gracias a ti también.
Eso de los militares, aunque lo taparais se intuía: como cuando Blas de Otero dice: "escupir contra las medallas de los similares". Quién quiera entender...

Anónimo dijo...

Hola, he encontrado tu blog a través de Google, mientras que la búsqueda de primeros auxilios para un ataque al corazón y su puesto se ve muy interesante para mí.

Antonio Piera dijo...

Hola. No sé quién eres ni entiendo lo que dices.

Anónimo dijo...

Wow! ¡Gracias! Siempre quise escribir en mi sitio algo así. ¿Puedo tomar parte de tu post en mi blog?

Antonio Piera dijo...

Vale, anónimo, pero me encantaría que me dijeras tu blog antes.

Anónimo dijo...

Esta será una excelente página web, podría estar interesado en hacer una entrevista sobre cómo se creó? Si me lo e-mail!

Antonio Piera dijo...

Cuando quieras, amigo. Sólo tienes que mandarme un mail y lo organizamos. Me alegra que te haya gustado mi blog.