la penúltima novela de Regás
En realidad, esto no está pasando. Lo que desfila ante nuestros ojos, como si fuera una sencilla disputa política de poder, no es otra cosa que un ensayo general con todo, la representación de los elementos básicos de una propuesta literaria destinada a convertirse en la trama de una novela. El escritor parece ser también ministro, aunque reciente, y se llamaría César Antonio Molina, pero hay quien sospecha que en realidad la va a escribir al alimón con la principal protagonista, una tal Rosa Regás, investigadora añeja ya pero repleta de energía fruto de su proverbial alineamiento político-ideológico.
Será una novela en plan best seller al uso, una especie de Código Da Vinci reescrito, con su sabrosa mezcla de marco suntuario (los muros de la Biblioteca Nacional, ni más ni menos), intriga delictiva en la persona de un misterioso ladrón de incunables que en realidad investiga por encargo de la `Ndrangheta, aliada con un lobby de embajadores latinos plenipotenciarios, el escondite de los planos que obtuviera Colón, antes del descubrimiento de América, de manos de un siniestro archiduque cuyo nombre no viene al caso, marco político ideológico trufado de inquinas y rencillas de pasillo en el que se desenvuelven los investigadores, enemigos en la sombra, medios de comunicación que no disimulan sus preferencias, inminente y cruenta batalla política de profundo calado social e imprevisibles consecuencias económicas...
Todos los elementos están sobre el tapete. Ella dice que él le dijo, él lo niega y presenta testigos, ella se siente acosada por ser mujer, él la obliga a abandonar sus vacaciones de abuelita, ella refunfuña, luego se acuerda y dimite, él aprovecha para renovar su departamento, ella asegura haber identificado al ladrón, él la llama mentirosa, alguien se frota las manos...
Tenía que decirlo. Como he dejado escrito en algún blog amigo, al César lo que es del César y adiós que me voy a la cama.
3 comentarios:
La historia cuela; Rosa Regàs tiene algo en común con Mrs. Marple: una cara más dura que el cemento.
¡Curioso! Resulta que hoy han dicho que se ha detenido a algunos capos de la ndrangheta...
De eso no me cabe la menor duda, Gabriel.
Yo no he sido, Gustavo.
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