lunes, 12 de febrero de 2007

Desertor

¿Me habéis echado de menos? Yo, a vosotros, sí, pero resulta que he estado de viaje por tierras de Valladolid presentando el libro de Castañuela, con buena acogida y encuentros (o reencuentros, no lo sé muy bien) con gentes espectaculares. Entre el viaje y cierta modorra recurrente que me ha asaltado a la vuelta, he pasado el fin de semana practicando el sillón-ball, que es de los pocos deportes que todavía ejerzo. Pero tengo cosas interesantes para vosotros, así que iremos por ellas, sin más dilación, en cuanto termine Arguiñano. Por cierto, como cocinero le sigo e imito, en ocasiones, aunque como comunicador y chistero me de cien patadas. Pero el otro día dijo algo que comparto: si los que declaran las guerras fueran los primeros al combate ellos mismos, sus hijos, sus hermanos y sus padres, sus amigos y parientes..., ¿habría las mismas guerras?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Va a ser supre breve mi comentario:
1º.- Enhorabuena por el éxito del libro de Castañuela.
2º.- Arguiñano tiene razón