Aznar se está haciendo un lobby
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No. Es…, el jodío cabezón, el melenas que parla catalán en la intimidad, sobrevolando al ciudadano como corresponde a su excepcional condición. Recorre la estratosfera, liberado por fin del peso muerto de un partido, ¡qué vulgaridad!, aunque el partido le siga obedeciendo y añorando, definitivamente ya hombro con hombro con los poderosos, con los hombres que, como él, dominan el mundo. Le está costando su tiempo, pero lo va consiguiendo, pasito a paso. Primero fue la FAES, bien de fondos, libertad absoluta, eficaz correa de transmisión desde la que hacer llegar sus mensajes de perros rabiosos, el adelantado de la batería que llegaría después. Sentar las bases ideológicas, descubrir América con el liberalismo salvaje, no pararse en barras para alcanzar objetivos, curtir el mensaje. Fase UNO completada, mantengamos la plataforma y pasemos a la segunda, los media, de la mano del mayor pirata que en el mundo haya sido, a punto ahora mismo de hacerse con el Wall Street Journal. Con Murdoch, y cobrando, llega la hora de los planes de intervención. Tiembla, Polanco, voy por ti. Una tele por aquí, una opa si hace falta, la espada de Damocles pende ya de un fino hilo sobre las cabezas de sus enemigos. Es una cuestión personal. Soy el jefe natural, ¿qué es eso de que el pueblo me elija o no?, ¿desde cuándo le ha hecho falta el pueblo al líder, si no es para seguirle a ciegas? Fase DOS cubierta, ¡y cómo!, de la mano del mejor, afilando el cuchillo, evaluando la jugada, preparando el mandoble, ¡qué digo uno, los mandobles!, que venir vendrán uno tras otro, rumiando su venganza. Y, ahora mismo, ¡tachaáááán!, la tercera pata, la pasta gansa y flora, el Centaurus sin escrúpulos, miles de millones de euros en mano de especialistas en compras relámpago, en opas a hostias, capital agresivo para que uno como yo haga maravillas. Fase TRES en pleno aterrizaje, temblad malditos, cómo no voy a ser soberbio si ya no soy de este mundo, cómo no hablar del vino, meter bolígrafos en pobres escotes terrenales, decir lo primero que se me ocurra, si estoy por encima del bien y del mal. El lobby es el poder absoluto, quita y pone, juega con ventaja, sin ataduras, sin otras reglas que las propias. El lobby manda de verdad, todos respetan al lobby.
¿Despertará del sueño cuando se dé cuenta de que es tan sólo un empleado del poder?
¿O dejará de ser un empleado algún día?
Al fondo, se oyen voces infantiles, que cantan sin saber la que se les viene encima, en su proverbial inocencia: “al lobby no tememos…”
3 comentarios:
Contra el lobby, piedra y honda.
Querido Antonio: tu estimulante reflexión me/nos recuerda que el caldo absolutista en el que se ha criado y se cría la variedad de hombres-lobby llamada Ansar, tiene en este país una bien cuidada solera de más de doscientos años de antigüedad; tirando por lo bajini. Dime tú, si no, Piera sapientísimo, a qué te suenan estas palabras de Galdós, puestas en la boca del pícaro y amoral Don Juan de Pipaón, camarillero de pro en la corte de Fernando VII, en las Memorias de un cortesano de 1815:
“Los gritos de ¡viva el rey absoluto! resonaban por doquiera. ¡Oh, feliz consorcio de la monarquía absoluta y la religión santísima! ¡Quiera el cielo que existan luengos siglos y que estas dos instituciones, hijas de Dios, vayan siempre de la mano y partiendo un piñón, para que los fieles cristianos y súbditos del encantador Fernando vivamos pacíficamente en la tierra, libres de revoluciones impías y de locas mudanzas!”
Dilecto Cocodi, tu bien traida cita dignifica sin duda este espacio intangible. La ayuda de Galdós, también Pérez, es siempre bienvenida. Para enjundiosos lectores cual vosotros sangro, lucho y pervivo, que dijo aquél. O será para la libertad.
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