jueves, 6 de septiembre de 2007

hecho polvo

¡¡Uff!! Estoy pal arrastre. Ida y vuelta Madrid-Logroño en el día, reunión a matacaballo, comida (siguen sirviéndote una menestra de verduras como no hay dos) y otra vez al coche. Menos mal que JR calza un vehículo de los que pueden llamarse alta gama, aunque no acabo de hacerme con los mandos del aire acondicionado. En los trayectos he comprobado de nuevo lo que ya había leído por ahí: que el personal anda como grillado, a toda pastilla, que la gente atropella a los que circulamos con cierta tranquilidad (ahora, que yo antes era de los que volaban bajo), que lo de la serpiente multicolor era una metáfora por manida no menos acertada, que La Rioja es un monumento a la fertilidad de la tierra y que los guardias sólo aparecen cuando menos los necesitas. La carretera, bien, gracias, si salvamos un tramo de autopista en proceso de asfaltado. Por la mañana, al salir, la M30 era un río, el genuino hervidero de tráfico disciplinado y veloz, a las seis y media de la mañana. Las calles y carreteras repletas de vehículos desplazándose con la terca obsesión del hormiguero me han parecido fragmentos de la nervadura laboral de nuestro país. Nervios silenciosos, eficaces, poderosos que surcan el tejido laboral sobre el que se asienta la evolución de nuestro entramado social. Pedazos de realidad. Lo demás, palabras.

4 comentarios:

Más claro, agua dijo...

"La Rioja es un monumento a la fertilidad de la tierra"

Y, además, ¡tienen un vino...! ;-)

Anónimo dijo...

Me alegra encontarle de vuelta por estos lares, que son los suyos, D. Antonio.

Y coincidiendo con el amigo "Mas claro, agua", amén de parajes excepcionales, lo que de verdad tiene La Rioja es el vinillo... ese vinillo... Vamos, que no digo "¡Viva el vino!" para que no me confudan con según quién pero es que es como para gritarlo a los cuatro vientos.

Abrazos,
Pedro de Paz

Antonio Piera dijo...

Tan bueno ese vino, Pedro, Eduardo, que hasta le han hecho un museo. En el que no se bebe, por cierto.

Más claro, agua dijo...

He visitado ese museo... Es lo más paercido a un Falcon Crest con boina... Al final de la visita sí que ofrecen una degustación (una copa, no se crea usted...).

Es uno de los peores vinos que he probado... Cualquier bodega de Briones tiene mejor caldo...