lunes, 12 de febrero de 2007

El juez niega la custodia compartida a un padre que ya la ejerce

Desde hace algún tiempo, tengo la sensación de que la justicia de este país anda haciendo cosas raras, y mucho y muy gravemente se va a hablar de ello en las próximas semanas. Pero hoy no me quiero referir tanto al escándalo de la recusación de magistrados en el Constitucional, ni a la decisión de la Sala Segunda de la Audiencia Nacional de llamar a declarar a Henry Parot en el juicio del 11M, sino a esa otra administración de la justicia menos espectacular, más cotidiana y a veces más insidiosa que se da en los tribunales de primera instancia, o en los juzgados de familia, en cuyas decisiones se empieza a advertir una clara discriminación sexista favorable a la mujer.




A los que me conocéis, espero que no os quepa ninguna duda acerca de mis posiciones claramente militantes a favor de la igualdad de hombres y mujeres ante la Ley, ni de mi permanente apoyo solidario a la lucha de las mujeres contra cualquier tipo de discriminación. No va por ahí la cosa. Pero, de verdad, me preocupa el sesgo que están tomando las decisiones de los tribunales en su aplicación de cierto espíritu (que no de la letra) de la legislación dictando sentencias que habitualmente sitúan al varón litigador/litigado en clara desventaja e incluso indefensión frente a las alegaciones de la mujer pertinente, como si esto fuera lo progresista. Nos son uno ni dos los casos, sino docenas de los que tenemos conocimiento y que llaman la atención por la diferencia de los raseros de medir cuando se aplican al hombre o a la mujer, favoreciendo habitualmente las posiciones de ella, a veces contra cualquier lógica o principio de equidad.
Me preocupa tanto por el hombre que resulta avasallado como por la nefasta aplicación que en ello advierto de cierta teoría de la "compensación" que ni es de recibo ni debe enmascarar en modo alguno la injusticia.

Os voy a poner un ejemplo de lo que digo que me llega de la mano de mi amigo Enrique, no sólo cronista sino, muy a su pesar, protagonista sufridor de una de estas escandalosas sentencias a que me refiero. Vosotros me diréis.

El juez Francisco Ruiz-Jarabo, titular del Juzgado de Primera Instancia número 25 de Madrid, ha negado la custodia compartida a un padre que la ejerce en la vida diaria. El padre, el periodista Enrique Barrueco, solicitó el reconocimiento formal de la custodia de sus dos hijos de 8 y 10 años que comparte en la práctica con la madre de los niños. En la actualidad, y desde que yo recuerdo, padre y madre conviven con sus hijos el mismo número de días de forma alterna. El juez Ruiz-Jarabo argumenta en su sentencia, firmada con fecha de diciembre, que niega la custodia conjunta porque los padres no se comunican. El matrimonio está separado desde hace cuatro años. La madre reclamó continuar con la custodia exclusiva monoparental. El ministerio fiscal, representado por Carmen Palomares, se limitó a asumir el punto de vista de la defensa de la madre y se opuso en el mismo acto del juicio a la custodia conjunta.

Para Barrueco, ejercer en España el derecho a ser padre con todas las prerrogativas legales después de una separación en un juzgado de familia es como reclamar libertad de conciencia ante el tribunal de la inquisición hace quinientos años. Si vivo en Madrid y por tanto estoy empadronado, soy español y por tanto tengo derecho al voto, ¿por qué no voy a poder ser padre con todos los derechos y obligaciones? Mal padre sería el que aceptara mansamente esa especie de "paternidad condicional". ¿En qué beneficia a nuestros hijos que madre y padre no estén ante ellos en plenas e iguales condiciones?

Para el abogado del padre, Carlos Andrés Torices en el fondo lo que se produce en este caso, es una clara discriminación del hombre frente a la mujer, que supone una violación del derecho constitucional de igualdad ante la ley. Se disminuye y se abarata el papel jurídico del padre. No hay argumentos jurídicos solventes en la sentencia en cuestión y por eso vamos a recurrirla ante la Audiencia Provincial de Madrid, no descartando, si esa instancia judicial mantiene la posición del Juzgado de primera Instancia número 25, acudir en amparo al Tribunal Constitucional por violación de derechos fundamentales. El argumento de la supuesta "mala comunicación" entre los padres, justificación del juez y la fiscal para no conceder la guarda y custodia compartida al padre y a la madre, no ha impedido conceder la guarda y custodia completa a la madre. Tampoco se ha puesto en duda que se siga manteniendo como derecho de visita la distribución equitativa entre ambos padres, de tiempo y obligaciones con los hijos.

Tengo como una práctica generalizada que los tribunales españoles retiran la custodia a la mayoría de los padres separados y les prohiben la función plena de la paternidad que casi siempre adjudican sistemáticamente a las madres. Los mismos derechos que se vedan a los padres tras un divorcio se promueven si padre y madre viven en matrimonio, lo que no deja de tener su enjundia. En España, la práctica jurídica en los juzgados de familia hace que a la madre que pretende la custodia exclusiva le beneficie siempre una supuesta mala relación entre los progenitores, de la que además siempre va a culpar al padre. Sin embargo, la custodia compartida es automática y simultánea al divorcio en gran parte de los países desarrollados de Occidente, aunque no en nuestro país. Como dijimos hace 35 años, esto es España, señores.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿De verdad tú crees que es favorable a la mujer? Yo pienso que no siempre es así. En general, cuando los niños son pequeños suelen vivir con la madre porque, en general tb, es a quién más van a necesitar. Es con quien van a tener más confianza, a quien suelen contar sus cuitas y si son niñas, ya ni te cuento a quién necesitan tener cerca cuando se "hacen mujeres", tienen sus primeros "ligues", etc.
Eso sí, todo cambia cuando el otro cónyuge tiene mucho dinero. Entonces el interés de los niños no es tenido en cuenta, lo que prima es el interés del poseedor de la cta. corriente muy abultada...¿o no?

Anónimo dijo...

Naturalmente que es favorable a la mujer!!!
Pertenezco a un grupo de padres y abuelos que luchamos hace mucho tiempo por la custodia compartida y vemos dia a dia como padres que solicitan la misma les es denegada una y otra vez.
Ademas el comentario anterior me parece totalmente sexista. ¿Porqué mi hija no puede confiar en mi como en su madre y contarme sus problemas?? ¿no es politicamente correcto?
Juanjo Gonzalez
http://www.quediario.com/blogs/1914/

Anónimo dijo...

Querido anónimo, evidentemente tu postura se contradice. ¿Que te hace pensar que en general van a necesitar mas a una madre que a un padre? Quizá el útero divino?
En el año 2008 no creemos en divinidades salvo las que sean palpables, palpable es el dinero que reclamas al inicio de tu post ( mas importante la madre pero con el dinero del padre ) y al que mas tarde haces referencia porque...quizá al trabajar mas horas que tú, dispone de algo mas ?

Tristes estos argumentos en las "epocas de igualdad venideras" Tus nietos te verán como una auténtica retrógrada, yo hoy ya lo veo así.