martes, 6 de febrero de 2007

¿Qué crispación?

Gracias al pertinaz trabajo diario de Manuel Rico, que os invito a leer a menudo en su bitácora, me entero de que la policía acaba de detener al cura (o ex-cura, no queda claro) de Burjassot como autor de varias cartas con amenazas de muerte dirigidas a miembros locales de la Judicatura y enviadas desde San Sebastián en nombre de ETA. Al parecer, al cura, que no mantiene en estado de revista sus facultades mentales, le han requisado en el registro subsiguiente una máquina de escribir (todavía hay gente fiel a sus valores) con la que habría dado forma a las amenazas citadas en misivas repletas de faltas de ortografía.
Pero, en mitad de esta patochada con tintes agridulces que harían relamerse a Buñuel o al Berlanga en mejor forma, surge con fuerza otra todavía mejor, de la mano del Consejero de Justicia de la Comunidad Valenciana,




un tal Miguel Peralta, quien afirmó, cuando aún el remitente de las cartas no había sido descubierto, que la mera existencia de las citadas misivas demostraban el fracaso del gobierno de Zapatero. Fiel discípulo del Señor NO, el mencionado Peralta, una vez pública la autoría real de las amenazas, supo encontrar una verdadera explicación aclaratoria de sus palabras anteriores. En declaraciones a una radio local, el preclaro pepero afirmó que (sic): si se garantizara la presión de gobiernos anteriores contra los terroristas, habría mayores trabas para que algunos perturbados pudieran utilizar este tipo de amenazas. Para el conseller, el envío de las misivas resulta que (sic): es un síntoma de la laxitud que ha tenido la política antiterrorista del Gobierno de Zapatero.
Menos mal que se trata del consejero de Justicia, que si no…, ¿para cuándo una denuncia a Zapatero como cómplice del cura?

El otro asunto que ilustra el título de esta entrada sucedió en el Pleno municipal del distrito de Usera, en Madrid, al hilo de una discusión sobre el lamentable estado del polideportivo de Orcasur, cuando un vocal del PP llegó a afirmar que, en su opinión, Franco había dejado demasiados vivos. Tras el escándalo subsiguiente, quisimos que esto constara en acta, explicó la portavoz del PSOE en Usera, Ana de Sande, pero el presidente de la Junta, Jesús Moreno, mandó callar a nuestro vocal e incluso llegó a decirle que se marchara de la sala.

¿Estrategia de crispación? No sé de qué me hablas.

6 comentarios:

Santiago Trancón Pérez dijo...

Que la derecha de este país (cada día está más claro que sólo hay una)va a por todas sin reparar en nada, poniendo a prueba el sentido común, el de la realidad y el de la más mínima decencia mental, provocando hasta las vísceras, es algo con lo que hay que contar. Estamos en plena guerra civil, sin sangre, pero con todo lo demás. Lo importante es no caer en trampas tan burdas como la de oponer sentimiento nacional a terrorismo. El terrorismo es es sí mismo abominable, pero para rechazarlo no hace falta proclamarse nacionalista. La trampa es ver en guerra dos nacionalismos, uno de ellos usando el terror de las armas y otro el de las palabras. Rechazar el terrorismo es una cosa, usar ese rechazo para proclamar un nacionalismo añejo, con saber franquista, es algo muy distinto. Que gente de izquierdas caiga en ese burdo engaño es lamentable. Pero el problema está en que nos hemos quedado sin patria y sin símbolos los que creemos que de verdad existe una España posible, la real, la que se basa en derechos iguales, capaz de atajar el camino a los corruptos, los violentos, los especuladores, los fratricidas, los... Cuando debió hacerse, no se cambió eso de la bandera y el himno, y ahora nos empezamos a dar cuenta de que los símbolos, en momentos de agitación y furor, son necesarios para unir fuerzas y señalar límites. El destino grotescamente trágico de este país parece que sigue ahí. De cualquier modo, es imprescindible la distancia, el no caer en el fango... y no perder el humor. El humor puede alimentar la inteligencia, tan necesaria en momentos como éste.
Santiago

Antonio Piera dijo...

Gracias por tu largo y enjundioso comentario, dilecto amigo. Tienes toda la razón: ni se hizo cuando hubo que hacerlo, ni estos treinta años se han utilizado para restañar las viejas heridas del recuerdo con acciones de integración y habitualidad (¿existe el palabro?) que hicieran himno y bandera asumibles por todos. De tales barros, estos lodos de uso partidista y apropiación indebida.

Anónimo dijo...

¿Crispación? ¿De qué crispación estamos hablando? ¿De la de los - fascistas que todavía haylos-, disfrazados de demócratas, ecologistas, defensores de los derechos humanos, de la libertad, de la justicia (la suya)...? Porque detrás de un disfraz (¡a ver si caen en la cuenta de que los carnavales no duran toda la vida!)tienen la desfacahatez, además, de apropiarse día a día de las palabras y del lenguaje (para ejemplos, leer la prensa) que han odiado y perseguido desde que el mundo es mundo, gracias al "agujero negro". No tiene mucho que ver con el de la máquina de escribir, pero me apetecía decirlo.

Villaykorte dijo...

"El nacionalismo es algo que intenta explicar que todos venimos de diferentes monos" (si alguien sabe de quién es la frase, por favor, que me lo haga saber)

Antonio Piera dijo...

No sé de quién es la frase, pero a partir de ahora queda expropiada en nombre del pueblo.

Anónimo dijo...

Pienso que locos, majaras y fachas existen tanto en la derecha como en la izquierda y en el centro. Dejemos de jugar a su juego y dejemos de catalogar a los dementes. Dejemos de vivir en el pasado para únicamente comentar: "pero ¿de qué habla, estará loco?" sin más.