¿San Valenqué?
Nada mejor, para celebrar este día, que iniciar la bitácora con un pensamiento íntimo. Aunque no soy muy dado, creo que ya lo sabéis, a las fechas marcadas en el calendario como de obligado cumplimiento, y mucho menos cuando las sospecho exclusivos ganchos comerciales y motivo de negocio para los que viven de mercachiflear con las sensibilidades ajenas.
Lo que pasa es que, una vez tenido eso por claro y evidente, me pregunto, inquieto: ¿me invalida esto para celebrar este día mi enamoramiento perpetuo y para festejarlo al lado de mi enamorada? Como me respondo, repentinamente aliviado, que no, que no me incapacitan mis apriorismos para el mero disfrute de los hermosos sentimientos que ella me inspira, ahora y desde siempre, pues voy y los disfruto, además de compartirlos con vosotros.
Hoy a lo mejor vamos al cine, o a cenar juntos en un sitio diminuto, o a lo mejor nos quedamos en casa y hago un estofado de conejo, o salimos a dar una vuelta y meto tripa mientras camino a su lado, o quizá no hagamos nada de todo eso y nos conformemos con mirarnos a los ojos y reconocer la lucecita que brilla allí en el fondo, y que sigue brillando después de todo y de tanto.
Es ella. La mujer. La hembra. La dama. Mi dueña. Mi cómplice. Mi ama. Mi cortesana. Mi presente. Mi compañera. Mi cónyuge. Mi amiga. Mi futuro. Mi esperanza. Mi fuerza. Mi coraje. Mi vida..., y hasta mis puntos suspensivos.
6 comentarios:
Gracias, Ana, por el título.
Muy bonito lo que has escrito. Seguro que ella está encantada.
El estrés de la rutina diaria no nos deja, en ocasiones, pararnos a tener un detalle (espiritual, verbal) con el amor de nuestras vidas... No veo mal que exista un dia al año que nos haga recordarlo... Lo de los regalos es otro cantar...
Yo soy feliz con mi rosita roja!!!
De nada, Piera. Tú mismo con tu preciosa (física y mental, y...)Patty.
Ya sabes que coincido contigo en lo de San Valenqué y otros santos, la Navidad, la Semana Santa... Bueno, con estas últimas festividades me llevo algo mejor por lo del asueto, como diría nuestro recordado Tierno. Por cierto, hablando de santos y demases, a ver si incrementamos la lista de los que apostatan. Es una de nuestra asignaturas pendientes desde hace años. ¿Nos ponemos a ello?
Sí, mi mujer y yo también tuvimos esa etapa en la que el 14 de febrero nos parecía una fecha hipócritamente impuesta y que olvidábamos conscientemente... pero pasados los años, el fuego del amor adolescente torna en brasas, las ocupaciones y responsabilidades nos absorven tanto, que apetece dedicar al menos un día a tener al otro presente como cuando teníamos 20 años y casi ha habido un tácito acuerdo de decirnos "Te quiero" una vez más que el resto del año... e incluso dedicarnos alguna glosa ruborizantemente encendida en la intimidad del dormitorio. En fin... sueños de amor púber una vez al año, no hace daño.
todas las fechas son buenas para vivir el amor con la persona a la que queremos. y de hecho eso es lo que hacemos muchos. pero eso no quita para que haya un día que se pueda demostrar el amor aún un poquito más. no veo nada malo en ello :)
En día tan señalado, tuve a bien felicitar a un señor de unos 50 y tantos que me dijo: "hija, a mí ya se me pasó el arroz. Llevo mucho tiempo casado y la pasión ya no existe. Ahora quedan la costumbre y el cariño". Me sublevé. Yo llevo con el mismo hombre dos años menos que él y mi respuesta, sin faltar a la verdad, fue: "¿qué dice?, yo llevo 15 años enamorada y aún hoy me hace chirivitas el estómago cuando le veo" Y es cierto. Sigo coqueteando descaradamente con él, me preocupa mantener mi físico para seguir gustándole (le encanto)me chifla que me toque y tocarle, que le encante mi culo y mi cuerpo (le encantan) y que me lo diga continuamente (lo hace) y, con perdón, alucino cada vez que follo con él. ¿Que los comercios y la sociedad han decidido que se celebre el día 14 de Febrero? ¡Qué más me da! Es bueno, creo, sentirlo todos los días del año pero hacer que uno de ellos sirva para manifestarlo. Entre nosotros no suele haber "regalo" comercial. Sí nos regalamos dejar todo en un plano secundario para dedicarnos el día el uno al otro, cosa que por los avatares de la vida no se puede hacer cotidianamente.
Quiero aprovechar para manifestarlo públicamente: LE QUIERO, LE AMO MÁS QUE A NADIE EN EL MUNDO Y SIN SU COMPAÑÍA MI VIDA CARECE DE SENTIDO.
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