lunes, 17 de septiembre de 2007

conductor bajo sospecha

Vengo de conducir un montón de horas, pero no os diré dónde he venido a parar, más que nada por mejorar mi vida sexual. Han sido más de seis, aclaro por si sirve de indicativo. Pero lo que os quería contar es que, durante todo ese tiempo, me he sentido un tipo sospechoso subido en un vehículo sospechoso. He dejado de contar las cámaras que me vigilaban después de pasar de cien. No podía llevar la cuenta y conducir a la vez. ¿Quién las ha instalado? O, mejor, ¿quién ha ordenado instalarlas? ¿Con qué fines? A mí nadie me ha comentado el proyecto de invadir mi espacio público, ni ha solicitado mi anuencia para hacerlo, ni mi acuerdo para gastar la millonada que les habrá costado esa mierda de cámaras. Porque, imagino, además de instalarlas y mantenerlas, con esos postes de a kilómetro, habrá alguien que las vea, alguien que las grabe, alguien que archive las cintas (por llamarlas así), alguien que extraiga los datos y que los codifique, alguien que los cruce con otros bancos de datos y alguien que extraiga conclusiones para contárselas a otro alguien. ¿Con qué objeto? Todo este tremendo montaje, ¿quién lo ha inventado, quién lo ha instalado y quien lo está controlando? Y, sobre todo, ¿para qué? Creo que tenemos todo el derecho a conocer las respuestas concretas a tantas preguntas (y, si me apuráis, a otras docenas que se me ocurren al respecto).

Al final, todas las preguntas que se nos ocurran vienen a concentrarse en una sola. ¿Quién ha permitido al Estado vigilar a los ciudadanos que le pagan? Empiezo a estar bastante harto.

PD.- ¿No os gustaría conocer nombre y apellidos del gilipollas que pone las limitaciones de velocidad en las circunvalaciones, pasado de 90-a-80-o-a-60 y luego a 80 otra vez sin solución de continuidad? De verdad, entran ganas de colgarle por los huevos de alguna de ellas, ¿no?

6 comentarios:

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

Pues sí. Lo de los límites de velocidad en España es absurdo. Si todo el mundo las siguiera no sé si evitarían algunas muertes, pero es que quizá nos convendría más ir andando.

Anónimo dijo...

No digo que no le falte razón, D. Antonio. Toda esa cantidad de medios y recursos gastados a lo tonto -y lo más imporante, pagados de nuestro bolsillo- con el supuesto fin vigilarnos y tenernos más controlados. Y lo más sangrante: en gran medida inútiles a pesar de su coste. Fíese de mí, D. Antonio, qué sé muy bien de lo que le hablo... y hasta ahí puedo contar (a modo de curiosidad, haga lookup de la IP desde la que escribo este comentario. Y, obviamente, cuento con su discrección :-D).

Abrazos (muchos y afectuosos),
Pedro de Paz

Antonio Piera dijo...

Ahora miro donde me indica, don Pedro, con la máquina de sorprenderme dispuesta. Si es lo que imagino, estaré deseando que amplíe mis escasos conocimientos en la materia, aunque sea en petit comité y para que no salga de España. Le cuento.
Por mi parte, Pablo casi de la familia, puedo asegurarte que desde que dejé de volar bajo intento cumplir las normas y soy consciente de que me pongo más en peligro que antes.

Anónimo dijo...

¿Pues quién va a ser el responsable? Ese energúmeno de director de Tráfico, que se llama Pere Navarro. Que por prohibirnos va a ordenar que nos abstengamos de follar la noche antes de un viaje, por si luego nos entretenemos al volante recordándolo.
Y creo que no se va a quedar aquí, porque tiene carta blanca de ZP para reducir como sea los accidentes, que estamos en elecciones.
Le doy una idea mejor que las que se le pueden ocurrir a él. Multazo a los que van a 70 por la izquierda en la carretera, que ni comen ni dejan comer, y encima te pitan cuando ya aburrido les pasas por la derecha.
Pues eso.
Chapi Escarlata

Antonio Piera dijo...

Ese Pere Navarro ya ha sido blanco de improperios y diatribas de esta página, en tanto responsable de una campaña absurdamente agresiva y ferozmente asintáctica. La sensación que tengo de él es la de una jodido funcionario, gris en su esencia, promovido a instancias en las que cualquier necedad es posible. Simplemente, me parece un imbécil sobredimensionado.
Y no te cabrees, Chapi, coño, que te salen arrugas. Besos.

Antonio Piera dijo...

Por cierto, no estoy seguro de que tantísimas cámaras sean sólo para el control del tráfico. Una cada 50 metros... ¿Alguien sabe algo más?