domingo, 9 de septiembre de 2007

¿jueces o enriqueces?

El otro día, pasando junto a la Facultad de Derecho de la Autónoma de Madrid, vi una pintada que me enajenó el alma. Era la que presta su título a esta entrada a vuelapluma. Decía, simplemente, ¿jueces o enriqueces? Me faltaron reflejos para detener el coche y hacerle una foto. No juro que no lo haga cualquier día, porque el texto no para de darme la lata repitiéndose en mi cabeza como un pepino mental.

¿Que por qué me llama tanto la atención la frasecita? Pues porque antes de verla había estado visitando por dentro la citada Facultad y, salvo algunos contados díscolos a los que vi fumando por los pasillos, contraviniendo la prohibición, aquello era más aséptico que el quirófano de un hospital militar. Ni carteles, ni proclamas, ni pasiones desbocadas, ni bandadas de heterodoxos debatiendo por las esquinas..., tan sólo por doquier alumnos aplicados preparando los exámenes de septiembre, hablando bajito, sucursales de CajaMadrid y de Viajes El Corte Inglés, gafotas repoblando la biblioteca o, como mucho, algún grupete comentando a las puertas del bar los fichajes del Madrid y fumando al aire libre, ahí donde sí está permitido.

No sé, tal vez cuando empiece el curso la cosa cambie de signo, espero, aunque lo que vi me hizo sentir que la gente joven de ahora es muy diferente de la de entonces y eso me condujo a un pensamiento profundamente pesimista. Si los que ahora mandan, lo que ostentan el poder en el mundo, son los que se educaron para la vida en Berkeley, en Nanterre y La Sorbona, aquellos que pusieron en solfa la democracia burguesa, los que pintarrajearon Paris buscando la playa bajo los adoquines con los que construían las barricadas y aterrorizaban a los CRS, los que anunciaban a los cuatro vientos que un pensamiento que se estanca es un pensamiento que se pudre, y cosas así, si esos son los que ahora nos dirigen..., ¿qué tipo de dirigentes saldrá de estas acomodadas generaciones, sin un ápice de rebeldía ni asomo de ingenio?

Tal vez la salvación pueda llegar de la mano del que, con humor críptico pero mensaje ambiguo, escribiera la pintada que me trae a mal traer.

8 comentarios:

Más claro, agua dijo...

Si la pregunta "¿Jueces o te enriqueces?" es una adivinanza, mi respuesta es "Juan Antonio Roca".

¿He acertado?

Antonio Piera dijo...

Posiblemente algo así estuviera en la mente del escribidor, o cierta preocupación por la independencia judicial, o por los motivos que tiene la gente para estudiar Derecho. No sé, yo salvo de la frase su chispazo.

Anónimo dijo...

Hola, he vuelto a tu blog porque me caes muy bien,y eso que no te conozco de nada, pero supongo que esas cosas se notan. Tengo buenas sensaciones cuando te leo (por cierto, colgar un video es muy fácil, eso dicen, pero siempre hay una primera vez en la que uno siente que ha avanzado en algo más o menos importante). A lo que iba, la pereza de la juventud está motivada por muchos factores, yo creo que uno de ellos es la falta de sensación de opresión, lo que hace que parezca que no existe, todo está globalizado, hasta los dictadores, y resulta más difícil la lucha diaria. Otra cosa que yo encuentro importante es que nos hemos convertido en una sociedad en la que comprar es un hobby, y el ocio se pasa en centros comerciales comprando, lo que nos hace sentirnos bien y sentir que llevamos una buena vida.¿Para qué remover la vida si puedo verla pasar tranquilamente con mi camiseta nueva de Zara?.

Bueno, evidentemente hay muchos más factores que han convertido a esta juventud en una de cartón piedra, pero se me han ocurrido estos. No me enrollo más.

Besitos

Anónimo dijo...

Amigo Antonio, no podría estar más de acuerdo. Pero no te creas, no es por los estudiantes, o por lo menos no solo: es por la campaña que se está haciendo desde los órganos de poder universitarios, el plan Bolonia y todo eso: poco a poco, las empresas van tomando protagonismo en las aulas (como ejemplo, ahora mismo te escribo desde mi puesto de becario en el aula microsoft de Geografía e Historia, UCM, que, por otro lado, no estanto como dice la decana y la presencia de la empresa se reduce al cartelón de la puerta).
Respecto a los alumnos, pues hay de todo: supongo que el peor tipo es el del niño de papá que hoy juega a la revolución y mañana será candidato del PP...

Antonio Piera dijo...

De acuerdo, Isa y Gustavo, así están las cosas. Lo que no es óbice para lamentarlo. Mi decepción va algo más allá, cuando me pongo a pensar en la que os espera, más a vosotros, por edad, que a mí.
Si aquellos barros (tan rebeldes) trajeron estos lodos, me da escalofríos imaginar lo que saldrá de estos chiquilicuatres adocenados.

Anónimo dijo...

Bueno, al parecer hoy me toca a mí ponerme del lado de la juventud (a la que sobradamente pertenezco) con mucho gusto. Ahí va:
Las dos razones a las que ha apuntado Isa, bajo mi punto de vista, son acertadas: es cierto que algunos hemos nacido en una sociedad en la que, EN APARIENCIA, todo está ya hecho y la sensación de libertad, evidentemente, es totalmente opuesta a la de otras generaciones. Yo pienso (además creo que todos los que habéis comentado este artículo pensáis igual) que es mentira que todo esté hecho mientras haya una sola desigualdad en este mundo globalizado y en el que los países capitalistas están "en un pedestal" y los que intentan cambiar ésto (véase en America Latina) son los "malos". La cuestión de este debate no es que aún falten multitud de objetivos por obtener (como ya he dicho creo que los que aquí estamos debatiendo no pensamos ni mucho menos que vivamos en un mundo ideal) sino el compromiso de la juventud en la lucha por estos objetivos. Yo digo que aún hay jóvenes involucrados y que no todos estamos contaminados de la segunda razón que aportaba Isa (el consumismo feroz). Además existen organizaciones y partidos (de juventudes) a los que verdaderamente pertenece gente que propone, lucha, etc. (cierto es que la mayoría de la juventud no pertenece, ni mucho menos, a estos grupos y ese es otro objetivo: involucrar más a los jovenes; debemos saber que, aunque nos pese, no en todos los casos vendrán "de serie", por lo escuchado en casa, por lo leído, etc. los ideales y que en muchos casos, habrá que informar y educar más y mejor para que se sumen más personas a la actividad). Lo que no podemos hacer las juventudes, en los momentos de "éxtasis revolucionario" es "añorar" a los tiranos ya derrocados por nuestros mayores para vivir nuestra propia gloria. Todo lo contrario: partiendo de la base de logros y libertades conseguidas en algunas partes del mundo no hay que cesar el movimiento (aún cuando se logra un objetivo hay que sustentarlo)hasta mejorarlo e internacionalizarlo. Digo esto porque, desde bien pequeño, he oído en mi casa (y, sobretodo, en la de mis abuelos) vivencias muy duras que primero te posicionan desde muy joven y que además te hacen creer necesaria una opresión como la que había para lograr objetivos. Eso no debe ser así.
Para acabar, por fín, decirle a Antonio que no se preocupe por lo que vio en esa universidad. ¡Yo creo que es de los pocos sitios que se salvan! A medida que existe una formación, la juventud se pregunta cosas... la cuestión es que esa reflexión a algunos les llega más tarde y a otros antes (por motivos puramente de origen como ya he mencionado). Donde no te aconsejo ir, Antonio, es a un instituto de educación secundaria (terreno que me conozco bien...); allí sí que es difícil ver pintadas de jóvenes luchadores y sí que abundan chavales que sólo se preocupan de su camiseta de Zara, como ha dicho Isa (o del fútbol, por ejemplo), aunque, insisto, que hay de todo (sobretodo mucho desconocimiento y, como dice Gustavo, niñitos con verdadero pensamiento reaccionario en sus actos a los que luego les gusta jugar a ser revolucionarios. Eso lo detesto más que el "pasotismo" ya que equivocan y se equivocan porque, por ejemplo, "está de moda ser revolucionario": pura estética que les desaparece al paso de unos años).
Para mí la solución está en las casas y en las clases aunque soy muy pesimista en este punto: quiero decite, Antonio, que no todos los que mandan hoy estuvieron en aquel "Mayo francés" y que, cuando digo que hay jóvenes con pensamiento reaccionario no exagero y eso se ve en casa.

Os pido disculpas por haberme alargado tanto pero creo que habéis dado en el tema que más me remueve,

Un saludo de un joven de 1991 que no decae en el empeño

Antonio Piera dijo...

El mero hecho de que existas, David, con 16 años, que seas capaz de expresate así, que lleves tu blog, que tomes posición airada ante las cosas..., esto solo ya salva mis esperanzas en el futuro. Y conozco más casos. Y me pregunto siempre de dónde sales y, sobre todo, cómo consiguieron tu y los demás resistentes capear el temporal que se les vino encima, la vaciedad, la tele, la moda, la simpleza ambiental, la fala fama de la lectura... No te preocupes, pues, por estas palabras. Hablaba en general y me alegra que me responda así lo particular.
Sin lugar a dudas, sin embargo, los que mandan sí son hijos de las barricadas, aunque estuvieran totalmente al margen. Es de toda una generación de lo que hablo, no de sus biografías concretas. Toda mi generación, los que estuvimos en el antifascismo y los guerrilleros de Cristo Rey, somos hijos de aquel mayo del 68. Así lo veo yo, al menos.

Anónimo dijo...

Ahora sí que lo he entendido, Antonio. Permíteme que haya pensado tan rápido al leer "mayo del 68" directamente en el antifascismo (porque para mí es lo que siempre ha representado finalmente) olvidándome de que también se luchaba contra algo y que nuestros dirigentes de hoy son la cosecha de esto (tanto de un lado como del otro).
Me llenan de ilusión tus palabras,

Un cordial saludo