me acuerdo de Chicho
Pensar en mayo del 68 me ha hecho acordarme de Chicho. Tal vez, también el hecho incontestable de que las cosas laborales no me van bien, y su reacción subsiguiente de melancolía, haya contribuido a este peligroso ataque de nostalgia.
La primera vez que le vi fue en su casa. No recuerdo las circunstancias, pero sí la naturalidad con que nos relataba la muerte de su hijo en una playa romana mientras adormecía a una bebesa entre sus brazos y liaba un peta con no sé qué mano libre. Hablaba sin parar, con su voz aguda y sensible, emocionado por la vida a cada instante. Recuerdo que yo le miraba asombrado de su verborrea cuando, de repente, se calló de golpe mientras una sonrisa profunda iluminaba su rostro. Los presentes nos quedamos un tanto perplejos y él, al darse cuenta, se explicó: -¡Qué calorcito tan rico!-, dijo mientras besaba la tripa de la niña que acunaba. -Se ha meado-, añadió.
Seguimos viéndonos en la cosa revolucionaria, donde aparecía a veces en los escenarios forzosos de cualquier Escuela o Facultad con su gallo negro a cuestas, o su definitiva copla urgente "un aviso a los cantores, déjenlo para otro día, que parece que allí vienen coches de la policía".
Nos encontramos luego en la cárcel de Carabanchel. Por allí andaba Raúl, mi compañero de celda, a quien después encontré varias veces por la calle, con su cuidado aspecto entre espía y fontanero, y Pepe Arrastia, que se había dejado un ojo en París cuando un flic decidió devolverle un adoquín venenoso de los que les tiraban algunos decepcionados tras comprobar que debajo del pavés no había más que alquitrán. También Sabino Arana, creo que nieto del genuino y Xabier Bareño, de cuando ETA nos parecía un modelo revolucionario aunque tuvieran que recibir urgentes clases de euskera (entonces no se decía euskara, vete a saber por qué) porque casi ninguno lo hablaba. El alma de la fiesta era siempre Chicho, con el que nos juntábamos a cantar y a hacer chistes, absolutamente indiferente al sentimiento trágico. Me acuerdo de que en una de aquellas celdas empezó a cantarme una canción de salido que andaba pariendo. Decía que "aquí en tu cuarto y solos, ya no me aguanto, por mi parte diría casi otro tanto, pues quítate la falda, blusa y sostén y ven que me aceleras a más de cien".
Voy a poner una canción suya que os permitirá, a quienes no le conozcáis, escuchar a uno de los escasos genios del tardofranquismo y la transición, víctima de la mediocridad. Silencio y respeto, que canta Chicho Sánchez Ferlosio.
11 comentarios:
¡Bravo Antonio! Siempre es bueno recordar a alguien así. A mí me gusta mucho, particularmente, "Si las cosas no fueran tan enojosas" y su mezcla de erotismo y compromiso, de ser y de deber ser... Tus palabras me han convencido (aunque son cosas que ya sabía), y si ellos no dan a conocer su obra, lo tendremos que hacer nosotros. Éstate al loro, que de seguro subiré algo suyo.
si quedara más tiempo, para otras cosas, que no fueran andarse desesperando y abominar del mundo de cuando en cuando, a tu vera, hermana mía, cuántos ratos pasaría...
No he terminado con él, aunque el goEar me ha jugado una mala pasada. ¿He hecho algo mal?
¿Cuál? ¿Hoy no me levanto yo o "Si las cosas no fueran"? "Hoy no me levanto yo" se oye bien aquí. La otra intentaré subirla esta semana... Como nos pillé la SGAE...
¿No deja subir canciones la SGeneral? ¿Y todas las que hay ya subidas? A ver si se aclaran.
¿No deja subir canciones la SGeneral? ¿Y todas las que hay ya subidas? A ver si se aclaran.
Fuentes generalmente bien informadas acaban de comunicarme el nombre del autor que será nombrado ganador en la próxima edición del Premio Planeta: Boris Izaguirre. Un nombre que ya sonaba como premiable desde al menos un par de ediciones atrás.
¡Hay que joderse! No entro ni salgo en la calidad literaria aplicable al susodicho ni tampoco digo que no tengan legitimo derecho a entregar SU premio a quien les salga de las pelotas pero... ¿no se les caerá la cara de verguenza? Organizar toda esta claque para dar un falso barniz de respetabilidad a su contubernio a costa de jugar con los sueños y esperanzas de decenas de incautos.
Gracias GJ, si eres tu, o a quien sea que me lo anuncia. No sé de los méritos literarios de esta persona, pero su personaje es de los que me ponen como una moto, el auténtico paradigma de la televisión basura.
¡Qué grande Chicho! Gracias, compañero por recordárnoslo. Una personalidad fuera de lo común y un tipo con una libertad insultante, en una sociedad monolítica.
Salud y República
Lo de Boris Izaguirre lo adelantó el jueves pasado Juan Palomo en su página en El Cultural.
Es una alegría pensar que este año me ahorro, al menos, 18 euros a cuenta del Planeta :-)
Merde, Eduardo, otra vez que llego tarde. Lo anuncié ayer donde Reig y ya era del dominio público. Jo, cómo se me repite la vida.
Genial Chicho Sanchez Ferlosio
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