domingo, 30 de septiembre de 2007

¡vaya jaleo!

A pesar de mi experiencia, que es más larga que un día sin pan aunque más fecunda, todavía no he conseguido descifrar la/s razón/es que tiene la vida para actuar como actúa. Tras una larguísima y aburrida temporada sufriendo día a día su inmutabilidad con paciencia, sin que ocurra ningún evento vital digno de mención que llevarse al talego, se pasa sin solución de continuidad a que estos se precipiten y acumulen en veinticuatro horas. Y no es la primera vez. Me pongo a buscarle a esta concentración de sucedidos alguna explicación materialista, hasta dialéctica, y no consigo encontrar otra que la casualidad, pero me quedo con la mosca detrás de la oreja al observar que esas casualidades manifiestan una incongruente tendencia a repetir su gregarismo, a lo largo de mi biografía, sin explicación convincente ni motivo aparente.

Lo poco que conservo del pensamiento mágico se ríe de mí desde el fondo de mis entendederas, pero quiero que conste que hago lo posible por no hacerle ni puñetero caso. Valga todo esto para deciros que empiezo a trabajar este lunes, que me cambio de domicilio, que me tengo que comprar varios trajes y que han pasado todavía más cosas de las que no puedo haceros cómplices sin desvelar territorios importantes de mi mismidad.

También para comentaros que doy palmas con las orejas por todo ello, que miro el futuro con algo parecido al entusiasmo y que espero sepáis entender a este bloguero si a veces no asiste en adelante con la fiabilidad y prontitud que solía a la cita diaria con vosotros.

Será pasajero, caso de que se dé, porque estar en vuestra compañía crea hábito.

8 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Entendido queda Ud. D. Antonio. Muchas felicidades por su nueva vida. Por cierto, eso de estar tan contento por trabajar..., comprarse trajes..., no me suena a Ud. ¿o ha fumao Ud. algo o es que no le conozco bien todavía?

Suerte compa.

Salud y República

Anónimo dijo...

Mis más sinceras felicitaciones, D. Antonio. Espero que tal cúmulo de cambios existenciales sean para bien y que, en caso de ser tan positivos como usted augura, nos los pueda ir desvelando poco a poco para regocijo de aquellos que le apreciamos.

Si son negativos, no nos los cuente. Como decía su amigo, que nos entretenga nuestra pastelera madre

Un abrazo,
Pedro de Paz

Browner...Seguro? dijo...

Pues nada que todos estos cambios sean para bien, yo seguire pasando por aqui para ver lo que nos cuentas..

Anónimo dijo...

Llegó el tranvía, ¿verdad?
Yo a esto, como a otras cosas, le aplico una meáfora de labradores: te pasas los días contemplando el cielo para que llueva y no se adoste la cosecha, y dices "quizás mañana"; yel día que no miras, cae a cántaros.
Off topic: el personaje en cuestión que te dije ayer, recientemente se ausentó para no votar el poner una calle a Polanco.

babilonia dijo...

Enhorabuena por lo del curro. No sé si lo de los traje te hace la misma ilusión, pero tanto da si el curro te merece la pena. Claro que en estos tiempos que corren lo que no merece la pena acaba muchas veces siendo lo necesario, y si no que me lo digan a mí.
Te debo un e-mail. El otro día empecé pero se me fue la conexión y como ya llevaba un rato me cabreé. Felicidades de nuevo

babilonia dijo...

Qué madrugadores son todos por aquí...

Antonio Piera dijo...

Don Rafael, me fume lo que me fume, a veces hay que cuidar el envase para vender el producto. A buen entendedor...
Gracias le sean dadas, don Pedro prometo ir desvelando datos, como hago siempre. Esa lengua que no para.
Tienes razón, Gustavo. Parece que llegó el tranvía y yo estaba justo en la parada, no como siempre que ando en las musarañas.
Gracias, browner. Seguro que yo también me paso.
En efecto, babilonia, me lo debes y espero que me lo pagues. Lo del traje, más fu que fa, pero qué se le va a hacer. El mero hecho de tener que mercarlos denuncia el caso que le hacía yo al envase, pero no es opcional, sino uniforme reglamentario.

Anónimo dijo...

Joder! cuantas noticias buenas! Enhorabuena, gerifalte.