lunes, 2 de abril de 2007

cambio, desafío, aprendizaje

Siempre había mantenido hasta ahora que mi mente permanecería joven mientras mantuviera viva la capacidad de aprender y la ilusión por hacerlo. Si tienes el coco en forma, todo lo demás parece ser que demora en caer, salvo lo inevitable. Todavía no lo he comprobado, pero ya caerá, me temo.
El caso es que de Argentina llega un barco cargado de teoría acerca del envejecimiento mental y la manera de paliarlo en lo posible. Viene en un artículo de Clarín, ¿dónde, si no? cuya dirección adjunto y señala los tres conceptos del título, cambio, desafío y aprendizaje, como los auténticos responsables de la salud mental, los tres ingredientes principales de una mente joven. La mala noticia es que, a medida que envejecemos, dichos componentes tienden naturalmente a disminuir hasta desaparecer, pero la buena noticia es que dicha tendencia puede modificarse. "Éste es el objetivo de los programas de entrenamiento cognitivo: mantener los grados de desafío, cambio y aprendizaje en la cuota justa para tener la mente activa". El artículo asegura que la estimulación cognitiva –incluso la realizada por un período de tiempo breve- impacta positivamente en las funciones cognitivas a largo plazo. Nada, a entrenar y ya me diréis.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo Antonio, nos están descubriendo la pólvora. Aunque hoy ya menos, era habitual que un hombre (o mujer, joer con el desdoblamiento lingüístico políticamente correcto) que se retiraba (jubilar, hoy día) duraba apenas 5 o 6 años con la cabeza sobre los hombros.

Conozco gente que una vez retirada se va apagando recostada en un sillón, y otra gente que el retiro le supone una segunda juventud, incluso, se desquitan de la juventud que no pudieron disfrutar en su día.

El envejecimiento mental depende en gran medida de la actitud que tome el sujeto.

Un saludo.