Vaya con el Niño
Ayer era primer día del año y me concedí unas minivacaciones bloggeras tras la infección sentimental de Nochevieja, y su conveniente reposo y maceración. La verdad, nunca me habían sido dadas unas tan buenas salidas y entradas de año. La discreción y el comedimiento que adornan mi carácter me impiden ser mucho más explícito, así que dejad volar vuestra imaginación y os quedaréis cortos.
En tan sosegadas estaba cuando me asaltó una de esas previsiones que te acongojan. Ojeando The Independent, cosa que hago sobre todo los lunes, reparé en las manifestaciones de un tal Phil Jones acerca de este 2007 recién estrenado, que me hicieron estremecer, lo que si bien se mira es una paradoja (o parajoda, vaya usted a saber) porque anunciaba que nos espera el año más caluroso que se haya registrado jamás. Estremecimiento que se incrementó cuando leí que el agorero resultaba ser catedrático-director de la Unidad de Investigación del Clima en la Universidad de East Anglia. La coincidencia del efecto invernadero con el calentamiento de las aguas del Pacífico, fenómeno conocido como El Niño, darán lugar, según sus estudios, a sequías e inundaciones que auguran tiempos difíciles en los meses venideros.
Ahora que lo único que me preocupaba del Niño era el próximo sorteo, o las camisetas de diseño tarifeño, el deja ya de joder con la pelota y el veo estrellitas del Niño Gusano, o, como mucho, las aventuras del Jesusito de Praga, regalo de la princesa Polixena Lobkowitz y de su adalid, el ofuscado padre Cirilo, ahora que estaba yo tan tranquilo reposando las euforias y excesos de la salida y entrada, va y se me presenta El dichoso Niño como amenaza de futuro extremo, empapado, ardiente y peligroso.
Y te dices, serán elucubraciones, a lo mucho cálculos, mas hete aquí que en 1993 un vídeo predecía cómo serían ahora las cosas tecnológicas, y ha acertado en casi todo, y que ahora resulta que el relleno de las aceitunas es un gel que se llama alginato, y no son anchoas, cosa que confirma lo que ya me sospechaba desde hace tiempo…
Menos mal que una señora catalana acaba de tener gemelos a los 67 años de edad (ella, digo) y eso me reconforta porque demuestra que el mundo es todavía imprevisible. ¿O no?
4 comentarios:
Mi tiempo es escaso, pero ha sido el suficiente para poder enlazar a este blog desde el de Chapi.
Realmente escribes muy bien, bien redactado..se ve que tienes tablas.
He leído un par de tus escritos. Este actual y el anterior que es del año pasado. !Cómo pasa el tiempo!.
Prometo seguir leyéndote, creo que merecerá la pena.
Un saludo
Admirador
Se agradece. Yo también te sigo en donde Chapi. Saludos.
Hola Antonio:
Te enlazo desde Divagando, que es amigo. Me gusta tu forma de escribir, y sobre lo del calor: consuélate pensando que yo soy de Sevilla y estoy más callaíta que una mona esperando que sea sólo una predicción sin futuro más...Por la cuenta que me trae...
Un saludito, chaval!
Nena, lo de chaval viniendo de quien viene suena a gloria bendita. Ya he leído por tu blg que andas con un pirao en la chepa. Por aquí hemos tenido tb alguno de esos impotentes. Pero, es el precio que hay que pagar por desnudarse en público. Gracias por tu opinión..., y de caló, te vas a jartá.
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