Florentino Pérez, el amigo imaginario de Espe
Cuando, el día de la clandestina inauguración del macrobodrio llamado PARQUE SÍ, el conocido proyecto declarado por Esperanza Aguirre de "interés general" para legitimar su repentina mutación de parque público a negocio privado, cuando, decía, los pocos asistentes no oficiales pudieron ver a Florentino Pérez dándole patadas a un balón in situ, muchos pensaron que estaba allí porque una empresa de su grupo ACS, Dragados, había realizado la obra. Error. La jugada de Florentino va mucho más allá.
Parece que sus famosos desayunos de los lunes con Álvarez del Manzano hayan tenido lógica continuidad junto a Esperancita, alias Clarence, y ese aspartamo de todas las salsas llamado Ignacio Nacho González, responsable máximo del Canal para la Comunidad de Madrid. Se trata de una jugada a tres bandas que explico a continuación. Dejaré para mañana un jugoso descriptivo del bodrio.
La primera banda, la directa, es que Dragados construya con 50 millones de euros declarados (pocos me parecen, pero bueno) el citado campo. Como siempre, gana el concurso y listo. Un suculento beneficio industrial. Bien, pero, tal inversión, ¿para qué sirve? Ni más ni menos que para poner en marcha un negocio privado, cuyas espectativas de beneficios superan el millón de euros en cinco años. Veamos cómo.
A finales de diciembre del pasado año 06, el Canal de Isabel II, ese Nacho..., adjudica la explotación de las instalaciones del Parque a una UTE de tres empresas llamadas Soto Once, Iridium y Tecnoconcret, imponiéndoles que debían formar una sociedad. Para qué insistir en que, en el momento de la adjudicación, la obra carecía de la pertinente licencia municipal, cosa que Aguirre resolvió de un plumazo a posteriori declarándola de interés general. Estas empresas se comprometieron a pagar, a cambio de la concesión, la bonita cantidad de 3.250.000 euros al Canal, en cinco años. Salvo que les guste regalar dinero, ya que no amortizan inversión alguna, es lícito pensar que sus márgenes de beneficios esperados superarán ampliamente la cifra antes reseñada.
Así se crea, pues, Green Canal Golf SA, la empresa que explotará comercialmente las instalaciones supuestamente públicas, con un capital social desembolsado de 15.000 euros (les ha salido barata) y domicilio social en Majadahonda, curiosamente en la sede del polémico campo de golf Las Rejas de la citada localidad. Pero, cuando acudimos a su composición, nos encontramos algunas sorpresas. En la Presidencia del Consejo figura una empresa, Desarrollo de Concesiones Viarias Uno, SL y, como Administradores, otras dos empresas, llamadas Desarrollo de Concesiones Ferroviarias SL y Soto Once SL. Las dos llamadas Desarrollo resultan ser propiedad al 100% de Iridium Concesiones de Infraestructuras SA, cuyo administrador único es la empresa Dragados Concesiones de Infraestructuras SA, líder mundial en la promoción, financiación, construcción, gestión y puesta en servicio de nuevas infraestructuras de transporte desde el año 1994, según publica la prestigiosa revista especializada “Public Works Financing” y..., ¡tacháááááán!, sociedad estrella de grupo ACS de Florentino. Rebota la bola en la segunda banda de la partida. Pero hay más...
Al conocerse la presencia en la jugada de Soto Once SL (los únicos que deben entender del negocio, ya que explotan las instalaciones golfísticas de Majadahonda y Tres Cantos), las malas lenguas vieron en esta empresa la larga mano de don Ricardo Romero de Tejada y Picatoste, actual consejero de CajaMadrid, ex-secretario general del PP de Madrid y ex-alcalde de Majadahonda. También se divisaron en lontananza las figuras del señor Galeote, don José, gerente del Consorcio Deportivo y de Servicios de la zona noreste de Madrid, constituido por tres ayuntamientos del PP, Boadilla, Majadahonda y Pozuelo, ex-concejal popular y padre del portavoz de este partido en Europa,quien, como avanzó elplural.com está implicado presuntamente en varios casos de incompatibilidad de cargos, al estar jubilado desde 1999, o la de Miguel García Orgaz, en su calidad de Presidente de la empresa. No se puede asegurar esta conexión con Romero de Tejada a ciencia cierta, ya que en su administración aparece un conglomerado de sociedades pequeñas de gran volumen de negocios (Tragest, Istrum, Torcuato, Bandama, Finkuma...) y discretas en exceso, pero cabe intuirla.
Quien sí aparece curiosamente en esta película de oscura protagonista es la saneadísima Caja Segovia de la mano de Miguel Ángel Sánchez Plaza, Director General adjunto de la entidad, además de Vocal del Consejo de Administración de Soto Once SL, empresa de la que posee la Caja el 23 por ciento. Curiosamente, la Vicepresidenta de Caja Segovia, Elena García Gil, se presenta en las listas municipales del PP en la ciudad del acueducto, pero seguro que ésta es otra historia.
La tercera banda de la jugada de Florentino aún está por descubrirse, aunque bastará con comprobar qué emprersa immobiliaria se hace con los terrenos de los campos de fútbol colindantes al Parque de Santander recalificados al haberse construido en este bodrio un campo de césped artificial. Ya veremos.
2 comentarios:
probablemente pueda decirse más alto pero más claro, imposible
Gracias por dejar este enlace en mi blog. Lo voy a poner en el de Escolar (donde estoy dando la matraca con los hombres de Rato, el Madrid, etc.).
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