La solución del Real Madrid

Ya sé que os sonará a chino que hable de futbol en este blog, pero hay que saber de tó. Acabo de escuchar lo de el chico ese, Pedja, que dice que los errores ya están detectados. Menudo morro: él, flor de vestuario, los conoce desde que era jugador. Pero se ha apuntado a lo que todos, y ahora menea un poquito el culo porque le huele a pólvora. Nada, otra traca.
Pero..., ¿a qué se apuntan todos en el Madrid?, os preguntaréis, me preguntaréis.
Yo os lo digo.
Ir al Real Madrid es como trabajar en un Ministerio. Por eso, la relación que hay entre jugar al fútbol y hacer lo que hace el Madrid en el campo, es la misma que existe entre trabajar o ser funcionario. Es decir, casi ninguna.
Ya está. Lo dije. Pido perdón a los funcionarios, pero así es la cosa.

Jugad conmigo a este bonito juego:
Se llama: donde en cualquier equipo..., en el Madrid ... (que empiece ya)
...marcan al contrario. ...hacen sombra.
...no paran de correr. ...administran el esfuerzo.
...acompañan y dan salida. ...miran para otro lado o ven cómo se estrella el otro.
...se matan por jugar. ...pasan y se ríen del que se esfuerza.
...entrenan. ...van.
...pelean por las primas. ...exigen a sus capitanes que se las paguen.
...suben o bajan líneas. ...se quedan para que no se note que no corren.

y, así, hasta el infinito.

¿Detectar el problema? No hay más que ver cómo entran los nuevos (primeros dos o tres partidos, véase Gravesen, Robinho, Diarra...), y cómo se acomodan en cuanto el resto del vestuario les dice: ¿Ande vas? No corras, que es de cobardes. ¿Qué quieres, una medalla?, y cosas asín.
El problema es todo el vestuario (salvo muy honrosas excepciones, y se sabe quienes son). El problema son los que lo saben, los que lo callan, los que hacen el paripé de correr mucho, a los que se les nota más, los que se ríen, los que hacen la noche, los que viven del cuento...

La solución.

Hay que privatizar al Madrid.

He dicho.